Capítulo 27

104 2 1
                                    

LEER COSITAS IMPORTANTES DEL FINAL, POR FAVOR, GRACIAS ^^

______________________________________________________

**************************************************************************************

______________________________________________________

Desperté la mañana del viernes. Me puse mi bata y fui a la cocina. Me fijé en que todo estaba en silencio, por lo que supuse que esos dos -mi madre y James- aún no se habían levantado. Fui con mucho sigilo por el pasillo hasta que por fin llegué al salón y de ahí a la cocina. Me hice un café con leche y me preparé unas tostadas.

Acabé de desayunar y volví a mi habitación para vestirme, ya que había quedado con Noe en la plaza. No tenía mucha pinta de que hiciera frío, así que me puse algo que no me diera mucho calor, pero que tampoco me hiciera pasar frío. Opté por ponerme unos leggins dorados, una camiseta de manga larga y un poco suelta negra con personajes de videojuegos retro en el medio que se alargan hasta la parte inferior, por encima de ésta una chaqueta estilo chaleco muy fina y vaquera negra, y de zapatos me puse mis vans negras. Mi pelo lo dejé suelto, y me puse un gorro de lana negro caído. De maquillaje solo me hice la raya del ojo, me puse un poco de rímel y por último puse cacao en mis labios. Ya estaba preparada.

Cogí mis llaves y el móvil y un poco de dinero por si acaso -aunque no tenía previsto gastar nada-. Procuré salir de casa con mucho cuidado y sigilo para no despertarles, pero mi madre me escuchó y salió al momento de su habitación.

- ¿Dónde vas...? - Preguntó medio adormilada.

- Es que quedé con Noe. - Contesto bajito para no sobresaltarla.

- ¿Tan pronto?

- Mamá... Son las doce del mediodía...

- Ah... Vale, vale. Bueno, pues ve en paz.

- A lo mejor no como con vosotros. - Dije mientras cerraba la puerta y ya me alejaba.

Supongo que mi madre me diría algo, pero no me enteré, pues ya estaba abajo en el portal.

Hacía sol, y no hacía demasiado fresco. A la sombra naturalmente, un poco sí, pero en el sol se estaba bastante bien.

Me acerqué a un banco y achiné la mirada para poder fijarme bien en que Noe estaba allí sentada con el móvil y de piernas cruzadas. Ella llevaba unos leggins negros con decoraciones rosas, una camiseta blanca suelta por dentro de éstos y un chaleco vaquero con unas vans negras y azules.

Me siento a su lado pero ella sigue sin enterarse de nada.

- Hola, ¿eh? - La saludo.

- Ah, hola. - Me saluda de nuevo sin apartar la mirada de su teléfono. - ¿Qué tal? Cuéntame cositas. - Por fin guarda su móvil. - ¿Qué tal con tus padres?

- Eh, lo primero; solo tengo madre, mi padre está muerto, ese pavo se llama James, ¿vale? - Contesto un poco molesta.

-  Sí, perdón.

- Y lo demás... Bastante bien por ahora... Bueno, una cosa sí, un día de estos voy a matar a Rubén, le voy a arrancar la cabeza y voy a jugar al fútbol con ella.

- Uy por favor, que hostilidad. Relaja la raja mujer. A ver, ¿qué ha pasado? ¿Ya lo habéis arreglado?

- Sí, ya está todo bien, pero es que ayer, cené con ellos y Rubén se presenta allí como si nada diciendo que es MI novio formal. Osea, que mi madre ya se ha echo ilusiones... Y se quedó cenando con nosotros...

- Ah, ¿pero que no lo sois...?

Le dirigo una mirada asesina a Noe.

- No, retrasada. - Le digo mientras le doy un puñetazo en el hombro.

Tú eres mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora