Broken [Ticci Toby Y Tú]

Capítulo 5: Compartiendo lágrimas y el dolor.

Los constantes e insistentes llamados a su puerta hicieron que se levantara a atender. Dio un respingo al encontrarse del otro lado a ________.

—¿Qué haces aquí?

—¿Visitarte, tal vez?

—Pero...

—Tu mamá me dejó entrar. Debes ser muy solitario como para que estuviera muy emocionada de saber que tienes una amiga.

Toby se encogió de hombros ante el comentario que era un breve resumen de su vida.

—¿Voy a estar para aquí todo el día o me vas a dejar pasar?

—Yo no te invité.

—Como tu nueva y única mejor amiga, no necesito invitación, además tu madre estaría decepcionada si se entera de que su hijo es un idiota con la única chica que ha intentado ser amable.

—Tú no eres amable, eres odiosa.

—Gracias, lo sé.

Toby murmuró un par de maldiciones y se hizo a un lado para dejarla pasar a su pequeño mundo. Su habitación no tenía nada en especial, fotos enmarcadas cubriendo la superficie de la pared, un armario, una cama individual y un pequeño y desastroso escritorio que sólo servía para dejar la ropa sucia.

—Linda habitación.

—¿A qué vienes?

—Tengo dos horas libres.

—¿A qué te refieres con libres?

—A que mi madre piensa que estoy con el psicólogo.

—¿Y decidiste venir a mi casa en vez de estar en la clínica?

—Sí, es obvio ¿no?

—¿Cómo supiste que ésta es mi casa?

—Eras mi vecino desde hace como unos, no sé... ¿diez años?

—Tú no eres mi vecina.

—Claro que lo soy, vivo cruzando la maldita calle, pero tú no lo sabías porque jamás sales de tu casa.

—Ah...

________ se acercó a la pared donde se encontraban la mayoría de las fotografías y las observó con genuino interés.

—Ella es... era mi hermana —se corrigió.

Se abofeteó mentalmente por decir aquello, pero era algo que necesitaba decirle por más loco que eso pareciera.

—Lo sé, Toby. Éramos amigas.

Él asintió. Su hermana era completamente diferente a él. Ella era la persona más increíble que conocía, ella era quien le daba un poco de luz a sus peores días, ella de alguna manera hacía que todos sus demonios desaparecieran... pero cuando ella se fue, todo su mundo se derrumbó por completo.

—Me enteré de lo del accidente uno cuantos días después, no salí de mi habitación por un mes.

________ forzó una sonrisa y no despegó la mirada de aquellas fotografías de la familia Rogers.

—Esa chica era increíble, era mi única y mejor amiga a pesar de que siempre me molestaba diciéndome que yo debía hacer los deberes y esa mierda...

Toby se sentó en la cama, subió sus piernas y las abrazó mientras escondía el rostro entre sus rodillas.

—Ella era la única que me mantenía alejada de los problemas. Luego de que ella se fue mi vida volvió a ser igual de desastrosa...

________ dirigió su mirada hacia Toby quien se encontraba sollozando en silencio, su corazón se estrujó al ver aquella deprimente escena de un chico frágil y débil llorando la pérdida de su hermana.

Se acercó a él y tomó asiento a su lado, colocó su mano en la espalda del chico en forma de apoyo y consuelo.

—La extraño... —dijo entre sollozos.

—Yo también lo hago —contestó con un nudo en la garganta.

Y cuando menos se dio cuenta el chico la había rodeado con sus brazos en un cálido y reconfortante abrazo que hizo que su autocontrol flaqueara. Tardó un par de segundos en corresponder el abrazo.

—¿Por qué se tuvo que ir? —se quejó el chico entre sollozos.

—Yo, no lo sé... —los ojos de ella se cristalizaron—. Pero la odio por ello.

Podían ser, prácticamente, unos completos desconocidos, pero compartían el mismo dolor ante la partida de aquella chica que dejó unos cuantos corazones rotos y desdichados.

Ambos habían salido más que destrozados luego de aquel accidente. Una hermana, una amiga del alma...

Habían quedado a la deriva.

...

________ se recostó en su cama y miró el techo de su habitación. Sentía un inmenso e interminable vacío en su pecho.

La mayor de los Rogers había sido su pilar, su apoyo... ella la mantenía alejada de toda la mierda, ella le decía que pronto todo estaría mejor...

Ella había sido una amiga, una hermana y también una madre en su vida. Ella se había encargado de hacerle saber que era querida y valorada.

Y cuando se fue...

Sus lágrimas mojaban sus mejillas y un nudo en la garganta la asfixiaba.

Al otro lado de la calle, Toby se encontraba tratando de guardarse las lágrimas y un poco aliviado al saber que no estaba solo en aquella lastimosa situación.

No estaban solos...