Capítulo 15

60.7K 4.5K 131
                                    

AERYN

Espero en la puerta de la Facultad a Dominic. No tarda mucho en llegar.

- Acabemos con esto cuanto antes- dice pasando por mi lado y yo ruedo los ojos.

Nos dirigimos a la biblioteca y cuando encendemos nuestros ordenadores portátiles Internet no funciona. Preguntamos en recepción y nos dicen que llevan todo el día con problemas en la conexión. Recogemos nuestras cosas y salimos de allí.

- ¿Qué hacemos?- le pregunto.

- No lo sé pero si no empezamos hoy el trabajo, no nos dará tiempo a terminarlo- dice Dominic con pesar.

- Podemos quedar mañana- sugiero.

- No puedo, mañana tengo entrenamiento de fútbol.

- ¿Entonces?- pregunto.

- Podemos ir a mi casa a hacerlo.

- ¿Qué? Estás loco si piensas que me voy a ir a la cueva de unos vampiros para servir de merienda- le digo cruzándome de brazos.

- No seas estúpida, no te pasará nada si vienes conmigo- dice rodando los ojos.

Salimos fuera y está lloviendo a mares.

- Mira, haz lo que te dé la gana, yo no tengo mucha paciencia y no te voy a rogar para que vengas- dice poniéndose la capucha y corriendo bajo la lluvia hasta llegar a su coche.

Yo lo pienso. No puedo permitirme empezar así las clases. Necesito entregar éste trabajo. Además, no sé que hay en Dominic a pesar de que nos llevemos como el perro y el gato que me hace confiar en él. Quizás sea su actitud pasota. No lo entiendo.

- ¡Espera!- grito y voy hacia su coche hasta montarme en él.

- Joder, me estás llenando de barro todo- maldice.

- Oh, qué pena- me burlo,- ¿estoy manchando tu juguetito?- frunce el ceño y arranca.

A través de la lluvia me cuesta ver bien hacia dónde vamos.

Después de una hora conduciendo en dirección contraria de donde está situada mi manada, estaciona el coche en un aparcamiento.

Salimos y yo me tenso. No había sido realmente consciente hasta este momento de dónde estoy. Caminamos un rato y mucha gente se me para a ver con asco. Yo les ignoro y sigo mi camino sin levantar mi vista del suelo.

- ¡Hombre, Dominic! Nos has traído la merienda,- se nos acerca un grupo de chicos riendo.

Yo me voy a detener pero él no se para.

- Vamos, Steklov, no seas egoísta y compártela con nosotros- dice otro.

- Como alguien se atreva a ponerla un dedo encima, ya puede correr por su vida- dice con una voz tenebrosa que me hiela los huesos y los chicos se marchan corriendo.

Dominic continua su camino sin hablar y yo sigo tras él.

Después de andar lo que a mi me han parecido mínimo veinte minutos llegamos a una increíble mansión.

- ¿Por qué no has aparcado el coche aquí?- digo recuperando el aire por el cansancio.

Nota mental: ponerme en forma.

- Porque no se puede acceder si no es andando, además, los vampiros somos rápidos. Si no hubiese tenido que cargar contigo no hubiese tardado en llegar ni medio minuto- dice.

- Siento ser una carga para ti pero tú fuiste quien tuvo la brillante idea de venir aquí.

Entramos a su casa y no puedo evitar mirar al techo. Todo es alucinante, parece pintado por renacentistas.

DEAR WOLF [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora