La Reencarnación de la Princesa Híbrida

Capítulo 7- Análisis

-¿Están seguros de que soy la reencarnación de Juliana?- pregunté, muy confundida.

-Estoy un 95.555% seguro- dijo el poste de luz.

-Querido poste de luz andante, dime que tengo que hacer para comprobar, así se con exactitud el resultado del experimento que hice con Julián- dije.

-Ok... Pero antes, nos presentaremos, así no utilizas los apodos que estás pensando- me dijo el fideo con traje.

Cada uno se presentó (me da flojera escribir uno a uno, así que lo pondré en general), a pesar de que yo ya les conocía.

-Ahora, yo me presentaré- dije-. Me llamo Isabella Josefina Delgado. Tengo 15 años y no tengo familia.

-Si no tienes familia... ¿Dónde vives? Aún eres menor de edad- dijo Slenderman.

-Vivo con unas personas, que me tratan como esclava, teniendo en cuenta, que soy hija de dos de ellos y hermana menor de los otros cinco- dije y todos me miraron con lástima.

-Pobre de ti... Soportar tantos años a esas 7 bestias...- dijo Tomas T. The Killer.

Tomas me intentó abrazar, pero yo retrocedí, poniéndome en pose de defensa.

-Solamente te quiero abrazar...- dijo Tomas-. No te haré daño.

-Solamente hay 1 persona en este mundo que me puede abrazar sin hacerme daño- dije.

-¿Quién?- preguntaron todos.

-Julián, mi novio- dije.

Tomas, me miró triste.

-Disculpen, pero me tengo que ir- dijo Tomas, retrocediendo, yendo hacia la puerta.

-¿Ok?...- dije, algo confundida y él se fue-. ¿Dije algo malo?

-No, no. No es eso, es que él era el esposo de Juliana, por eso, le afectó tanto que tu digas que tienes otra pareja, ya que eres tan parecida a ella- me explicó Jane.

-Ok- dije, algo triste.

-No te pongas mal, no es tu culpa- dijo Nina, acercándose a mi y yo retrocedí-. Por favor, no te alejes, no te haremos daño.

-Yo no confío en nadie, excepto Julián- dije, alejándome un poco más, acurrucándome contra la pared-. Me tengo que ir a mi casa- dije, recordando todo lo que tengo que hacer.

-Pero... ¿No querías hacer la prueba?- dijo Slenderman.

-¿Va a tardar mucho?- dije.

-No- respondió él.

-Ok. Haz la prueba- dije.

Slenderman me agarró de la mano y de un segundo a otro, estábamos en un laboratorio oscuro.

-Este es mi laboratorio- dijo Slenderman.

-¿Cómo llegas a aquí?- pregunté muy confundida.

-Teletransportación...- me respondió-. Bien, empecemos... Necesito sangre tuya.

-No me gusta que me saquen sangre...- dije-. Pero está bien... Haré una excepción. ¿Dónde te dejo la sangre?

-En este frasquito- dijo Slenderman, pasándome un frasco.

-¿De donde sacaste eso?- pregunté, algo sorprendida-. Recién no lo tenías en la mano.

-Magia- dijo Slenderman.

Creo que Slenderman habría hecho una cara kawaii, si es que tuviera cara.

-¿Dónde está mi mochila?- pregunté.