Capítulo 40- Hay que tranquilizarse

1.8K 171 2
                                    

-Pequeña... ¿Qué sucedió?- dijo mi padre-. Resume todo.

-Salí del baño, los chicos estaban en mi habitación, los saqué a la fuerza, me transformé sin querer, intenté volver a la normalidad, no lo logré, me vestí, crucé el pasillo, toqué la puerta, me abrieron... Y ya saben el resto- dije.

-¿En qué piensas?- me preguntó mi madre.

-¿A qué viene esa pregunta?- dije.

-Quizá haya algún pensamiento que te está alterando y no puedes volver a la normalidad- dijo mi madre.

-Me quedé pensando en lo que pasó- dije.

-Intenta descansar... Quizá tienes demasiadas cosas en tu cabeza y por eso no te puedes tranquilizar- dijo mi padre.

-Está bien- dije.

-Dentro de media hora iremos a tu habitación para ver que tal vas en el proceso de transformación a la normalidad- dijo mi madre.

-Ok- dije.

Volví a mi habitación, me relajé y me acosté en mi cama.

Me puse los auriculares, con música que me gusta.

Sentí un pequeño dolor en mi cara y espalda.

Me miré al espejo, ya estaba normal.

Sonreí.

Alguien tocó la puerta.

Abrí y vi a mis padres.

-Veo que has logrado volver a la normalidad- dijo mi padre.

-Exacto- dije y sonreí-. Gracias.

Nos abrazamos.

-Que duermas bien- dijo mi madre y mis padres se fueron a su habitación.

-Igualmente- respondí y cerraron la puerta.

Cuando estaba a punto de cerrar mi puerta, alguien puso el pié.

Volvía a abrir y vi a Tomas, ya cambiado.

-¿Puedo dormir contigo?- me preguntó.

-Cuando quieras- dije.

Él entró a mi habitación.

Nos acostamos en mi cama y nos dormimos.

Continuará... 

Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora