Mi Primera Opción (Editando)

CAPÍTULO 32: Humilde morada

*Narra Jhosua*

La vi correr pero la conozco muy bien y sé que necesita su espacio, también vi como Matt le gritaba y corría tras ella así que lo alcancé.

-Oye, Necesita su espacio ahora. Sé donde va a estar- lo tranquilice sé muy bien dónde estará. No se opuso y se sentó en el suelo.

-¿Qué pasó?- preguntó.

-Ven, vamos a comprar unas donas para nosotros y para llevarle a Abbie, tampoco le daremos muchísimo espacio con el imbécil suelto. No sé si pueda contártelo, ella tiene ese derecho-

-¿Contarme qué?- estaba exasperado.

-¿Te contó el motivo por el que se fue así el día que la tenía ese chico en la discoteca?-

-Sí, lo sé- me sorprendió, ella nunca se lo había contado a nadie más que a Verónica así que le dije lo que había pasado.

-Maldita sea ¿por qué no me dijeron cuando estábamos ahí?- tenía los puños apretados, Matthew Cara de trasero estaba furioso.

-Bueno, pues.. Emm no quiero que me metan a la cárcel otra vez y también porque es una persona con poder, nos hundiría. Tenemos que estar lo más lejos posible de él.- dije firme.- Ya es hora de ir por Abbie, le gustan las donas de aquí- vi en su cara desprecio hacia mi o eso parecía y agotamiento.

-¿Dónde está?- mientras conducía le conté.

-Bueno cuando éramos pequeños íbamos a un árbol en el que se puede ver el atardecer de una forma espléndida, nos quedábamos ahí hasta que se ocultara el sol completamente; a veces nos quedábamos para ver la luna llena y sus grandes estrellas-

-¿Los dos?- dijo. Creo que solo escuchó lo que los celos dejan escuchar.

-No, también venía Verónica, siempre hemos sido los tres. Yo llegué de último pero las quiero como si hubiésemos vivido siempre juntos- su rostro dejó de estar tensado y se relajó.-Mírala ahí está- dije señalando al árbol-

-No la veo- dijo así que me acerqué más.

-Está en el árbol, le gusta escalarlos, bueno.. Um por si no sabías-

-Ya la vi- dijo saliendo del auto.

*Narra Abbie*

Corrí y me dirigí inconscientemente al lugar más bonito del pueblo, subí en el árbol y me quedé ahí viendo hacia el cielo. Seguro por sus influencias habrá salido de la cárcel o quizá nunca estuvo ahí y nosotros estábamos en otra ciudad tranquilos pensando que se había hecho justicia, pero la justicia siempre es para unos pocos y esos pocos tienen dinero además de personas poderosas a su lado.

Estaba sonando mi celular, contesté sin saber quién era.

-¿Hola?- dije.

-Hola Abbie, quería saber cómo estabas y bueno, disculparme por lo que haya pasado-

-Estoy bien, no pasó nada. Llámame cuando estés solo- le dije.

-Bueno, preciosa- odiaba ese preciosa- espero que no te vayas pronto sé que falta poco para entrar-

-¿No piensas volver ahora?-

-Claro que lo haré y nos veremos-

-Esta bien. Nos vemos, cuídate- y colgué.

Después de un tiempo de paz y reflexión llegaron los chicos. Matt subió con café,Josh igual pero con donas y se sentaron a mi lado.

-Bonito lugar- dijo Matt.

-Es un hermoso lugar- dije.

Nos quedamos ahí comiendo y observando nuestro alrededor hasta el salir de las estrellas.

Ya en casa contamos lo sucedido a la mamá de Josh que estaba furiosa llamó a Thomas (papá de Josh) y dijeron que el tío de Josh que ahora era abogado iba a revisar el caso, no había nada que revisar todo era muy evidente. Nos acostamos a dormir todos muy preocupados.

Al día siguiente desperté, me arregle para salir a correr un rato, cogí mi teléfono, me coloqué los audífonos y me dispuse a ir a la puerta.

-¿A dónde vas?- preguntó Matt.

-Correré un rato- Sonreí.

-Te acompaño- dijo y salió para arreglarse, sé a qué va esto, no me dejarán estar sola ni un instante. Empezamos a correr pero él no paraba de abrazarme y era difícil seguir así que mejor caminamos y hablamos.

-¿Te sientes bien?- preguntó.

-Pues..umm no me siento segura- dije.

-Lo entiendo- suspiró- no pegué el ojo en toda la noche- Sonreí pero no llegó a mis ojos.

-Yo tampoco y pienso que nadie lo hizo en casa-

Llegamos a mi casa, la antigua casa que en estos momentos no estaba habitada así que entramos por el jardín, pedí a los arrendatarios que no tocaran mi cuarto y dejasen toda la estructura intacta.

-Bienvenido a mi humilde morada- el sonrió y esa sonrisa llegó a sus ojos iluminando la oscuridad.

-Es muy bonita, grande. ¿Cual es tu cuarto?-

-Ven- subimos y le mostré. Todo estaba como lo había dejado, mi cama, mis fotos aunque todo estaba lleno de polvo seguía intacto. -¿Alguna vez habías venido a este pueblo?- pregunté cuando nos acostamos en mi cama.

-Sí, pero fue por un corto tiempo. Pasaron cosas bonitas aquí- dijo y me besó con tanta intensidad que por un momento no pude seguir su ritmo.

-Te necesito- susurró.

-Estoy aquí, sólo para ti- le dije mirándolo a los ojos.-Nunca lo olvides- me besó el cuello y no pude resistirme a él, era una droga a la cual ya no podía acudir a rehabilitación; estaba perdida pero no se lo diría, sus caricias, su cuerpo,su voz, todo de él era adictivo. Terminamos haciendo el amor de la única forma que sé, que es mostrando mi amor.

-Tienes razón. De alguna manera no puedo vender esta casa, aquí compartí con Verónica y Jhosi muchas cosas y ahora contigo, volví a perder la virginidad pero ahora en mi cuarto,nunca había traído a un chico para ya sabes- él sonrió.

-No puedes resistir mis encantos, lo sé. Me encanta tenerte sólo para mí y ahora haber sido el primer chico en esto, también me hace sentir especial- dijo sonriendo pero mirando hacia abajo, avergonzado por lo que había dicho, tomé su rostro en mis manos.

-Eres muy especial para mi- lo besé. Nos quedamos ahí hasta que yació la tarde, sonó mi teléfono así que contesté.

-¿Hola?-

-Hola Abbie, quería decirte que estoy solo por si quieres venir-

-Esta bien, ya vamos para allá- dije mirando a Matt.

-Bueno Abbie, te espero- colgué.

-¿Vamos?- preguntó Matt.

-Si quieres, o sino voy solo con Josh- se tensó- oye no te pongas así por Josh, sólo somos amigos- le acaricié el rostro y nos levantamos para irnos.

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-¿Por qué te fuiste?- preguntó Sebastián

-Emm bueno tenía cosas que hacer- dije.

-¿Qué pasó con mi tío?-

-pregúntale a él. ¿Cuándo te dan de alta?- dije evadiendo el tema.

-El viernes que viene. No podré jugar por mucho tiempo- nos quedamos en silencio.

-Pero lo volverás a hacer, no te preocupes- lo tranquilice.- nosotros volveremos mañana, esperaba verte mejor y lo estás-

-Nos veremos- me guiñó un ojo y salí.

Fuimos por última vez a mi lugar favorito en el pueblo, nos quedamos hasta que aparecieron las estrellas.

-Los quiero, gracias- les dije, no quería tocar el tema de ese hombre ya teníamos suficiente con no poder dormir tranquilos por mucho tiempo.