Capítulo 25

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NARRA CELESTE

Acabé de llorar. David tenía toda la razón, ese gilipollas, también conocido como Rubén, no se merece que llore por él...

Decidí ir a cenar, pero el timbre de mi casa me interrumpió. Antes de abrir se me ocurrió mirar por la mirilla, y observé que era ÉL. No iba abrirle, así que hice como que no estaba mientras seguía mirando.

- Venga, princesa. Ábreme, sé que estás ahí. - Dijo Rubén con pena.

- No tengo por qué abrirte. - Decidí hablarle.

- Mira... Yo... - Suspiró.

Abrí la puerta con rabia.

- Rubén, siempre es un "lo siento" pero nunca haces nada para demostrarlo de verdad. Y yo como una tonta llorando por ti. - Quise romper a llorar, pero impedí que mis lágrimas salieran.

Divisé cómo los ojos de Rubén se volvían cristalinos. Éste se me tiró en cima abrazándome por la cintura haciendo que callésemos al suelo, y él cerró la puerta con el pie.

- ¿Qué haces? - Me toqué la espalda. - Me has echo daño, joder... - Dije molesta.

- Perdón, princesa, pero no pienso irme de aquí hasta que me dejes explicartelo todo.

Después de un buen rato en el suelo pensándomelo, accedí a oir su historia. 

- Venga, vamos al sofá. - Dijo Rubén mientras me ofrecía su mano para ayudarme a levantarme. La rechacé.

Una vez en el sofá yo crucé mis piernas y mis brazos y procedí a escucharle.

- Mira princesa... Cuando te vi con David, es cierto que me entraron unos celos terribles, y no pude con mi alma, en ese momento me derrumbé... Pero... Después vino tu amigo a mi casa.. Y me pegó un puñetazo... Concretamente aquí... - Se señaló la zona afectada y yo lo miré con pena. También quedé asombrada por lo que David había echo por mí. - Después me dijo todo lo que habías llorado... Y me lo explicó claramente todo. Me dijo que sólo erais amigos, y que él tenía novia... Osea que ya me di cuenta de que no corría peligro. - Miré a Rubén sorprendida. Pues yo no sabía que David tenía novia ya que no me lo había dicho.

- ¿Y...? - Yo seguía de brazos cruzados. - Rubén, que me da igual que me expiques todo esto. Lo que más me jode es que no confíes en mi, y que me hubieras llamado MENTIROSA. Todo lo que te dije era verdad... Y tú lo ignoraste completamente... Y ahora vienes aquí como si nada para que te perdone... No, Rubén, no. Las cosas no funcionan así.

Los ojos de Rubén cada vez estaban más aguados, y los míos comenzaban a estarlos.

- Lo sé, y me arrepiento muchísimo, lo siento, de veras. Por favor, perdóname. - Rubén se puso de rodillas, alzando sus manos en señal de "perdón". - Si no me perdonas eso significa que me madarás a tomar por culo, y nunca te volveré a ver... Nunca volveré a oir tu dulce voz.... Nunca volveré a reir contigo... Nunca te volveré a vacilar... Pero... Además... Nunca volveré a sentir ni besar tus labios... Tus preciosos labios. - Rubén comenzó a llorar suavemente.

Dejé mis piernas y brazos sueltos y subí a Rubén al sofá. Acto seguido lo abracé.

- R..Rubén... Yo... Quiero perdonarte... Pero si lo hago volveré a estar mal... Y es que no puedo...

- No, princesa. Te prometo, que si me perdonas nunca más vas a volver a estar mal por mi. Soy un retrasado de mierda, lo sé, y si no me perdonas lo entiendo. Pero, al menos dame una oportunidad... Si la vuelvo a cagar, ya no habrá más besos ni más nada... Pero ahora, por favor, dame una última oportunidad...

Tú eres mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora