Síndrome de Estocolmo

Capitulo 77

Keyla:

  -¡Sal cariño, tu amas la nieve, se ve hermoso!- escucho a mi papá gritar.

 Me asomó por la ventana y la veo, suspiro y el vidrio se empaña, luego tomó mi abrigo y me observó en el espejo.

 -Soy Keyla Bell Wood- digo sin mucha credibilidad- Vuelve a tu vida ¡Vuelve Keyla!- me gritó a mi misma en el espejo- ¡Vuelve, vuelve!¡Maldición! ¡Ya por favor ya no quiero, ya no puedo más! Quiero dejar de pensar en el, tengo que hacerlo. 

 Me acomodo mi cabello y bajo las escaleras

.-Buen día papá.-¡Que bueno que bajaste! ¿Café? 

-Si, por favor... ¿Podrías llamar al profesor de piano? Quiero practicar.Sus ojos a iluminan, sus ojos brillan y me sonríe mientra corre al teléfono.

 -Claro, claro - dice.Y no me cuestiona más, sé que sabe que me he decidió y no quiere tocar el tema para no decir algo que pudiera hacerme cambiar de opinión.Luego me muestra un regalo debajo de el Pino.-Santa Claus se adelantó esta navidad, abrelo.Sonrió y camino hasta el. La caja es dorada y tiene un moño rojo brillante, me apresuro a descubrir el regalo.

 Un celular nuevo.Es hermoso, lo más nuevo, cuando lo tomó entre mis manos me doy cuenta de que hacia mucho no sostenía uno, hace mucho no me tomó una fotografía, hace tanto no llamó a algún amigo, es tan delicado, siento un cosquilleo, casi olvidó la sensación de tener algo nuevo, algo que los demás no tienen, presumir y alardear, te hace sentir única.

 -Tiene los números ya de todos tus amigos- interrumpe mi pensamiento.-Gracias- le digo explorandolo

- Gracias papá.En primer lugar en la lista de contactos esta Adam.Pulso la tecla de llamar y contesta enseguida, como si de verdad fuera importante.

 -¿Quieres salir?- habló segura de mi misma.-¡Claro! Paso por ti enseguida

 -Bien- le contestó y luego cuelgo.

 -¿Vas a salir?- dice mi padre sonriendo y después de que asiento con la cabeza el se apresura a sacar de su billetera una tarjeta de débito.

 -Toma cariño, disfrutala.La sujeto con mis dedos y luego sonrió.

 -Gracias- contestó.Subo a mi habitación y corro a mi closet, elijo unos jeans ajustados, una playera negra, una gran abrigo y mis botas Prada, me maquillo para mi misma hasta verme como la de antes, levantó el mentón y mis hombros, mientras bajo hasta la sala y mo papá que estaba Archivando algunos papeles me observa.

 -Te ves hermosa como un diamante.-Gracias papá, volveré a ser la misma, pero no quiero hablar nunca más de eso, ni contigo, ni con la policía, ni nadie

.-Llamó Amber- dice en tono lúgubre - ella quiere saber si hablaras con la policía.

 -No...

 -Keyla- dice con su tono suave- piensa las cosas, ese sujeto te hizo mucho daño, a ti y a tus amigas ¿Por que? El es malo, simplemente, y no le importa nadie... No se de verdad que pienses, pero sea lo que sea te impide delatarlo, el no puede amar a nadie, alguien que mata a personas como animales de caza, no puede tener amor en su alma, es contradictorio... Tu no conocías nada de la vida y el te hizo abrir los ojos, la burbuja en la que tu estabas el la explotó de una manera irreparable, de la más horrenda, las cosas no deberían ser así, no para ti preciosa, yo no tenía esos planes para ti - su voz se comienza a quebrar y esta al borde de las lagrimas- Lamentó todo eso, ahora sólo quiero que se solucione, imagina que un día el vuelva a aparecer en tu vida, yo no me lo perdonaría y nada nos garantiza que no lo hará, imagina que aparezca cuando tú ya tengas una familia esos sujetos son así, sólo quieren joderte la vida, buscan su bienestar a costa de todo, imagina lo peor si quieres pero con eso date cuenta de que tienes que garantizarte una vida tranquila eso lo sabes tu también; Que no podrás vivir tranquila hasta que sepas que el no volverá jamás. 

 Me envuelve en sus brazos y luego llora sobre mi, mientras yo miro aquella pintura en la pared, luego se escucha el timbre y la empleada sale a abrir, mi padre de limpia los ojos y me sonríe.-Ve y Diviértete. 

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 Paseamos por la ciudad sin rumbo en el auto de Adam, el hacia bromas de vez en cuando, y me platicaba sobre su Universidad y sus nuevos amigos, me hablo sobre su sueño de ser jugador profesional, y de que me veía hermosa. Agradezco que para nada tocará el tema de mi ausencia y que siempre sonriera.

 -Café americano y Café late- dice el mesero poniendo nuestras bebidas.

 -Te extrañaba demasiado - dice tomando mi mano por encima de la mesa.

 Estamos en una cafetería a la que siempre solíamos ir en las tardes de frío, y veo como mueve su boca divertido pero yo no estoy escuchando nada de lo que dice; Aun sigo pensando las palabras de mi padre y lo que me dijo ayer Amber. Nos lastimó a todos.

 -¿Me puedes llevar a casa?-¿Qué? Pero...-Por favor... Adam acabó de recordar algo que tengo que decirle a mi papá y es...

 -No, claro prin... Keyla, entiendo, vamos.- dice sonriendo.

 Al llegar a casa me acompaña hasta la puerta y en cuanto voy a entrar me sujeta de la mano.

 -Gracias por esta tarde, quiero que sepas que te quiero demasiado y no pienso dejarte, quiero apoyarte y estar contigo, se que es pronto pero debes saber que siempre te espere y me gustaría estar contigo como antes...- 

 Se acerca... Sus labios... de pronto están sobre los míos, son suaves y carnosos, ese sabor delicado, sabor a menta que ya había olvidado, no le correspondo pero simplemente dejó que lo haga. 

 -Piénsalo- me dice y luego entró a mi casa.

 -¿Volviste?- dice mi papá levantándose sobre el sofá.

 -Si...¿Podrías hacer una cita con el detective?Sus ojos se vuelven platos. 

 -Si, si claro, lo llamo enseguida- dice tomando su teléfono. 

 Escucho su pequeña conversación, el le dice la hora y el lugar, luego me ve a mi y me dice.

 -Mañana a las 6 pm. 

 Siento una lágrima rodar por mi mejilla, me siento sucia y traidora. 

 Lo lamento Justin.