Síndrome de Estocolmo

Capítulo 49

Keyla:

-Debemos hablar- dice sorprendiendome con su voz.
Aprieto mi labio entre mis dientes.
-No - murmuró casi suavemente.
Me mira molesto.
- De verdad quiero hablar, quiero...
-Justin...
-¡Déjame hablar contigo maldita sea!- grita furioso.
Extiendo mi mano para que pase completamente y el lo hace enseguida sentándose en la enorme cama con sábanas rosas.
¿Por que rosas?
Mis piernas comienzan a temblar al encontrarme con el de nuevo a solas.
-Dime - le digo secamente.
-Quiero arreglarme contigo - comienza - yo...quiero decirte que...
Lo interrumpo.
-Dime quien es Drew, porque eso es lo que quiero saber.
Mi petición lo descocierta ya que solo entre abre su boca y después de unos segundos contesta :
-Es un líder del crimen organizado, es... un narcotraficante, un asesino a sangre fría, es todo lo malo que puede haber en la tierra es todo lo que tu odias...
-¿Y Justin?
-Justin... - baja la mirada a sus manos - Justin es... esa persona que quiere ser diferente, es... la que me hace dudar antes de quitarle la vida a alguien, es mi lado bueno Keyla, es... quien... es...bueno...es por eso que nadie puede llamarme así, porque yo soy Drew, yo soy esa persona y sólo tu... -levanta la mirada y sus ojos chocan con los míos - Sólo tu...te mereces a el, por eso me gusta que tu me llames Justin, porque de verdad quisiera ser esa persona para ti ¡Mierda Keyla! ¡Necesito que dé verdad creas en mi y me des otra oportunidad, quiero ser Justin contigo! - baja la voz casi susurrando entonces me acerco un poco a él - Tu... mereces a alguien bueno, yo no seré Drew contigo, yo sólo seré Justin...
-¿Ahora eres Justin? - pregunto.
Asiente tímidamente como un niño.
-¿Qué sientes?- le vuelvo a preguntar y el toma mi rostro entre sus manos y hace que lo mire fijamente.
-Siento que te quiero más que a nadie ¿Por que siento eso? Todo lo que hago, lo hago por ti... no quiero que te alejes de mi ¡Maldita sea, estoy desesperado!Keyla por favor disculpame no quiero ser Drew contigo pero es difícil poder separarme de el...pero tambien cada que veo tú rostro se que debo ser bueno contigo, se que debo protegerte y ser lo que mereces, ya no quiero hablar tanta mierda pero Justin... el es el que se enamoro de ti.

Mi corazón no late a prisa ahora, late suavemente regocigado con sus palabras, late tranquilo y despreocupado.
-Esta bien Justin... me quedaré contigo, pero promete que no me harás más daño, promete entenderme.
Sonríe enormemente, esa sonrisa sincera que apenas he visto dos veces.
-Prometido.
Después envuelve mis labios con los suyos en un cálido y delicioso beso luego me envuelve en sus brazos apretandome.
¿Por que siempre que dice algo le creo? ¿Por que caigo tan fácilmente en sus redes?
¡Dios ayúdame a salir adelante!
Aprieto mis ojos y las lagrimas bañan mis mejillas hasta caer en su hombro.
-No llores Keyla, me hace sentir una mierda cada que te veo llorar, aunque igual te ves preciosa...
-Lloro porque me siento bien justo ahora, no me sueltes porque me siento desprotegida.
Me aprieta más fuertemente y me siento tan bien, se que no debería ser así pero no puedo evitar este sentimiento.
-¿Quieres dormir?- me pregunta.
-Si.
Nos acomodamos en la cama envolviendonos con las colchas y apagando la luz.
-Me gustaría que tocaras el piano para mi justo ahora- murmura cerca de mis labios.
-Si tuviera un piano te tocaria hasta caer rendida, yo también lo deseo.
-Entonces mandaré a traer el piano de mi madre mañana mismo- dice ya adormilado.
-¿Estas agotado?-pregunto acurrucandome más cerca de el.
-Si...
-¿Te puedo preguntar algunas cosas?
Noto como todo su cuerpo reacciona ante mi pregunta tensandose.
-Si no quieres responder puedes decir "paso"- le digo.
-Ese juego es para niñas - exclama- pero aceptó, comienza.
Dejó escapar una risilla.
-Ok...¿Cómo empezó todo? Por favor dime, dime...yo... prometo no decirle a nadie y serte fiel, no te traiciona...
Me interrumpe.
-Un día...mi padre llegó muy tomado - comienza a decir con tono lugubre- El comenzó todo, el se llamaba Jeremy, todos lo apodaban Rauhl, por una maldita serie de libros que le encantaba...transportaba droga y la vendía, el supo como llevar este negocio, pronto hizo mucho dinero, pero se olvidó de nosotros ¿Cómo alguien olvida a su familia? Se iba de la ciudad y volvía cuando quería, mamá se encargó de mi mientras, ella era un poco como tu princesa, tan caprichosa y berrinchuda, siempre hacia enfadar a papá y lo enfrentaba... un día el volvió y se instaló en la ciudad junto con sus hombres y su gran negocio manejando prácticamente toda la droga de Strandford, hacia grandes fiestas en la casa...- Su voz se hace más áspera y ronca - Metía a muchos de sus hombres mientras a mi me encerraba en la habitacion y obligaba a mamá a atenderlo, un día...cuando yo tenía seis escuché como uno de los hombres abusó de mi madre, ella pedía a gritos ayuda y ¡Maldita sea!¡Maldita sea! ¡Cómo quisiera regresar el maldito tiempo y haber hecho algo! Yo escuche todo, llorando en silencio, ella jamás se enteró de que yo sabía eso y jamás comenté nada...ella tampoco lo hizo, pero ahí fue la primera vez que me llene de rabia, la suficiente para matar a alguien sin titubear y si te preguntas... si, el fue el primer muerto con el que cargue encima, lo hice pagar pero eso fue tiempo después volvamos a cuando tenía ahora siete...Ese día, un martes, estaba en casa con mamá y el llegó furioso hecho una perra rabiosa... y...

-¡Pattie!- grito azotando la mesa que tenía la vajilla puesta para comer - ¡¿Dónde mierda ocultaste la droga?! ¡Perra mal nacida damela ahora o nos matarán a todos!
-¡Basta Jeremy, esto se tiene que acabar no te la daré!
La tomó del cuello con sus enormes manos asfixiandola y a mi me lanzó al suelo limpiando su camino.
-¡Damela ahora perra o te mató, te mató!- grito casi lanzando espuma por la boca.
-¡Me lastimas Jere...
-¡Dime en donde la tienes!
-Yo...yo No la teng....
Apretó con más fuerza haciendo que su rostro se volviera morado.
Me lancé contra el gimiendo y llorando, tratando de hacer algo pero el me tiró de una patada haciendo que llorara más alto.
-Justin... ve- vete...- logró articular ella.
-¡Mamá! - grité envuelto en lágrimas y sintiéndome impotente, un idiota... -¡Papá que haces!
-¡Dime donde la tienes!- grito volviendo a apretar.
Y luego vi sus ojos de ella, perdiéndose... su rostro morado e inflamado, un chorro de sangre salir de su nariz y...

Su voz se entre corta hasta que calla.

-Justin...- murmuró y acarició su cabello en la oscuridad.
-El la mató con sus propias manos, frente a mi, yo lo vi todo...y lo recuerdo como si lo estuviera viendo de nuevo justo ahora... luego el no supo que hacer, esa misma noche me tomó como a un saco de mierda y nos trajo aquí...justo en Costa Rica, venía huyendo de lo que hizo y de los sujetos que lo buscaban, Jeremy tenía un maldito defecto que hizo que se fuera a la mierda y es que era tan cobarde y se cegaba-  deja escapar una risa violenta y sinica- Daba vueltas en la habitación como un maldito loco, la policía lo buscaba y sólo contaba con dos hombres un puto niño que no paraba de llorar y kilos y kilos de droga sin poder entregar...Yo tenía siete años... el dijo que dejará de soñar y a cambio me dio un arma, esa noche el se quitó la vida y fue lo único bueno que hizo en su puta vida, me dejo en esa casa sucia con su arma bajo mi almohada y medio kilo de cocaina, sus hombres huyeron llevandose lo que quedaba. Desperte esa mañana y lo unico que tenia era medio kilo de cocaína, una arma en la mano izquierda y la pañoleta de mamá en la derecha, lo único que pude conservar en ese momento de ella. Y esa puta mañana que desperté huérfano de padre y madre y jodido a más no poder fue que comenzó todo, tome la bandana y la amarre a mi cabeza, guarde el arma dentro de mis pantalones y la cocaína en esas pequeñas bolsas transparentes que abundaban en el suelo. Así salí, con la única ropa que traía puesta y sólo eso como futuro, esa mañana comenzó, ni puta idea de que dia era Keyla o que mes, sólo se que tenía siete años, y sabía que ese día comenzaria algo grande, ahi nacio Drew ¿Que otra cosa podia pasar? - Su voz se va apagando de cansancio y escucho una ligera risa- Y ese mismo día conocí al idiota de Alfredo, pero esa es otra historia, y con esto por hoy es suficiente ¿Cierto?

-Eres muy valiente Justin - le digo sinceramente, busco su frente para besarla y cuando la localizó poso mis labios sobre ella - Descansa.

Luego de esto sólo escucho su respiración tranquila, mientras no sacó de mi mente a ese pequeño niño, el pequeño Justin indefenso, tenía que terminar así.