La Reencarnación de la Princesa Híbrida

Capítulo 65- Capítulo final

*Voy a adelantar la historia varios años.*

Ya tengo 40 años. Estoy casada con Tomas y tuve un par de mellizos; 1 hermoso hijo y 1 hermosa hija.

-¡Mamá!- gritó Andrew.

-¿Qué pasa, hijito?- le pregunté.

-Alejandra me sacó mi pistola- se quejó.

-¡Yo no te saqué nada!- dijo Alejandra-. ¡Vos me sacaste mi pistola y la acabo de recuperar!

-¿Me la prestas?- le dije.

Mi hija me dio la pistola.

Tenía una "A" en corrector.

-Esta pistola es de Alejandra- dije y se la di a mi hija-. Hija, ¿Me prestas la pistola de tu hermano?

-Yo no la tengo- dijo ella.

La miré fijamente a los ojos, como si fuera una guerra de miradas. en la cual yo gané.

-Aquí está- dijo de mala gana y me entregó una pistola, que tiene una "A" en fibra negra.

-Aquí tienes hijo- le dije y le devolví lo que le correspondía.

-Gracias- dijo mi hijo.

-Ahora, vayan a jugar... Ya estoy terminando la comida- dije.

Los pequeños de 8años, fueron al living a jugar que estaban en una batalla.

-¡Ya volví!- dijo mi esposo, entrando a la casa.

-¡Papá!- gritaron los mellizos y corrieron hacia su padre.

-Hola- saludé, cuando él se me acercó.

-Hola, mi amor- me dijo Tomas y me dio un beso.

Los pequeños hicieron una mueca de asco.

-El día que ustedes besen a la persona que más les gusta, no del dará asco... Les encantará- les dije.

-¿Cómo están los bebés?- me preguntó.

Me olvidé comentarlo, estoy embarazada de mellizos, otra vez... Ya tengo 8 meses.

-Bien... Han pateado un poco, pero hubo veces peores- dije.

-¿Hoy va a venir el tío Julián?- me preguntó Alejandra.

-Quizá si- dije.

-¡Yeiii!- dijo Alejandra y fue con su hermano a contarle la noticia.

Terminé de preparar la comida y entre los 4 pusimos la mesa.

Alguien tocó el timbre.

-¡Yo voy!- dijeron los mellizos a la vez-. ¡No! ¡Yo voy!

-Mejor va papá- dije.

Tomas abrió la puerta y entró Julián junto a su familia.

-¡Hola!- dijeron mis hijos.

-¡Tía Juliana! ¡Mira mi dibujo!- me dijo Mivel, mi sobrina, mostrándome un dibujo.

-Hola pequeña- la saludé-. Me encanta tu dibujo... Está genial.

-Te lo regalo- me dijo y me lo dio.

-Muchas gracias- le dije y le di un besos en la frente-. ¿Quieres que lo peguemos en el mural?

Ella asintió.

Pegamos el dibujo en la pared del pasillo, que al ser tan largo, la utilizamos como mural de recuerdos.

Al terminar, volvimos con el resto.

Saludé a Julián, a Sofía (la esposa de Julián), a Nelea (la hermana gemela menor de Mivel) y a Lionel (hermano mayor de las gemelas).

-¿Vamos a comer?- propuse.

-¡Vamos!- dijeron los pequeños.

Fuimos al comedor y comimos, junto a mis padres.

Colorín  Colorado... Este Cuento A Terminado.

Colorín Colorado... Fuiste puro chat, teléfono y teclado.

The End.

Fin.

P.D.: ¿Entendiste que la historia terminó o te lo tengo que decir en otro idioma? ¡Mucha suerte!