Acabamos de comer y Rubén me acompañó a casa. Cuando llegué me puse a hablar por el móvil con Noe.
- Noe, ¿qué es de tu vida, hija mía? - Pregunté divertida y feliz.
- Joder, hacía un huevo de tiempo que no me llamabas, bueno, mejor porque estaba ocupadilla...
- No voy a preguntar en qué... En fin, que hoy tenía pensado salir de fiesta con Rubén, pero no quiero ir solica con él, así que si tú y Alex os queréis venir, "no problemo" ¿eh? - Contesté.
- ¿Ya vino Rubén?
- Sí.
- Vale, vale, ¿y ya habéis echo cosas nacis? - Preguntó con un tono de depravada.
Me lo pensé durante un momento.
- No. - Dije tímidamente.
- Bueno... por la noche ya nos vemos Taco.
Me despedí de ella, dejé el móvil en mi escritorio y me tumbé en mi cama mirando al techo para pensar y reflexionar.
No quería contárselo aún a Noe, porque todavía no es nada importante, y conociéndola empezará con sus rollos y más gilipolleces, y no tengo ganas. Pero... ¿ Y si algún día yo y Rubén tenemos algo serio? Lo dudo mucho... Pero todo es posible... Y aún no lo he oído decir con sus propias palabras un "te quiero" o un "me gustas"... Cuando estábamos comiendo le pregunte aquello, pero puede que lo dijese por educación... No lo sé... En fin, por ahora solo quiero pasármelo bien y estar feliz por la vida que llevo. No tengo que joderme viva todos los días.
***
Llegó la noche y fui a darme una ducha rápida antes de que Rubén me pasase a buscar. Acabé y me puse mi albornoz rosita claro (Uy que pijo) y me sequé el pelo, una vez hecho esto me lo até con un coletero. Fui hacia mi armario a mirar mi ropa, y a ver cuál me ponía.
Opté por algo sencillo, unos shorts de cintura alta vaqueros y rasgados con medias negras transparentes y con calaveras, una camisa suelta de nirvana (mi preferida) y mis vans negras. Cogí una chaqueta vaquera por si hacía frío y ya está. El pelo me lo desaté y me lo dejé suelto.
Rubén timbró y bajé. Simplemente perfecto, como siempre. Vale, me estoy emocionando...
- A ver, princesa. ¿Qué parte no entiendes de que "más guapa no"? - Preguntó burlón y divertido dándome un beso en la mejilla.
- Calla gilipollas. - le dí un pequeño y suave puñetazo en el brazo (JÉ, rimilla ^^).
Nos pusimos en marcha. Rubén me había ido a buscar un poco pronto, así que nos paramos y nos sentamos en un parque que había cerca. Contemplamos la luna y las estrellas reflejadas en el agua de un pequeño charco que había en frente (estos últimos días había llovido un poco y tal xD).
Rubén hizo la típica técnica del gancho y pasó su brazo por encima de mi hombro acercándome más a él. Notaba su mirada fija en mí...
- Mu...Muy bonita la...la luna y las estrellitas estas, ¿Verdad? - Dije tartamudeando. Rubén soltó una pequeña carcajada por la forma en que lo dije.
- No tanto como tú. - Respondió pasada la carcajada y serio.
- Shhhh, calla, que hay gente durmiendo. - Le cerré la boca, y literalmente. Le agarré los labios con la mano.
- Oye, que me haces pupa. - Soltó como un niño pequeño y con dificultad debido al amarre. Yo, como una tonta, puse cara mona. Lo liberé del agarre.
Estaba un poco incómoda en ese momento... No sabía qué hacíamos allí ni qué hacer. Entonces divisé una sombra en la oscura noche (no tanto porque había farolas), y me di cuenta de que era un antiguo amigo del instituto que hacía muchísimo tiempo que no veía. Lo saludé y él me devolvio el gesto y vino hacia mí. Me aparté de Rubén y me levanté rápidamente para abrazarle. En realidad era un ex mío... Pero mejor vamos a decir que era un viejo amigo. Es verdad que cortamos, pero aún seguíamos siendo buenos amigos. Desde que nos separamos en la universidad perdí el contacto con él. Mi ex era alto. Su color de pelo era un rubio oscuro, pero no demasiado, y sus ojos eran azules, muy claritos. Era esbelto, siempre lo ha sido. Me saca media cabeza. Él se llamaba David. Es bastante guapo, pero no me atrae.
Lo abracé con fuerza mientras él me correspondía el abrazo. Me pareció observar que Rubén estaba algo molesto, a la par que extrañado.
- ¡David! - Grité alegre.
- ¡Celeste! - Seguíamos abrazados. Me solté de él y lo invité a sentarse conmigo y con Rubén.
- Emm... - Tomé aire porque estaba emocionada y alterada. - David, este es Rubén. Rubén, este es David, un buen amigo del instituto.
- Hola. - Dijo Rubén. Parecía algo desanimado y enfadado. David le saludó también. Rubén dirigió la mirada hacia otro lado haciendo que lo dejásemos un poco de lado. - Celeste, nos tenemos que ir. - Me señaló el reloj de su móvil. Pues ya era la hora de irnos a la discoteca.
- Vale, ahora vamos, un segundo. - Volví a mirar a mi amigo. - Esto, David. Otro día quedamos y me cuentas cosas sobre tu vida y tal, que llevamos mucho tiempo sin vernos.
- Sí, claro. Toma mi número. - Respondió alegre. Él siempre solía estar contento y feliz, siempre llevaba una sonrisa en la cara. Eso era una cosa genial de él. Nos dimos los números, nos despedimos y Rubén y yo nos fuimos.
- Que bien te llevas con ese David, ¿no? - Me interrogó Rubén mientras caminábamos. Fruncí el ceño.
- Solo somos amigos. Ya te lo he dicho, es un viejo amigo del instituto, y como nos separaron de universidades perdimos el contacto. - Le recalqué.
- Ya. Pues me alegro por ti. - Añadió borde. Rubén se adelantó y comenzó a andar más deprisa dejándome atrás.
Fui detrás de él, pero sin correr, no había necesidad. ¿Soy yo, o Rubén estaba algo mosqueado? ¿Estaba celoso de... David? Por dios, que patético, pero que mono a la vez... Aunque aún no tengo claro que Rubén y yo seamos algo, así que puedo salir con quien me dé la gana. Quizás aquello solo fue "un rollo de una noche" solo que sin sexo y que seguimos en contacto.
***
Por fin llegamos a las puertas de la disco, que estaban llenas. Allí nos encontramos con Noe y Alex. Rubén nos dejó a todos de lado y entró él solo y rápido. Alex fue tras él para tener una charla.
Noe y yo fuimos detrás y hablando.
- ¿Qué le pasa a Rubén? - Preguntó Noe.
- Nada, que es gilipollas. - Contesté.
- ¿Le has negado un polvo, o qué?
- ¡Noelia! No, joder. Solo que está celoso de David. ¿Te acuerdas de quién es?
- Ah, sí. David. Pero solo sois amigos, aunque fuisteis exs...
- Pero eso él no lo sabe ni tiene por qué saberlo. Además si lo supiese daría lo mismo. No somos nada.
Nos sentamos todos en unos sillones que había por allí. Rubén ya había pillado bebidas para todos. Cogió la suya y empezó a beber por su pajita con desprecio y sin dirigirme la mirada. Me estaba empezando a hartar de aquella situación.
***
Pasó la noche, y ya habíamos bailado y bebido (Noe y Alex más de la cuenta, Rubén había bebido, pero no tanto). Rubén seguía sin hablarme ni mirarme. Lo cogí del brazo y me lo llevé fuera.
- ¿Se puede saber qué te pasa conmigo? - Pregunté enfadada. - ¿Me vas a joder la noche por tus estúpidos celos?
- ¿Celos? JÁ. Ya te gustaría. Vete a llorarle las penas a tu amiguito. Ya que te llevas taaaaaan bien con él. - Respondió alterado y de brazos cruzados.
- Tú lo has dicho. Es mi amiguito, NADA MÁS JODER. - Grité. - Rubén, hostia. Que no quiero enfadarme, y menos contigo. - Bajé mi tono de voz. - Él es un amigo del pasado y ya está. Lo echaba de menos y por eso lo abracé. Porque cuando estábamos en el instituto, él y Noe eran mis mejores amigos (y mi novio, pero no lo iba a decir), los únicos que tenía... - Rubén dejó sueltos sus brazos y me miró con rabia. ¿Qué he hecho ahora...?
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LO SIENTO MUCHÍSIMO NO, MÁS AÚN. En serio, perdón por no haber subido capi estos últimos días. Entre todos los trabajos que tenía que hacer, y lo liada que estaba y que no me venía la inspiració, xDDD Lo siento :'( Ya os compensaré con algo... Pero ezo eh sorpresa sorpresa ;) Tranquilas que no es otra una semana sin capítulos :DDD
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Tú eres mi destino
RomanceCeleste Martínez es una chica de 21 años, de pelo anaranjado, ojos verdes claros, no demasiado alta, pero tampoco muy bajita y cuerpo esbelto. Estudia audio visuales para poder ser algo en esta vida. Aunque a ella ya le vale con tener un título, no...