Capítulo 78: No me sueltes

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Estuve en todas las entrevistas totalmente aturdida, Verónica sé dio cuenta y me dijo que me fuera a casa pero en lo único que pensaba es que llegara el atardecer, esperé que Maía dijera que todo estaba bien para regresar a casa.

-¿Sabes algo?- preguntó.

-No- mentí. No quería poner en riesgo la vida de mi esposo. Me senté en la cocina mientras Vero y Matt hablaban de las entrevistas y lo que habíamos conseguido hoy, veía cada segundo que avanzaba el reloj era una maldita tortura, mis manos sudaban y me decía a mi misma que todo estaría bien. Llega la hora y me levanto.

-Voy a la habitación- les digo.

-Descansa, todo se resolverá- dice Vero. Asiento, voy a la habitación por ropa cómoda y una chaqueta y salgo por la puerta trasera con mi auto, veo como Vero sale de la casa corriendo. -¡Abbie, no, por favor!- grita. 

Pongo las coordenadas que me dio la arpía esa y manejo hacia allá, enciendo la radio para silenciar mis pensamientos, ¿por qué estaba haciendo esto esa loca?¿por Matt?¿por mi? no lo sé. Mis lagrimas comienzan a caer nublando mi vista, estoy muy angustiada, no quiero que le pase nada a Josh, es el amor de mi vida, no puede dejarme sola. 

-Pensabas que te iba a dejar sola- dice la voz de Matt, me sobresalto y paro el auto en seco.

-¿cómo supiste?- digo limpiando mi rostro, y viendo hacía la parte de atrás de mi auto.

-Estabas muy inquieta y harías cualquier cosa por ese hombre- sonreí. Me ayuda a limpiar el rostro con sus manos. -Estoy aquí, no te preocupes- dice y apoyo mi rostro en sus manos.

-Gracias, pero no quiero que te pase nada, Matt- digo.

-Haría cualquier cosa por ti, por ustedes. Tu me salvaste, Abbie. Es hora que yo haga lo mismo por ti- dice y me da un beso en la frente.

-Si ves que las cosas se complican, por favor, llama a Maía, no hagas nada loco, ¿sí?- asiente y me tranquilizo un poco. Sigo mi camino hacía la ubicación, aparco el auto. -Quédate aquí, especifico que viniera sola- él asiente.

-Tranquila, Scarlett se alimenta del sufrimiento de los demás; tienes que ser fuerte- asiento y salgo del auto.

*Narrador omnisciente*

El lugar está inhabitado, era una pista de helicópteros pero ahora es un lugar sin vida y con solo unos contenedores que nadie que no pertenezca a los negocios de Duke sabrá que engloban. Abbie estudia el lugar buscando a Joshua y a lo lejos ve a alguien que le cuelgan sus brazos, es Josh, corre hacia él y se percata de su rostro está golpeado, tiene un ojo hincado y morado. 

-Te sacaré de aquí, Josh. Todo va a estar bien- dice, sus manos tiemblan, jamás había vivido una situación así pero recordó la vez que él la salvó. Le quitó la cinta que tenía en los labios y Joshua la observó.

-Bi, vete, vete ya- dijo con su voz magullada. -Te quieren a ti- ella no lo escuchó, comenzó a desamarrar sus manos. Lo único que le importaba en el mundo después de sus hijos era él, su salvador.

-Vaya, pensé que lo dejarías aquí- dijo Martina. -Ya comenzaba a hacerme ilusiones otra vez.

-¿Q-qué haces aquí?- dijo Abbie sin comprender su presencia; Martina llegó hacía donde estaba Abbie y le dio una cachetada. 

-Déjala, maldita desquiciada- gritó Joshua sin poder hacer nada, sintiéndose impotente y culpable por lo que le estaba pasando a Abbie. Un hombre la agarró de las manos y la alejó lo suficiente de Josh para que pueda escuchar y por lo menos verla. 

-Bueno, Abbie. Ya es hora de que dejes de escabullirte como una rata enana y pagues por todo lo que nos habéis hecho- dijo Scarlett.

-No les he hecho nada, sólo me alejé de todo para vivir mi vida tranquila y feliz- dijo intentando contener sus lagrimas, recordaba las palabras de Matt ¨Scarlett se alimenta del sufrimiento¨y no le daría el gusto.

Mi Primera Opción (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora