Me desperté por unos gritos provenientes de la cocina.
Ignoré el ruido y seguí durmiendo.
.-.-.
-¡MI DESAYUNO!- gritó alguien en mi oído, haciendo que me despierte rápidamente.
Miré a quien me grita, es Miguel.
-Eres mayor que yo, prepárate el desayuno solo- dije.
-¡¿CÓMO TE ATREVES A FALTARME EL RESPETO?! ¡PREPÁRAME EL DESAYUNO! ¡YA!- gritó Miguel.
Miguel me agarró de los pelos y me arrastró hasta la cocina, haciendo que me golpeara con los escalones que sirven para subir y bajar al sótano, que es mi habitación.
-¡MADRE! ¡NO ME HA PREPARADO EL DESAYUNO!- lloriqueó Miguel, en frente de María.
-Estúpida.... ¡¿Cuándo entenderás que tienes que prepararnos la comida?!- dijo María.
-María, querida, no le grites.... Te harás mal la voz y hoy tenemos una reunión- dijo Matías-. Yo me encargo.
Miguel me soltó y Matías me agarró de los hombros, levantándome.
-Pelotuda, ¿Te acuerdas que tienes que hacernos el desayuno?- dijo Matías, pero no pude responder, ya que estoy muy adolorida-. ¡TIENES QUE PREPARARNOS EL DESAYUNO! ¡YA! ¡AHORA!
Matías me golpeó repetitivas veces y me lanzó contra la puerta de la cocina.
-Ahora, haznos el desayuno- dijo María.
Fui a la cocina y preparé el desayuno para todos.
Serví los waffles, cafés, medialunas, tostadas y los aderezos.
-Te dije un millón de veces, que yo tomo café con dos cucharadas de edulcorante- dijo Martín, lanzándome el café caliente sobre mí, quemándome.
Me quejé al sentir el café ardiendo sobre mi piel.
-Prepárame un café, correctamente- dijo Martín, empujándome contra la puerta de la cocina.
Preparé el café de Martín correctamente y se lo di.
-Limpia el suelo- me ordenó María.
-Necesito cambiarme- dije en voz baja.
-Eres la sirvienta, limpia como se te ordena- dijo María.
Una de las empleadas llegó y se acercó a mi, para limpiar el suelo, pero María la detuvo.
-Señorita, no limpie- dijo María amablemente a la empleada-. La mocosa sabe hacerlo sola.
-Si quiere la ayudo- me dijo Marinela, la empleada.
-No es necesario- dije, sonriendo, ya que mi familia me amenaza con la mirada.
Limpié el suelo.
-Ya puedes retirarte- dijo Martín y fui a mi habitación.
Agarré ropa limpia y me fui a bañar.
Me duché y cambié.
-¡NOS VAMOS!- gritó Marcos-. ¡MOCOSA! ¡LIMPIA MI HABITACIÓN Y HAZ MI TAREA!
-¡PARA MI LO MISMO!- dijeron los otros 4 hermanos, a la vez.
Escuché el ruido de la puerta abriéndose y cerrándose con fuerza.
Salí de mi habitación y fui a la habitación de mis hermanos y padres, donde ordené y limpié todo (con ayuda de las empleadas) e hice la tarea de mis hermanos (cosa fácil, ya que aprendí todo lo que ellos estudian).
ESTÁS LEYENDO
La Reencarnación de la Princesa Híbrida
FantasyEsta es la segunda temporada de "La Princesa Híbrida". Esta historia es más corta que la primera temporada. Espero que la disfruten y no me maten, por hacer el final que hice en la primera temporada. ¡Hola! Me llamo Isabella y te invito a que lea...