Broken [Ticci Toby Y Tú]

Capítulo 35: Salvar tu trasero.

Nunca se había sentido tan vacío, tan roto...

Dejó a __________ recostada en la cama, aún no recuperaba la consciencia, cosa que hacía menos dolorosa la situación pues no sería capaz de soportar una despedida.

Salió de la habitación dejando tras de sí su corazón y su alma. Ella lo había mantenido vivo durante mucho tiempo, ella le había apoyado y era la razon por la que seguía en pie... y ahora debía renunciar a lo único que más amaba en la vida.

—Eres un imbécil —gruñó Jack, cuidando de no subir mucho su tono debido a que la pequeña Rogers estaba profundamente dormida en la habitación contigua.

—Lo sé...

—No debiste ir sólo. ¡Mierda! ¡Yo no debí dejarte ir solo!

Jack se llevó una mano al puente de su nariz. Ese chico siempre encontraba una forma de joderlo todo, no importaba cuánto se esforzara, siempre todo salía mal para ambos.

—Tu decisión fue una estupidez. ¡Joder, eres el rey de las estupideces!

—¡¿Qué mierda querías que hiciera?! No podía dejarla ahí, no podía abandonarla.

Toby recargó la espalda en la pared y se dejó caer al suelo con el espíritu y las esperanzas destrozadas.

—¿Cuándo te irás?

—Me dieron un par de horas para despedirme.

Jack asintió, tratando de pensar qué debía o podía hacer para salvarle el trasero al castaño de ojos tristes.

—No puedes abandonar a tu hija.

—¿Crees qué quiero hacerlo? —exclamó dolido—. Me duele dejarlas pero no podría vivir sabiendo que no hice nada para salvarlas. No podría vivir sabiendo que pude salvar a su madre y no lo hice.

—Habrías sido un maravilloso padre... de hecho ya lo eres.

Toby cubrió su rostro con ambas manos antes de echarse a llorar.

—Supongo que hay personas que nacen con la tragedia corriendo por sus venas —comentó con amargura.

No era justo. En absoluto.

Había pasado toda una vida llena de sufrimiento y agonía. Había visto a su hermana morir, había soportado los abusos de su padre, el acoso de sus compañeros... había perdido a _______ un par de veces y ahora ésta vez podría ser la definitiva.

—Volveré —dijo Jack—. No hagas nada estúpido hasta que vuelva.

—¿A dónde vas?

—A salvarte el trasero —aseguró antes de esfumarse.