Capítulo 12- Al despertar

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Me desperté por el ruido de mi celular, indicándome que tengo una llamada.

**Inicio de la llamada.*

Yo: ¿Hola?

Papá: ¡¿Dónde mierda estás?! No me digas que estás con el patético de tu novio.

Acabas de insultar a Julián, a mi novio... Eso te va a salir caro, querido padre.

Yo: Insúltame todo lo que quieras, pero a mi novio NUNCA.

Aún en pijama, me levanté, me puse las pantuflas y bajé las escaleras, con el celular en la mano, mientras que hablo.

Papá: ¡Se supone que debiste servir el desayuno hace 1 HORA!

Yo: Tengo mejores cosas para hacer, que preparar el desayuno a unos vagos, cuando tienen empleadas.

Papá: A las chicas, las despedimos, ya que contigo sola, ya es suficiente como para tener que lidiar con todas ellas.

Yo: Escúchame bien... Nunca más volveré a esa prisión.

Papá: Me importa un sorete lo que quieras, regresas a casa ya mismo o mando a la fuerza bruta.

Yo: Hazlo si quieres, ya no me importa.

Papá: ¿Me estás desafiando?

Yo: ¿Qué te parece?

Papá: ¡VUELVE YA MISMO A CASA!

Yo: ¡NUNCA! Nunca más voy a ir.

Papá: Y si no vives con nosotros, ¿Dónde más vivirás? No conozco lugares donde acepten mocosas como tú.

Yo: Vete a la mierda. Y he conseguido un lugar mejor para vivir.

Papá: ¡¿Estás con el estúpido de Julián?! Debí haber matado a ese chico, cuando pude...

Yo: Nunca más vuelvas a hablar mal de él.

Papá: ¿Qué harás si lo vuelvo a hacer?

Yo: ¿Sabes que puedo llamar a la Mafia y que te maten?

Papá: Se te olvida que yo soy parte de esa organización.... Y te aviso, que ya soy el Sub-Jefe.

Yo: Me alegro por ti -dije sarcásticamente-.

Papá: Si no vuelves en 5 minutos, voy a donde sea que estés y te mando a la Mafia otra vez.

Yo: Haz lo que quieras... Estar con ellos, es mejor que estar contigo y lo que tu llamas familia.

Papá: ¡¿Cómo te atreves a insultarme?! ¡Soy tu padre! Muestra más respeto hacia mi.

Yo: ¡Entonces respétame como hija! ¡Lo único que haces, es maltratarme! ¡Nunca he recibido cariño, ni de tu parte, ni la de nadie en esa mansión! ¡Tienes 5 hijos varones, mayores que yo y siempre yo soy la perjudicada en todo! ¡Se supone que un padre, quiere y protege a su familia, no la maltrata! ¡Nunca me has mostrado tu amor! ¡Nunca!

Papá: ¡Eso es porque no te lo mereces!

Yo: No gastaré más mi tiempo, en cosas que no valen la pena.

*Fin de la llamada.**

Apagué el celular y me senté en el sillón del living de la Creepyhouse.

"Wow... ¿De donde saqué tanto valor para enfrentarme a mi peor enemigo?"- pensé.

Suspiré y sonreí.

Subí las escaleras y fui a mi cuarto, donde, vi a todas las chicas dormir tranquilamente.

"No entiendo como hacen para seguir durmiendo luego de que grite tanto"- pensé y reí.

Agarré ropa limpia, toallas, vendas, mi navaja y fui al baño.

Preparé la bañera, me saqué la ropa y me metí en la bañera.

Me bañé.

Al terminar, agarré la navaja. Hoy al ser domingo, toca los brazos, así que, separé la piel de mis muñecas, dejando que la sangre sea libre.

Cortarme me relaja y si lo hago mientras me baño, me ayuda a pensar y me relaja aún más.

Al ver que los 25 cortes ya no sangraban, me di cuenta que ya era hora de salir de la bañera.

Me sequé y vendé mis muñecas.

Me cambié, peiné y salí del baño.

La habitación, estaba como ayer, antes de que Slenderman traiga las camas.

Salí de la habitación.

Fui al comedor y allí estaban todos.

-Hola- saludé.

-Hola- respondieron todos, menos Slenderman, que no está aquí.

-¡Slenderman! ¡Apúrate! ¡Tengo hambre!- se quejó Jeff.

-No tienen derecho a quejarse. Estuvieron toda la noche gritando y yo solamente les pedí un poco de silencio -dijo Slenderman y apareció frente a nosotros, con varios platos con Waffles-. Hola Isa.

-Hola- dije.

-Ven... Siéntate, no mordemos- dijo Jane.

-Al menos que pongas tu mano en nuestra boca, no mordemos- dijo Nina.

Me senté al lado de Sally.

-¿Qué quieres para desayunar?- dijo Slenderman-. Tenemos de todo un poco y no tendrás que cocinar, así que, no te preocupes.

-Con una chocolatada estoy bien- dije.

-¿Solamente eso?- dijo Liu.

-Con razón estás tas desnutrida- dijo Masky.

Bajé mi vista el suelo.

-Perdón si dije algo malo, no fue mi intención...- dijo Masky.

-No, no es tu culpa..- dije.

-Aquí tienes- dijo Slenderman, dándome una taza con chocolatada-. Isabella, ¿Luego podemos hablar?

-Claro- dije y sonreí.

Desayunamos y por primera vez en la vida, había tenido una mañana normal.

Continuará...


Editado: 03/01/2019

La Reencarnación de la Princesa HíbridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora