Capítulo 24

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Me puse unos vaqueros blancos, una blusa suelta azul y unas converse azules para ir a casa de Rubén. El pelo me lo dejé suelto, también cogí un pequeño bolsito blanco para guardar mi móvil, las llaves y alguna que otra cosa más. Bajé y en el portal me encontré con Noe y Alex. Fuimos juntos hacia el portal de Rubén.

Llegamos a su portal, timbramos y nos abrió. Subimos y vi que tenía todo ambientado para la ocasión. Luces suaves, palomitas encima de la mesita de centro...

- No queréis nada más, ¿no? Pues hale, sentaros. Hoy toca película de acción. - Dijo Rubén amable y sonriente.

Nos sentamos, y como siempre, Noe y Alex se sentaron juntitos dejándome incómodamente al lado de Rubén...

***

Estábamos a mitad de la película. Noe y Alex preferían estar haciendo otras cosas, y por eso no se estaban empanando de nada de lo que pasaba, ellos a lo suyo. Y Rubén y yo...  Bueno... Rubén había pasado su brazo por detrás del sofá, pero no alrededor de mi hombro... De todas formas seguía incómoda. Solo quería disfrutar de la película mientras yo y él comíamos palomitas.

Sin querer, di un pequeño salto porque una escena de la película me pilló por sorpresa y le tiré todas las palomitas a Rubén en cima, a mi también me cayeron unas pocas. Muy bien, Celeste...

- Ups, perdón Rubén. - Dije quitándole las palomitas del pantalón y de la camiseta. Noe y Alex seguían sin enterarse de nada. - Gracias por ayudar a recoger, ¿eh Noe?

- ¿Eh? ¿Qué? - Se separó por fin de Alex. - Eh, bueno. Ya veo que estáis ocupados.

- Nos vamos Rubén, ya nos vemos otro día. Adiós. - Alex y Noe se fueron a toda prisa. Aunque aún les oí susurrar alguna cosa. - ¿Lo hacemos en tu casa o en la mía? 

Vale... Ahora entiendo por qué se fueron... Genial, ahora me dejan sola con Rubén...

´- Bueno, déjales que se lo pasen bien. Voy a cambiarme, ahora vuelvo. - Dijo Rubén sonriendo.

Después de un rato Rubén volvió con ropa limpia y se incorporó de nuevo conmigo.

- En serio, lo siento. Es que me sobresalté y... - Me dirigí a Rubén.

- Que no pasa nada, joder. Oye, la peli ya aburre un poco. Elegí mal. - Se rascó la nuca. - Bueno, ¿quieres que cenemos algo? Las palomitas no es que alimenten mucho...

- Eh... S..Sí claro. - Me sonrojé sin más.

- ¿Y ahora por qué te pones roja? - Me miró extrañado. - Que mona estás. - Me agarró los mofletes.

- Para, que no tengo tres años.

- En fin, vamos a cenar, anda.

Fuimos hacia la cocina, y Rubén empezó a cocinar. Quise ayudarle, pero no me dejó. Acabó y nos preparó una hamburguesa para cada uno. Bueno, no está mal.

- OH DIOS MÍO. Que manjar. - Expresé sarcástica.

- EH. No te quejes que fuiste tú la que me tiró las palomitas en cima. 

Suspiré. No podía ponerle pegas. Cenamos tranquilos y cuando acabamos fuimos de nuevo al salón. Cambiamos de película, esta vez a una de ciencia ficción...

***

Me estaba entrando sueño, y Rubén se fijó en que mis ojos se estaban empezando a cerrar.

- Eh, princesa. Si tienes sueño ponte cómoda. - Me dijo Rubén agradable.

- N..No... Hace falta... - Contesté entre bostezos.

- ¿Qué no, Lisa? ¿Qué no?

Reí suavemente.

Tú eres mi destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora