Capítulo 28

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He aquí otra de mis fabulosas notas*-*

Hi psicóticas! (Creo que ya saben quien soy con solo leer esa palabra e.e)

Este capítulo llegó tarde, i know, pero es que estoy mudandome de casa y es súper difícil y agotador estar guardando cosas, mas que también tuve que ir a estudiar 😒😒😒😒

Ya mañana me paso de casa así que ay les mando una selfie 😉😉 xD

Pero bueeeh las dejo de aburrir con mis problemas. Disfruten el cap;)

Las quelloooooooo 😘😘

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Drew

Santísima mierda.

Esa pregunta he querido responder desde hace un tiempo...

¿¡Qué me ocurre!?

Estaba afuera fumando cuando recibí una llamada de Lucas que me impresiono mucho. No solo me impresiono, me puse histérico. Fui a la cocina a quebrar vasos, platos, lanzar cacerolas. Mierda, necesitamos una nueva tabla para picar.

No se que putas me derrame encima, ensuciandome todo, fui a cambiarme y por alguna razón elegí este conjunto.

Me vi en el espejo y me sentí... Extraño, extrañamente cómodo. Quite la bandana de mi frente ya que no me daba con el conjunto.

Sentí unas terribles ganas de vomitar al verme, parecía un hombre normal, un hombre que no se droga, un hombre que no fuma, un hombre que no tiene manchadas las manos. Un hombre normal.

Sentí una horribles ganas de mostrarme con esta imagen a Keyla, de mostrarle que puedo ser un hijo de puta, pero que también no puedo ser tan cabrón como la mayoría de veces.

Cuando entre a la habitación y la vi en ese estado de éxtasis, sus ojos cerrados mientras movía sus dedos al ritmo de una melodía que solo ella sentía y seguramente entendía.

Fue imposible no besarla, parpadeando de esa forma inocente, sus ojos que parecen llevar el cielo, sus labios tan suaves y adictivos que parecen el mismo infierno; basta una mirada suya para perderme en las estrellas y un beso para hacerme arder.

- Te juro que no entiendo que diablos esta pasando Keyla. - Seguí sin acercarme a ella pensando en que un solo toque me haría caer, me haría caer en esa nueva adicción que se me estaban haciendo sus labios.

- Se siente rato que me llames por mi nombre. - Tenia una sonrisa de lado algo tímida. Y por alguna razón sentí que debía  cambiar eso, que tenía que verla sonreír abiertamente.

Me acerqué peligrosamente a ella, hasta que nuestros rostros quedaron a solo centímetros de distancia.

- Keyla... - Susurré excitandome por su nombre al salir de mis labios.

Mis ojos en ningún momento dejaron los suyos, me perdí en ese cielo sintiendo pequeñas punzadas en mi pecho, la vi tragar fuerte y algo me dijo que ella se sentía de la misma manera.

Por mas excitante que fuera, estaba mal.

Tome toda mi fuerza de voluntad y me aleje de ella rozando mis labios con los suyos como despedida. Salí de esa habitación sintiendo como una fuerza invisible me tentaba a regresar y a besarla sin piedad, a follarmela en ese mismo instante sin importarme su herida.

- Drew, Lucas esta como loco intentado localizarte, me llamo hace unos minutos y me pidió...

- Busca a Shane y preguntale por la ropa de Keyla. Si ya la tiene llévasela a su habitacion.

- Pero Drew, Lucas ha...

- Dominik. - Lo corte. - Has lo que te pido, luego me arreglo con Lucas.

- ¿Y a ti que te pasa? - Se mostró totalmente sorprendido. - Vienes... Vien-es... ¡Vienes diferente! Maldición ¿¡Y tu bandana!? Y-y... ¡No me has gritado! ¡Y-y...! ¡Demonios!

- ¿Quieres calmarte imbécil? - Frunci el seño sintiéndome ya cabreado por su estúpida actitud.
- Diablos, pareces un chico bueno en esa fachada. ¡Y eso esta mal! - Eso me hizo recordar a la chica buena con ojos de cielo encerrada en esa habitación, en este infierno, en MI infierno.

- Si esta mal ¿Por qué se siente tan bien? - Dominik no tuvo respuesta a esa pregunta y no lo culpo ya que ni siquiera yo la tengo.

Síndrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora