Nos quedamos abrazados un poco más, y después bajamos a desayunar los dos solos.
Nos preparé unas tostadas para ambos y las comimos tranquilos y relajados, sonriendonos y mirándonos como unos tontos enamorados el uno al otro.
No, por favor, cursilerías no...
La vibración de mi móvil me sacó de mis pensamientos. Era Noe.
NOE: Taco, cuándo pensáis venir? Os echo de menos, y me aburro mucho sin ti aquí...
YO: Ya... Yo también >< No creo que aguante aquí hasta reyes, aún estando con Rubén u.u
NOE: 0.0? Qué? No decías que no te gustaba -.-?
YO: Eh.. Bueno... Sí, si que me gusta... Como para no xD Sonreí levemente al recordar que ahora estamos saliendo. En fin, te tengo que contar muchas cositas... Pero cuando vayamos para allá.
NOE: Eeehhmm, valeeeeeeh. Estas un poco rarita, o me lo parece a mi? Bueno, adiós Taquito <3
Guardé el móvil en mi bata de nuevo y miré a Rubén.
- Rubén, ¿no echas de menos Madrid? - Le pregunté.
- Bueno... Un poco... ¿Por? - Preguntó ahora él confuso.
- Pues porque no creo que pueda quedarme aquí hasta reyes, necesito mi ciudad. Y sé que hay muchísima gente y es un maldito agobio, pero echo de menos a Noe y a Alex...
- Ya, y yo... - Hubo un silencio durante unos minutos.
- Quiero volver ya, Rubén. - Solté mirándolo a los ojos.
- Bueno, vale, pero, ¿a mí que me miras? Tendrás que decírselo a tu madre.
- Ya, ya lo sé. - Suspiré. - Bueno, de todas formas no se puede quejar, porque hemos pasado la nochebuena y la Navidad con ella, porque pasemos el fin de año con nuestros amigos, no va a pasar nada.
- Claro, no tienes de qué preocuparte. - Añadió él sonriendo, y al parecer él me transmitió su sonrisa.
Jo, ahora los monos somos nosotros.
Desayunamos y nos fuimos a mi habitación a vestirnos. Yo me arreglé en el baño y él en la habitación.
Decidí ponerme unos leggins rojos intensos, con una camisa negra con dibujitos blancos en el centro, que caía por mi hombro, dejando al descubierto la tira negra de mi sujetador. Y esto lo combiné con unas creepers negras de zapatos. También me puse mi gorrito de lana negro por encima de mi pelo suelto. Me maquillé muy poco, sólo me delineé la línea del ojo, me puse máscara de pestañas y por último un pintalabios rojo pasión a juego con mis leggins. También me puse unas pulseras y anillos como accesorios, incluido el que me regaló Rubén, claro está.
Salí del baño y Rubén ya estaba preparado.Vestía con una sudadera negra, junto con sus pantalones vaqueros pitillos, y de zapatos, sus Nike.
- ¿No vas a tener frío así? - Preguntó Rubén preocupado.
- No, papá. - Vacilé y sonreí.
- Por cierto, ¿dónde vamos?
- Por ahora a ninguna parte, porque no he avisado a nadie, pero tenía pensado quedar con Raquel y Víctor, para avisarles de lo de irnos dentro de poco. - Contesté sentándome a su lado.
- ¿Y para qué? - Preguntó, una vez más.
- Pues porque ellos se van a ir a vivir a Madrid, osea, que Raquel también va a estudiar en la uni de allí, y quiero que se vengan con nosotros, para poder pasar la nochevieja todos juntos.
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Tú eres mi destino
RomanceCeleste Martínez es una chica de 21 años, de pelo anaranjado, ojos verdes claros, no demasiado alta, pero tampoco muy bajita y cuerpo esbelto. Estudia audio visuales para poder ser algo en esta vida. Aunque a ella ya le vale con tener un título, no...