Capítulo 69: Divorciarte

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Decidí esa misma noche de nuestro aniversario irme a casa de Dereck. Tomé el primer avión a Tailandia sin avisar a nadie solo dejé una carta para Joshua.

*Narra Joshua*

Llegué a casa en la madrugada, no podía estar antes para mi esposa pero lo intenté, lo juro. Todo estaba oscuro en casa y comencé a gritar el nombre de Abbie para saber si estaba despierta. Fuí a nuestro comedor, donde aún estaba la vajilla perfectamente organizada para servir la comida y velas apagadas, me siento como una mierda; Subí a la habitación y en medio de nuestra cama vi la carta, me imagino lo peor, me dejó. Con manos temblorosas la tomo. Sabía que después de este tiempo alejado de ella, se cansaría de mi ausencia.

Hola amor,

He decidido darme unas vacaciones para descansar y pensar, espero que todo vaya bien para ti y que nos veamos pronto; sabes que te amo más que a nada pero he tenido tiempos difíciles como te he contado. El tiempo lo tomo por mi, no para alejarme de ti. Esta noche mientras estaba esperándote, pensando en ti, reflexioné en el hecho de que no he tenido tiempo para descansar a través de estos años, no he dedicado tiempo para mi y pienso que ya es perentorio; me encantaría que este tiempo que he escogido fuera a tu lado pero te amo demasiado y mi amor jamás sería egoísta.

Estoy con Dereck, cariño. Feliz aniversario, te amo de la forma más vehemente posible.

Con amor, Abbie.

Mierda..

Esta vez si la he cagado, tengo solo tres días para estar con Abbie, ya que la temporada comienza la próxima semana; agarro de nuevo mi maleta y salgo de inmediato al aeropuerto.

*Narra Abbie*

He dormido en todo el trayecto hasta aquí, así que lo primero que hago después de saludar a mi hermano es ir a nadar y estar sola por un momento aunque Dereck a insistido en acompañarme.

El agua es tan cristalina y tranquila que puedo ver mi cuerpo a través de ella, me quedó en medio de ella pensando, mi cuerpo a cambiado mucho en estos años, sigo siendo pequeña pero mi trasero creció, mi cabello está más largo, mis caderas también están más anchas y engordé aunque me siento bien con mi cuerpo ahora; el cuerpo de mi esposo también cambió y esos cambios eran sumamente notorios, sus hombros eran más anchos, sus brazos eran muy fuertes (me encantaba), su abdomen estaba marcado, podías rayar la ensalada en él y comerla de ahí mismo y... basta mente; lo que más me fascinaba de esos cambios son sus nalgas, duras, cuando hacemos el amor la mayor parte del tiempo intento dejar mis manos en ellas y él sabe que me encantan.

-¿No piensas salir jamás?- grita una voz familiar, muy familiar; volteo rápidamente y cubro mi cuerpo con tan mala suerte que el agua es muy cristalina y o me cubro mi pecho desnudo, <<¿por qué tuve que quitarme el sujetador?>> o me cubro las bragas pequeñas blancas que no dejan demasiado a la imaginación. Salgo deprisa del agua y él me sigue con la mirada y sin disimulo alguno, observa mi cuerpo lentamente como si estuviese memorizándolo o recordándolo.

-¿Qué...Qué haces aquí?- digo trastabillando las palabras.

-Estás preciosa- dice sonriendo y recuerdos invaden mi mente pero los detengo.

-¿Qué haces aquí?- le repito, pero ahora con tono serio.

-Bueno...hace dos semanas estoy aquí, de voluntario en el colegio local- dice algo avergonzado y veo como se sonroja.

-Es.. increíble, pero ¿y el equipo?- 

-No les hará daño que falte un par de meses, además el dinero ya no es un problema- intento sonreír al escuchar sus palabras pero me cuesta ¿por qué Joshua no hace lo mismo?, no necesitamos mucho, yo también trabajo.

Mi Primera Opción (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora