Mi Primera Opción (Editando)

Capítulo 63: No te cases

Cuando aterrizamos, tomamos el primer taxi que vimos y corrimos a la boutique más cercana, compré algo elegante pero de mi estilo, ni siquiera sé el nombre de mi jefe, ni cómo luce, hoy no será un excelente día, espero que no me aniquile.

Cuando llegamos a casa me quedaban 45 minutos para ir a la empresa, Vero como es una experta en maquillaje y cabello, me arregló mientras yo me vestía, buscaba la libreta entre las cajas, mierda, soy un desastre. Cuando estuve presentable corrí y tomé un taxi, que caro me está costando el primer día, revisé el bolso para buscar mi teléfono y para agregarle otro gran evento a mi día, no lo traía; necesitaba escuchar su voz en este día de locos, me repetía en la mente, todo va a estar bien, tenía 5 minutos cuando salí del auto, aunque me quedaba relativamente cerca el trabajo no podía llegar con un río desbordándose por cada poro de mi piel: me quedé un momento en la entrada tranquilizando mi corazón, decidí entrar y todo era elegante, los colores gris y blanco rodeaban el lugar, la recepcionista llamó mi atención.

-Buenos días, ¿en qué te podemos ayudar?- dijo con tono agradable, debe notarse demasiado que soy nueva.

-Hola, soy Abbigail Victoria Castilblanco, pasante- dije con el mismo tono. Sin mirarme, tomó su teléfono dijo ok y colgó.

-Te están esperando, Bienvenida- sonreí y me fui. Mientras estaba subiendo pensé en lo preocupado que debería estar Josh. Se abrieron las puertas del elevador y ahí estaba una chica bastante elegante esperándome.

-Son las 9:03, llegas tarde. Soy Danielle- Dijo en tono demasiado serio para mi gusto. Me explicó detalladamente todo y yo anotaba en mi agenda hasta su respiración y cuantas veces movía su nariz. - El Señor Vincent..- estaba a punto de colapsar, no puedo ser asistente del dueño, moriré. -Es para el hijo del señor Vincent que trabajarás, relájate un poco.- Uff claro que sí. -Bueno, creo que es todo, si tienes alguna duda este es mi teléfono, ah y otra cosa, jamás llegues tarde y no lo molestes en el día, solo espera que te llame, y te deseo mucha suerte porque es un maldito grano en el trasero- tomó su bolso y se marchó. A dónde me he metido. Me senté donde me correspondía y comencé a indagar en el montón de papeles, de esa forma entender, hice algunos cambios y otras cosas que faltaban, me había entretenido tanto que ya había llegado la hora del almuerzo pero el Sr Vincent no salía, una chica se acercó.

-Oye, nueva hippie, no saldrá, siempre almuerza aquí con su padre. Vamos y te conozco- dijo.

-Oye, pero no soy hippie.- se río.

-Lo sé, relájate- me prestó su teléfono para llamar a Verónica para que por favor trajera mí teléfono y hablamos como si nos conociéramos de hace mucho. Verónica llegó y la invitamos a almorzar con nosotras.

-Gracias por todo, disculpen un momento - me alejé un poco para llamar a Josh.

-Hola- dijo con tono seco.

-Hola, lo siento por no llamar, se me olvidó el teléfono.- suspiró.

-Ok, porque te esperé en el aeropuerto como idiota pero me alegra que estén bien. Gia también las quería matar- dijo.

-Dile que lo siento, algo.. no mucho, nos vemos luego-

-Abbie.. la boda es este fin de semana, ¿si podrás?- preguntó algo triste.

-Mi dulce grandulón, panzón. Yo me caso contigo este fin de semana por encima de quien sea-

-Te amo, ya tengo todo listo para nuestro día-

-Genial, te amo. Hablamos pronto- lo que más me hacía sentir ansiosa era eso, soy nueva y hay demasiado trabajo.

-¿Qué te dijo?- preguntó Verónica.