Síndrome de Estocolmo

Capitulo 32

Ando decepcionada 😒😒😒

¿Saben? Hasta pensé dos veces en subir este capitulo.

¡¡¡Chicas!!! ¡Necesitamos su apoyo!

Además, nos gustaría conocerlas un poco mas*-* saber que piensan a cerca de nuestra historia, su frase favorita, su escena favorita.

¡No sean tímidas! No pueden ser peores que yo 🙈🙈🙈💁💁💁

Joy un dejastre jente *-*

Bueno, aquí esta el capitulo 32 ¡Disfrutenlo! 

Las quello psicóticas 💙💜💚💋💋

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Drew

Apreté mi mandíbula sintiendo como la furia corría por mis venas. No maldición, no es furia, es más... Es más...

Estas dolido.

Ni de coña ¿Por qué estar...?

Estas dolido porque se alejo de ti con miedo. Eso es lo único que ella puede sentir por ti, miedo.

Ignoré esa voz en mi cabeza y me concentre en la hermosa chica frente a mi.

- Deja de llorar y levántate. - Mi voz sonó dura y firme, pero eso solo logró hacer que llorara mas.

Se encontraba en una posición fetal, atrapando sus rodillas con sus brazos, sus ojos parecían un par de cascadas por todas las lágrimas que soltaba.

- ¡QUE TE CALLES, MALDITA SEA! - Soltó un ultimo sollozo para después controlar sus lágrimas.

Dominik se acerco a ella y empezó a acariciarle la espalda como apoyo. No dudaré que ese acto hizo hervir mi sangre, apreté mis puños aguantando la ganas de saltarme sobre e... ¡Al demonio!

Di un paso hacia el listo para golpearlo hasta que tuviera una hemorragia interna, pero con una mirada me explicó el porque lo hacía. Demonios, el imbécil tiene razón.

Exhale frustrado y me acerque con pasos lentos hacia el sofá en donde se encontraba, alguna que otra lágrima se escapaba de sus preciosos ojos verdes, su labio inferior estaba atrapado entre sus dientes, al estar en esa distancia distinguí la manera en como su cuerpo temblaba. Sus preciosos ojos verdes se conectaron con los míos transmitiéndome todo el dolor que sentía; trague suerte sintiendo la intensidad de sus ojos, sintiendo la tristeza, sintiendo como todos esos sentimientos que la invadían a ella me afectaban de alguna manera.

Y eso esta muy mal.

Acerque cuidadosamente mi pulgar hacia su mejilla para limpiar una lagrima que se había escapado de sus ojos pero hasta allí quedo la intención, ya que antes de que pudiera tocarla se levanto de un salto.