Capítulo 58- Casa del árbol

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Empecé a volar en el aire.

Me senté en una de las nubes (cosa que SI es posible) y empecé a llorar, abrazada a mis piernas.

Como la nube se estaba rompiendo, empecé a aletear y volé hasta el lugar que más me gusta de todo el bosque.

Volé y aterricé, frente a mi casa del árbol, que la cree, hace varios años, entre raíces... Como está bastante lejos, puedo hacer lo que quiera, sin que me pase nada... Nadie conoce la casa, excepto yo, Tomas y Julián (es como nuestra guarida secreta).

Entré a la casa.

Dentro de la pequeña casa, hay un baño, una cocina y tres habitaciones, con una cama grande y un armario en cada una.

Puede que por fuera parezca solamente unas raíces de un viejo árbol, pero por dentro, es una casa moderna, con electricidad (la fuente de energía está en al copa del árbol) y todo... Aquí hay todo, menos comida (ya que vengo una vez cada mucho tiempo, por eso, no puedo dejar comida) y mis cosas personales.

Agarré ropa limpia (cosa que si hay) y me cambié.

Agarré un poco del dinero que tengo guardado y fui al mercado más cercano (y que esté abierto), para comprar un poco de comida.

Estoy muy triste y enojada como para volver con mi familia.

Al terminar de comprar comida, cosas que faltan y muchos dulces, pagué todo y volví a mi pequeña casa.

Guardé las cosas donde van.

Agarré mi navaja favorita y fui al baño.

Preparé la bañera, me metí, me bañé.

Al terminar, deslicé mi navaja en mis brazos, piernas y viente.

Cuando se me empezó nubló la vista, salí de la bañera, me sequé, me puse mi top y el short (que utilizaba para pelear), y me acosté en mi cama, boca arriba, dejando que mi sangre esté a la vista.

Empecé a llorar, ya que Tomas no está a mi lado.

Cerré mis ojos y me dormí.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora