Capítulo 34- Recuperación 1/2

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Me desperté, sintiéndome mucho mejor que ayer.

Me dolía la cara, la espalda y la parte superior de los brazos.

Miré donde estoy... Es mi habitación de mi casa, en pijama.

Suspiré y sonreí.

Me intenté levantar, pero no tengo energía ni fuerza.

Tomas entró por la puerta.

-Hola amor mío- me dijo y sonreí-. ¿Cómo te sientes?

-Hola- dije-. Estoy mejor que ayer.

Me intenté levantar, pero Tomas, me lo impidió, haciendo que me vuelva a acostar en la cama.

-Estás muy débil... Tienes prohibido tocar el suelo o salir de esta habitación... Al menos que tengas que ir al baño, en ese caso, yo o alguien te ayudará- dijo Tomas.

-Tengo hambre- me quejé.

-Ya lo suponía- dijo Tomas-. Ahora te traigo comida.

-Está bien- dije.

Tomas salió de la habitación y escuché que gritó.

-¡JULIANA YA SE DESPERTÓ Y TIENE HAMBRE!- gritó Tomas, detrás de la puerta.

Me reí.

Mis padres entraron a la habitación.

-Hola pequeña...- dijo mi padre.

Mi madre, me sonrió.

-¿Estás mejor que ayer?- preguntó mi madre.

Asentí con la cabeza.

-Pero tengo hambre- me quejé, otra vez.

-Tomas ya fue en busca de comida para la princesa- dijo mi padre, como si fuéramos reyes.

-Eres nuestra hija... Nosotros somos rey y reina... Obviamente te trataremos como princesa, porque eres una... No lo olvides...- dijo mi padre, leyendo mi pensamiento.

-No te metas dentro de mi mente, por favor- le pedí.

-Ok- dijo mi padre y sonrió.

-Bueno, te dejamos para que descanses...- dijo mi padre.

-Ahora viene la comida- dijo mi madre.

Los dos me dieron un beso en la frente y se fueron.

Julián entró a la habitación y al verme, corrió hasta mi y me abrazó, como si su vida dependiese de ello.

-Aire...- dije y Julián me entendió-. Gracias.

-Perdón... Me emocioné...- dije él y yo reí-. Supongo que te sientes mejor que ayer y con hambre.

-¿Lees mentes, adivinas lo obvio o espiaste la conversación que tuve?- dije.

-Las últimas dos opciones- dijo Julián.

-Ok- dije-. ¿Sabes lo que sucedió luego de que me duerma?

-Te trajeron aquí, tus padres te cambiaron de ropa, te acostaron en la cama, te arroparon, me quedé tres horas vigilandote junto a Tomas, mientras charlamos, cenamos y luego fuimos a dormir. Hoy a la mañana seguimos con la rutina de siempre- comentó.

-¿Qué hora es?- pregunté.

-Son las 12:11PM- dijo Julián, revisando su celular-. Miento... Son las 12:12PM.

-Ese minuto hizo la gran diferencia- dije y los dos reímos.

Alguien tocó la puerta.

-Pase- dije.

Tomas entró a la habitación, con una bandeja con tapa, en manos.

Tomas se sentó a mi derecha y Julián a mi izquierda.

-Te traje la comida- dijo Tomas-. Tuve que hacer magia, pero aquí tienes tu desayuno que se almuerza.

Tomas sacó la tapa.

-¡Al fin una comida de verdad!- dije, muy feliz.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora