—Lo siento mucho...esque... Yo—dijo Adele.
Ambas estaban en la sala, con dos tazas de té sobre la mesa. Laura estaba dispuesta a escucharla.
—Relájate. Respira y después hablas—dijo Laura abrazándola.
Adele esperó a que su llanto se calmara y se separó de Laura, se limpió las lágrimas y respiró profundo.
—Laura lo extraño demasiado. Y creí que alejándome de todo, cambiando por completo lograría deshacerme de su recuerdo. Del dolor que me invade al pensar en él pero simplemente no puedo. Perdóname por haberte tratado así la ultima vez pero así trato a todo el mundo ahora. Soy una amargada.
—No no lo eres. Te haces pasar por una. Desde que te vi aquel día afuera de tu edificio supe que eras tu y no por tu ceño fruncido y tu voz profunda. Sigues siendo tu solo que tomaste un camino muy feo.
—No...no soportaba estar en mi antigua casa. No podía estar ahí como sin nada y tampoco creo que pueda volver a estar feliz sin recordarlos.
—Claro que puedes pero sola nunca vas a poder Adele.
—Ahora me doy cuenta de eso—dijo Adele bajando la mirada y recordando las palabras de Simon.
—Lo bueno es que me llamaste. Ahora podré ayudarte. No lo vas a olvidar pero aprenderás a vivir como antes. No hay que estar amargada siempre, arruinarás el resto de tu vida.
—Hace poco tuve un sueño que se sintió tan real. Obviamente era él—tomó aire para calmar sus sollozos y continuó—, me besó y te juro que pude sentirlo. Lo... Lo necesito.
—Ya amiga—la abrazó de nuevo porque Adele empezó a llorar de nuevo—. Se que lo necesitas, que lo extrañas pero él odiaría verte así, ya te lo había dicho. Tienes que demostrarle que eres una chica fuerte e inteligente que va a salir adelante.
—Yo no soy fuerte...
—Claro que lo eres. Solo tienes que creértelo tu misma. Tienes tu propia empresa, tienes esta enorme... Tengo que decir... Gigantesca casa. ¿Cuánto ganas al mes Adele? Esto es una mansión. Mi perro se perdería en esta sala.
Ese ultimo comentario hizo que Adele soltara una pequeña carcajada y eso la hizo sentir bastante relajada, lo necesitaba. Laura era la única persona que podía hacerla reír cuando estaba triste. Bueno, ella y.... Simon.
Al recordarlo dejó de reír y su vista se quedó fija en la taza de té, pensando en él.
—¿Ves? Aún puedes reírte... Oye.... Adele vuelve a la Tierra—Laura pasó su mano frente a los ojos de Adele regresándola a la realidad—. Aquí Adele aquí—dijo Laura señalando sus ojos.
Adele se limpió la nariz con un pañuelo y la vio a los ojos. Laura hizo bizcos y Adele se rió.
—Ay Laura, no sabes cuanto te extrañé. Fui una completa tonta.
—Jajajaja yo también te extrañé horrores Adele. No sabes todo lo que ha pasado desde que te fuiste.
—No sabes todo lo que ha pasado desde que me fui—dijo ella bajando la mirada.
—Puedes contarme. Soy todo oídos.
—La verdad solo es trabajo, llanto, un tipo me acosó, tra...
—¿Cómo que un tipo te acosó?—la interrumpió.
—Mi amiga Maire me lleva a bares muy buenos en la ciudad para perderme en el alcohol y olvidarme de él. Entonces un día la invitó su ahora novio y este tal novio tenía dos amigos. Uno de ellos quizo "conquistarme" pero como yo estoy cerrada a los hombres lo rechacé y después me tomó del brazo fuertemente para que me fuera con él.
—¡Pero que idiota!—dijo Laura enojada—. Y obviamente lo golpeaste y te fuiste...
—No. Si lo golpeé pero no me soltaba. Forcejeé mucho hasta que Simon me lo quitó de encima.
—¿Simon quién?—dijo Laura confundida.
Adele se sorprendió de ella misma por hablar de Simon con tanta confianza como si fueran íntimos amigos, recordó su sueño con Simon y se sonrojó, bajó la mirada.
—El otro amigo—fue lo único que dijo con su tono cortante.
—Mmm... Y ese "otro amigo" ¿te gustó?
—Laura, no quiero tener ninguna relación en este momento y tal vez nunca. No puedo...
—Esa es una de las cosas mas tontas que has dicho. Es lo peor que puedes hacer. Tienes que intentar rehacer tu vida Adele, si un chico te gusta o le gustas intenta algo. No te quedes así sin hacer nada. Para volver a ser feliz como antes debes de...
—¡No!—gritó Adele y se puso de pie enfadada—. No tengo que involucrarme con otro hombre para ser feliz, estas completamente equivocada. No soy una zorra Laura.
—Si sales con un hombre no te vas a convertir en una zorra Adele.
—No quiero volver a una relación. Entiéndeme Laura, déjate de cursilerías y ve la realidad. Yo simplemente...
—¿Qué?—dijo Laura ahora enfadada—. ¿Sientes que lo estas engañando? Él ya no esta Adele. Se fue y lo sabes perfectamente. Ya no estas casada, tienes que aceptarlo ¡por dios!
Adele se quedó en silencio y luego continuó aun mas furiosa...
—¿Crees que no lo se? ¡Claro que se que mi esposo se murió! Por eso estoy tan triste y deshecha. No vengas a recordarme lo que se perfectamente, lo que esta en mi cabeza todos los días. Creo que fue un error llamarte—dijo Adele ahora llorando del coraje.
—Adele lo siento—dijo Laura arrepentida de sus palabras—. Escúchame, a mi también me dolió su muerte, también la sufrí y se que nunca voy a saber lo que tu sientes porque era tu esposo pero, lo que te digo es por tu bien. Si ese chico te gusta, no lo rechaces—se quedó callada al ver la mirada furiosa de Adele. Le dolía verla así—. Date cuenta de tu error.
—Laura si salgo con alguien mas siento como si estuviera traicionando su recuerdo. Como si...
—Pero no harás eso. Harás todo lo contrario. Le demostraras que puedes ser feliz y si tu lo eres él lo será.
Adele bajó la vista y se abrazó a si misma para clamar el llanto. Le dolía la cabeza, ya no quería llorar.
Laura no dijo nada mas. Se acercó a ella y la abrazó, dejando los brazos de Adele entre las dos, impidiéndole a Adele poder abrazarla a ella. Se separó de Adele y vio su reloj, las doce de la mañana.
—Creo que es hora de que me vaya y de que te vayas a dormir.
—No quiero. No quiero verlo—dijo Adele aun sin levantar la vista.
—Inténtalo Adele. Solo intenta dormir y no pensar en él—Laura le sobó la espalda con cariño—. Ve a tu habitación y duérmete.
Adele levantó la vista.
—Laura...
—¿Si?
—¿Crees que algún día pueda...?
—Claro que si. Solo es cuestión de que tu lo creas.

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Then and now
FanfictionEsta es la historia de Adele. Una chica de veintisiete años que sufrió un terrible accidente que cambió su vida y su forma de ser para siempre, o al menos eso era lo que ella quería. Pensaba que cambiando podría olvidar y superar lo sucedido, pero...