Capítulo 16: Venganza.

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Cerró la puerta de su casa con una sola cosa en mente, su padre había lastimado a la única persona que le hacía sentirse bien consigo mismo.

Se dirigió a la cocina a pasos lentos. Todas las voces en su cabeza lo aturdían, pero esta vez no las ignoró. No. Esta vez se dejó consumir por aquellas voces que le pedían a gritos, que le suplicaban que matara a su padre.

Fue a la cocina y ahí estaba. Peleando con su madre, a segundos de pasar de lo verbal a lo físico. Estaba asqueado de esa vida, de pasar sus días atemorizado y bajo constantes golpes por parte de ese monstruo que en un pasado fue un padre ejemplar.

Abrió uno de los cajones de la cocina y sacó el cuchillo más afilado que pudo encontrar. Iba a ponerle fin a esa pesadilla en la que se encontraba atrapado.

Agarró con todas sus fuerzas el mango del cuchillo y se acercó a su padre. Sin pensarlo dos veces hundió la hoja metálica en el cuerpo del hombre, mandándolo directo al suelo.

Las voces gritaban más fuerte de lo normal. Gritaban pidiendo más, pidiendo que lo apuñalara, gritaban exigiendo derramar sangre e iba a complacerlas.

Se puso a horcajadas sobre el cuerpo del hombre que sangraba a chorros. Quitó el cuchillo para volver a encajarlo una y otra y otros vez, quedando salpicado en sangre, externando toda su ira, vengando cada golpe y cada palabra. Dejándose consumir por aquella ira desmedida, exigiendo venganza.

Cuando miró el cuerpo desfigurado de su padre paró y buscó con la mirada a su madre. Ella se encontraba en el marco de la puerta, con el rostro pálido y empapado en lágrimas. Ella ya no volvería a ser golpeada y humillada. Ya no.

Toby se apartó del cuerpo y fue hacia su habitación con intenciones de cambiarse de ropa. Unos jeans, una camisa y la chaqueta que le había obsequiado ________.

Cuando volvió a la planta baja escuchó los sollozos de su madre que se aferraba al cuerpo desfigurado y ensangrentado de su difunto esposo.

Él era consciente de que tenía escapar, la policía lo buscaría y si lo atrapaban iba a pasar el resto de su vida tras las rejas.

Fue a la cochera, saldría por la cochera para que nadie lo viera. Tomó dos hachas que podían servirle en un futuro, una era vieja y tenía una fina capa de óxido en la hoja desgastada, en cambio, la otra era nueva, con un mango anaranjado y la hoja metálica era prometedoramente afilada.

Cuando iba a salir se detuvo y observó un largo tiempo los galones de combustible que su padre guardaba en unos estantes.

Las voces regresaron más fuertes qué antes. Y sin intenciones de poner resistencia, se dejó envolver por las exigencias de todos las voces que lo atormentaban.

...

Respiró con dificultad. Observó la ciudad, los edificios tratando de despejar su mente.

Había incendiado su casa, ni siquiera sabía si su madre había logrado salir viva o no, pero eso ya no importa, ya no. Sólo había corrido, se adentró en el bosque y antes de que se diera cuenta se encontraba en el lugar de su tercera cita con ________.

Su única intención había sido quemar todo, quemar los recuerdos amargos e inundados de golpes, quemar aquel constante sufrimiento, acabar con todo... terminar con ese infierno para poder ser libre, pero ahora el peso que sentía era mucho mayor cuando cayó en cuenta que jamás volvería a ver a ________.

Se dejó caer de rodillas y sollozó en silencio.

Una mano huesuda se posó en el hombro del chico, sacándolo de su sufrimiento por un segundo.

Toby volteó y ahí estaba aquel hombre que había jurado ver hacía tiempo, tan pálido como una hoja de papel y sin ningún rastro de rasgos faciales, usaba un traje negro y era realmente altísimo.

Nada volvería a ser igual después de aquel encuentro...

***
Éste es el penúltimo capítulo :)

Broken [Ticci Toby Y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora