Capítulo 37- Entrenamiento

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*Voy a adelantar 5 meses.*

-¡Al fin lo logré!- exclamé de la felicidad.

Al fin logré mostrar mis alas y los colmillos a la vez.

Fueron 5 los meses que estuve entrenando, para poder dejar a la vista mis alas (la izquierda es parecida a una ala de murciélago color negro y la derecha es blanca, con plumas como la de una paloma "sagrada" (paloma totalmente blanca y limpia)), para transformarme en lobo (cosa que aún me cuesta, pero ya no duele tanto como los primeros meses) y mostrar los colmillos (aparecen cuando me enojo). También, estoy practicando combinar las 4 formas... Aunque aún me falta muchísimo más, para ser la Juliana que era en el pasado.

-Bien, ahora prepárate- dijo mi madre-. Cámbiate de ropa, a algo viejo, para hacer el circuito, en el que vas a tener que pasar por tus 4 formas.

-Ok- dije.

Corrí a mi habitación (a velocidad vampiro, (cosa que me sigue impresionando)).

Agarré un vestido, que lo utilizaba para limpiar.

Me puse el vestido y salté desde la ventana al suelo, donde están todos.

-¿Lista?- preguntó mi padre.

-Creo que si- dije, mientras asiento con la cabeza.

-Empieza... ¡Ya!- gritó mi padre.

Empecé a correr a velocidad vampiro, los primeros 100 kilómetros. Luego, dejé a la vista mis alas, rompiendo parte del vestido y volé unos 50 kilómetros, en dirección de mi punto de partida. Sin ocultar las alas y los colmillos, rápidamente me transformé en lobo y corrí los 50 kilómetros restantes.

Al llegar a mi meta, me paré en seco, haciendo que caiga de cara al suelo.

Rápidamente, mi madre me cubrió con una frazada y volví a mi forma humana.

Tapada solamente con la frazada, mi padre me cargó como bebé y de un salto, llegó a mi habitación, donde me dejó en el suelo.

-Te esperamos abajo- dijo mi padre y me dio un beso en la frente-. Lo has hecho muy bien.

-Gracias- dije.

Mi padre se fue.

Muy feliz por haber logrado mi objetivo, agarré ropa limpia y fui al baño.

Me bañé y cambié.

Salí de mi habitación y fui directo a la cocina, ya que luego de los entrenamientos, me da MUCHÍSIMA hambre.

En la cocina, me encontré con mis padres, mi hermano y mi novio.

-Ten... Te lo has ganado- dijo mi Tomas, dándome un chocolate.

Gracias a todos (mi familia, mis amigos, mi novio y mi hermano), logré aprender a controlarme con el chocolate, ya que soy muy peligrosa (teniendo en cuenta que mis poderes están recién "despertados" y eso hace todo mucho más peligroso de lo que debería ser).

Guardé el chocolate en la heladera.

Merendamos y luego, fuimos al parque de la ciudad más cercana, para descansar un rato.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora