Prólogo

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Me quitó la luz, me quito mi música, las ganas de sonreír, se adueñó de mi libertad, mato a mis padres, me ha quitado la vida entera.

Ya no tengo nada por delante.

Salvo el.

Es enfermizo, es repulsivo, es toxico, es destructivo.

¿Cómo alguien puede amar con todas sus fuerzas a la persona que le ha jodido la vida?

Soy una basura, yo debería de estar muerta.

¿Cómo me pude enamorar de esta manera inexplicable, de un ser tan despreciable como el? ¿Por qué siento que se me quema el alma ahora que no lo tengo cerca? Lo necesito como un adicto necesita su dosis, como el aire que respiro, mi cuerpo y mi corazón lo necesita, necesito de el...

Me mata y me destruye lentamente.

Es amor, lo puedo sentir.

Y si no lo es que alguien me lo explique y me ayude a salir de este hechizo, porque es como me siento; embrujada en alma y cuerpo me siento totalmente perdida en el...

Me enamoré de mi secuestrador de la misma persona que debería de matar con mis propias manos.


**Capitulo Editado**

Síndrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora