DEAR WOLF [COMPLETA]

Capítulo 33

AERYN

Estoy algo preocupada por Dominic. No ha hablado mucho desde que él y Fredek volvieron de ver a Iván y Olenka. Ahora está sentado en el patio. Es diciembre y hace frío por lo que me abrigo; a él el frío poco le afecta. 

- Ey- le digo sentándome a su lado.

Él asiente con su cabeza a modo de saludo.

- ¿Estás bien, Dominic?- le pregunto cruzándome de brazos en busca de algo más de calor.

- Sí- responde escuetamente.

- Pues no lo parece- le digo.

Él ni siquiera levanta su cabeza del suelo para mirarme. No me contesta.

- ¿Me lo contarás algún día?- levanta su cabeza en el acto y me mira nervioso.

- ¿Co-contarte el qué?

- Lo que pasó donde los brujos para que estés así- le digo frunciendo el ceño por no entender su nerviosismo repentino.

- Ah, eso. No tengo mucho que contar. Olenka se metió en mi mente y me dejó algo aturdido, sólo eso.

- ¿Sólo?

- ¿Qué más debería haber pasado?

- Nada, simplemente no me creo que me hayas dicho todo. Pero si eso es lo que quieres, de acuerdo, cuando estés preparado espero que me cuentes el resto- le digo dándole una sonrisa para que sepa que todo está bien y que no le presionaré más.

- Gracias- me mira con ternura.

¿A qué viene esa mirada?

- Será mejor que entremos,- dice Dominic saliendo de su ensoñación,- hace frío y tú te estás congelando.

- Qué exagerado eres...- ruedo mis ojos y el ríe por lo bajo.

Entramos a la casa y veo a Fredek sentado en el sofá moviendo su pierna frenético.

- ¿Ha ocurrido algo?- le pregunto preocupada.

- Me están ocultado algo, lo sé...- murmura.

- ¿Quiénes?- pregunto confusa.

- Dan y Abigail- dice dando un golpe en la mesa frustrado.

- ¿De qué hablas?- pregunto frunciendo el ceño.

- De que no es normal que noche sí, noche también salgan los dos a bares. Es normal que Abigail e incluso Dan quieran salir por ahí, pero todas las noches... Además, noto a mi hermana cambiada.

- No seas paranoico.

- Les voy a seguir.

- Me encanta tu concepto de "no ser paranoico"- digo sarcástica.

- No me gusta que me oculten cosas y menos viniendo de mi hermana que nunca me ha ocultado nada.

- Eres el Alfa, su hermano y por encima de todo, eres un hombre. Las mujeres tenemos secretos, secretos que no les contamos ni a Alfas, ni a hombres y ni pensar en hermanos.

- Abigail no.

- Abigail sí, Fredek. Tienes que aceptar que tu hermanita ha crecido.

El mira sus manos no muy convencido por mis palabras.

De pronto su teléfono suena.

- Dime Marcus- dice suspirando tocándose el puente de su nariz. - ¿Cómo?- frunce su ceño.- De acuerdo, mantenme informado- dice y cuelga.

- ¿Algo malo?- pregunto y él asiente.

•••

He cogido el coche de Fredek prestado. Le he dicho que iba a ver a mi padre pero mis planes son diferentes. No me gusta mentirle pero aunque no lo quisiese admitir delante de él por defender a Abi, yo también estoy preocupada por ella.

Voy directa a un bar al que por lo que he podido escuchar a algunos compañeros de clase, es el sitio de moda en donde todo el mundo se reune últimamente. Yo nunca había ido ni tampoco tenía pensado hacerlo pero tengo que saber qué está ocurriendo aquí y sé que Dan no me lo contará, es demasiado noble para hacerlo.

Aparco cerca del sitio y entro no hay mucha luz, la suficiente para ver qué hay bastante gente de todo tipo de razas. Busco con mi mirada y veo en la barra a Dan charlando animosamente con otro hombre. No quiero que me vea pero es algo irremediable ya que está frente a mí. Él pone cara de sorpresa al verme y se levanta rápidamente para venir hacia mí después de darle un par de palmadas al hombre en el brazo.

- ¿Qué narices haces aquí?- me pregunta agarrándome del codo bruscamente para llevarme hacia un lado del lugar.

- ¡Para!- me detengo y le miro.- ¿Qué más te da a ti que yo esté aquí?- le pregunto cruzándome de brazos.

- No puedes estar aquí- me dice serio.

- Se acabó, quiero saber qué está ocurriendo con Abi y contigo- le digo igual de seria.

Él lanza un suspiro de frustración y se pasa las manos por la cara.

- De acuerdo,- dice al fin,- pero me tienes que jurar que no le contarás nada de esto a Fredek.

- ¿Por qué no le puedo decir nada?

- O lo juras o te vuelves a casa.

- Vale, joder, lo juro- digo cabreada.

- ¿Puedo confiar en ti?- me pregunta y yo suspiro.

- Sabes que sí- él asiente.

- Bien, acompáñeme- dice y se gira para dirigirse hacia el otro lado del bar.

Yo le sigo y sorteamos a la gente para poder pasar. Dan no tarda mucho en detenerse.

- Mira allí- señala con su cabeza hacia una mesa.

En ella están Abi y un chico muy guapo hablando y riendo. De repente el chico la sujeta de la nuca y la atrae hacia él para darle un beso apasionado.

- ¿Sólo eso?- pregunto.- ¿Tanto misterio para ocultar que Abi tiene novio?- bufo decepcionada esperando algo mejor.

- No lo entiendes,- niega con la cabeza.- Es su mate.

- ¡Entonces eso es maravilloso!- digo entusiasmada.

- No, Aeryn, no lo es- me dice serio.

- ¿Por qué no?- pregunto sin entender nada.

- Porque él es un demonio.

- ¿Un demonio?- pregunto sorprendida.- Nunca había conocido a ninguno pero no tiene que ser tan malo, ¿no?

- Lo es. A Fredek no le gustan los demonios. Bueno, en realidad creo que no le gusta nadie excepto tú- dice encogiéndose de hombros y no puedo evitar que se me escape una pequeña sonrisa.- El problema está en este demonio en concreto.

- ¿Es una mala persona?- pregunto preocupada.- Si es así, ¿por qué has permitido que estén juntos?

- No es malo con Abi, a ella la trata muy bien. Él y Fredek son enemigos desde que tengo uso de razón. Está aliado con Rustam y ahora que Dominic está oculto en casa de Fredek, si se enterase de que su hermana confraterniza con el enemigo no permitiría que se volviesen a ver y yo más que nadie sé lo que es no tener junto a ti a tu mate- dice con una sonrisa triste.- No quiero que Abi pase lo que yo estoy pasando.

No me lo pienso dos veces y le abrazo.

- Eres demasiado bueno, Dan- le digo.

- Y por ello me ganaré una buena paliza de Fredek- me dice y yo río.