Capítulo 27- Fábrica de pasta

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Atravesamos el portar, llegando a un callejón oscuro a unas pocas cuadras de nuestro destino.

Caminé dos cuadras, charlando con Julián y riendo de pavadas.

Al llegar al lugar (que no es el Instituto) donde se hacen las juntas de la Mafia Juvenil, nos acercamos a la puerta.

Tocamos la puerta, manteniendo un ritmo:

Toc-Toc-Toc... ... Toc-Toc-Toc... ... Toc-Toc-Toc... ...

La ventana de la puerta se abrió.

-Nombres- dijo la persona de otro lado de la puerta

-La Burla del Siglo- dijo Julián.

-La Monja Loca de la Vida- dije.

Lo se, son pésimos nombres, pero nos representan.

-Pasen- dije y abrió la puerta.

Entramos al edificio de tres pisos, que parece estar en ruinas.

Fuimos para donde está todo el grupo reunido.

Tomaron lista y como estamos todos, empezó la reunión.

Vamos a asaltar una fábrica de pastas artesanales, que no han pagado lo que tienen que pagar para mantener el negocio en pie, además de que las pastas son muy deliciosas, y hay que eliminar a la competencia, para que las fábricas de mis padres sigan siendo las mejores en todo el mundo.

-Ya saben que hacer- dijo Bruno Franco, el líder-. ¿Listos?

-¡VAMOS!- gritamos todos.

Corrimos a las camionetas y nos ubicamos en nuestros lugares.

Julián, Bruno y yo (al ser los mayores), condujimos hasta nuestro destino.

Conduje a toda velocidad, riendo como loca. Amo la adrenalina.

Al llegar, yo fui la primera en bajarse. Luego bajaron Julián, Bruno y el resto.

La fábrica estaba cerrada (como esperábamos).

Conecté mi computadora portátil a la caja eléctrica exterior del edifico.

Hackee el sistema, para así poder entrar sin que llegue la policía a aguarnos nuestra fiesta.

-Listo- avisé.

Rompimos la puerta y las ventanas.

Todo el grupo entró al lugar y empezamos a destruir todo.

Mientras hacíamos el desastre, me reía como loca.

Al cabo de 25 minutos, destruimos todo. Nada había quedado en pie.

-Todos fuera. Vamos a incendiar este basural- dijo Bruno y todos salimos de por donde entramos.

Bruno, Julián y yo (que somos los 3 más importantes de cada misión, ya que tenemos lo necesario (Bruno la táctica y la técnica, Julián la idea, la planificación y el entrenamiento, yo la fuerza y la inteligencia) y somos los mayores), lanzamos gasolina por todos lados.

Salimos fuera del local.

-Isa... Nos harías los honores...- dijo Bruno sonriendo.

-Con mucho gusto- dije.

Agarré un fósforo, lo encendí y lo lancé dentro del local, haciendo que la gasolina se empiece a quemar y con sigo, todo el lugar.

-Misión completa... ¡Todos a la base de control!- gritó Bruno.

Cada cual, subió al auto en el que vino y fuimos al viejo edificio.

-La misión ya ha sido cumplida... Pueden retirarse- dijo Bruno.

Cada cual se fue para un lado.

Con Julián, fuimos al bosque riendo.

Fuimos a la creepyhouse, donde abrimos un portal y fuimos a la mansión de mis padres no biológicos.

Atravesamos el portal, aún riendo por todo lo sucedido (como siempre).

Subimos las escaleras y cada cual fue a su habitación.

Agarré ropa limpia, fui al baño, me bañé, me sequé, me cambié, me peiné y dejé la computadora portátil cargando batería.

Bajé las escaleras y me senté en el sillón, junto a Julián.

-Hola- saludó mi madre, llegando de la cocina-. ¿Qué tal estuvo su día?

-Genial- dijimos los dos a la vez.

-¿Recién se levantan o..?- dijo mi padre, llegando al living, con un vaso en su mano, tomando algo rojo.

-Nos despertamos hace rato...- dijo Julián, interrumpiendo a mi padre.

-...Y fuimos a una misión de la Mafia- dije, terminando la oración de Julián.

-¿Todo salió a la perfección?- preguntó mi padre.

-Si- dije y él sonrió.

-Bien- dijo y se fue a la cocina otra vez.

-Vamos a merendar- dijo mi madre-. No han comido nada en todo el día, supongo que tienen hambre.

-Vamos- dijo Julián.

Fuimos al comedor, donde ya está la merienda servida.

Comimos y Tomas llegó.

Julián se fue a dormir (es su rutina, se la pasa medio día durmiendo).

Empecé a charlar con Tomas.

Jugamos un poco a la PlayStation15.

.-.-.

Ya es la hora de la cena, así que, desperté a Julián y cenamos los 5 juntos (mis padres, Julián, Tomas y yo).

Al terminar, fui a mi habitación junto a Tomas.

Julián le avisó a la Mafia Juvenil, que ni él ni yo, vamos a volver para las misiones y destruimos nuestros celulares, para que no nos puedan rastrear. Luego de eso, Julián fue a su habitación a seguir durmiendo.

-¡Buenas noches!- gritó Julián desde su habitación.

-¡Buenas noches!- gritamos todos.

Agarré mi pijama de osos pandas, fui al baño y me cambié.

Me preparé para dormir y me acosté en mi cama.

Tomas llegó (por la puerta) y se acostó a mi lado.

-No quiero estar lejos de ti, nunca más... Que duermas bien- dijo Tomas, estando abrazándome por detrás.

-Que duermas bien- dije.

Cerré los ojos y me dormí.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora