Capítulo 71

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Keyla:

Mis manos aun siguen temblando, sigo sin poder contenerme mientras tengo a un policía y a mi padre al alrededor.

-¿Y-yo le dispa-re?- tartamudeo.
-No, amor tu no eres una asesina.- responde mi papá.
-Y-yo no fui...- me repito a mi misma.

Y es que con el impacto del momento, el paisaje a mi alrededor, el sonido, todo completamente confuso, yo estaba frente a el sin poder contener las lágrimas a causa de sus palabras y de pronto escuche un disparo, tal vez aprete el gatillo por error y no lo percibi, en mi cabeza había un cosquilleo incesante y luego vi la sangre, tan cerca de su corazón, sangre mucha sangre, el estaba herido.
¿Y si muere? Será por mi culpa. Mordisqueo una vez más la manga de mi suéter.
-¿Podría dejarnos solos?- pregunta el detective- Sólo queremos hacerle algunas preguntas ¿Entiende?
-No puedo dejarla ¿Ya vio su estado?
-Es el estado perfecto- contesta- pienselo así, ella nos dirá la información necesaria para encontrar a uno de los criminales más buscados en el mundo, lo atraparemos y usted no tendrá porque preocuparse nunca más, ella estará a salvo, estará bien y todo volverá a la normalidad, ahora esta muy vulnerable lo que será usado a nuestro favor.

Sigo viendo la mancha en la pared, debe ser sangre. La lámpara apenas alumbra la habitación y la silla esta vieja y hace un rechinido cada que muevo mi pierna desesperada.
Escucho el sonido de la puerta y entonces me giró viendo a mi padre salir.
-Tranquila- dice poniéndome la mano encima- Vamos a charlar.
Quitó su mano enseguida, sintiendo mucha rabia.
-¡No me toque!- le gritó.
Esboza una sonrisa y levanta el papel en la mesa.
-Keyla Bell Wood, 18 años, desparecida hace once meses, buscada por todo el país, secuestrada por "Drew" o "Justin Drew Bieber Mallette" Uno de los asesinos, narcotraficantes, representante número uno de la delincuencia organizada, el más buscado...- habla en tono monótono con su voz gruesa, no le dirijo la mirada pero si lo escucho. - Su madre muere en el enfrentamiento el día de su recuperación, padre en coma por 6 meses...vista por última vez en el hospital de Bradford...luego desaparecieron, sólo tu sabes el resto ¿Podrías contarme la continuacion?
Sigo mirando la mancha, no voy a hablar, no voy a delatarlo... No soy una traidora como el me llamo...
-¿Podría responder?- repite.
-No.
-¿Se niega a colaborar?
-No se nada.
-Eso es estúpido, estuvo con el once meses, es imposible.
-No se nada.
-¿A donde la llevo después de que salio del hospital con una pequeña contusión?, había colapsado - toma de nuevo el papel y lee- Hombre de piel morena, estatura promedio, portaba Bermudas y una gorra , dijo trabajar para sus padres. ¿Quien es el?

Alfredo.

-No lo se.
-¡No lo sabe! - levanta la voz - Más vale que coopere.
-¡Me mantuvieron encerrada todo...
-¡No mienta!- me interrumpe gritando.
-¡Se le vio el día de ayer en un restaurante desayunando junto a el! ¿No pensaron que aquí la seguían buscando hasta por debajo de las piedras? ¿Es usted su complice?
Abro mis ojos de par en par.
-No, no lo soy.
O tal vez si.
-Entonces es su víctima- sonríe - Aquí le vamos a brindar la protección necesaria, protección en su casa día y noche, hable, nada malo le pasará.
Comienzo a llorar, apretando mi mano contra mi boca.
-¿Cuanto daño le hicieron?- su voz se suaviza - ¿A cuántas personas vio morir? ¿Qué cosas tuvo que hacer en contra de su voluntad?
Esta aplicando presión sobre mi. Los recuerdos vienen atormentandome, la sangre resbalando sobre mi mentón, aquella vez que me golpeó, mi mejilla hinchada, la veces que me violó de la peor manera, cuanto me humilló, cuanto daño me hizo; Mucho. Recuerdo la casacada de sangre salir del cuello de aquel sujeto y su cabeza en la mano de Justin, su sonrisa sádica, todos los cuerpos tirados alrededor, todos los charcos de sangre, a cuantas personas vi morir; cientos...
-Probablemente usted no entienda esto - interrumpe mis pensamientos - A juzgar por los datos y su comportamiento actual le diré lo que padece; se llama Síndrome de Estocolmo y es poco común. Las víctimas confunden el comportamiento de sus secuestradores malinterpretando todo, pienselo asi; Los cables se cruzan, una pizca de buena actitud por parte de el secuestrador se convierte en algo hermoso y bueno para la víctima, despues de estar acostumbrado a los malos tratos, el que alguien muestre un poco de humanidad, como no matarte, se interpreta como el mayor acto de bondad, los cables se cruzan al límite de poder confundir todo; las malas acciones son buenas y las buenas, posiblemente malas. Se confunde con enamoramiento, el odio se vuelve amor o eso es lo que te hace creer tu cerebro, pero ¿Suena antilogico, cierto? Tal vez quiera pasar con la psicóloga antes...
-No me hable asi- lo interrumpo conteniendo la voz - No estoy loca, no necesito hablar con nadie ¡No estoy confundida! ¡El es bueno!

Síndrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora