Capítulo 36- Hora de levantarse

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Me desperté, ya que alguien me está zarandeando suavemente. 

-5 horas más...- me quejé...

-Como tu quieras...- dijo una voz masculina.

Me acurruqué y seguí durmiendo.

.-.-.

Me desperté, ya que sentí que me tiraron agua encima (por suerte, es agua tibia... Ni muy fría, ni muy caliente).

Me desperté de golpe, abriendo los ojos.

-¿Ya se despertó?- dijo una voz.

Escuché a varias personas reírse.

-Vamos... Es hora de levantarse- dijo la suave voz de mi madre.

-Una hora más- dije.

-Ya es hora de levantarse... Hoy te espera un gran día- dijo mi padre.

Julián, me dio una toalla.

Tomas, me cargó como si fuera una bebé y me llevó a mi habitación, ya que estábamos en el patio.

-Ve a bañarte, así te terminas de despertar- dijo Tomas-. Vuelvo dentro de media hora para verificar si te duermes o no.

-Ok- dije.

Agarré la toalla, me enrosqué y me dormí así, en el suelo.

.-.-.

-... Chocolate- dijo alguien.

Rápidamente abrí los ojos y miré a quien dijo eso.

-Juli... ¿Dónde tienes el chocolate?- dije dulcemente, mirando a Julián.

-Lo siento... Se acabó- dijo Julián.

-Si serás malo- dije, poniendo una cara que da lástima.

-Luego te compro uno- me susurró Tomas en el oído.

Sonreí.

-Bueno, ya me desperté... ¿Qué hora es?- pregunté.

-Son las 11AM- dijo mi padre, mirando su celular.

-Te estamos intentando despertar desde las 8AM- dijo mi madre.

-¡¿Por qué tan temprano?!- dije.

-Porque tienes que aprender a dominar tus poderes, si es que no quieres matar a todos- dijo mi madre.

-Lo hubieran dicho antes- dije.

-Si te lo decíamos antes... ¿Te despertarías?- dijo Tomas.

-Obviamente... NO- dije-. Pero tendría algo para hacer.

-Ok- dijo mi madre-. Ahora, ponte ropa cómoda, que vas a entrenar muy duro.

-Antes que nada...- dijo mi padre-. Hija... ¿Qué parte de ti quieres entrenar primero?

-Lado angelical y Lado demoníaco- dije-. Suenan genial.

-Entonces, le avisaré a Victoria, a Lucía, a Leandro, a Daniel, a Nicolás, a Celeste, a Dylan, a Sol, a Diana y a Jesús, que tendrán que ayudarte para que entrenes- dijo mi madre.

-Ok...- dije-. Pero antes de entrenar, quiero comer.

-Obviamente- dijo mi padre y rió.

Fuimos al comedor y comí una gran porción de fideos (como ya dije antes... AMO LOS FIDEOS).

Al terminar de comer, me puse un short rojo y una remera con flores, de espalda abierta (cosa que mi madre me recomendó).

Al terminar de cambiarme, me peiné y fui al patio trasero de la casa, donde me esperan.

Me saqué las zapatillas, ya que es mejor estar descalza, apra tener mayor comodidad.

-Ok...- dijo mi madre-. Es hora de empezar.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora