Capítulo 11: Soy un monstruo.

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Trazaba líneas imaginarias en el pecho desnudo de Toby.

Él la apretó un poco entre sus brazos mientras sentía que poco a poco aquella sensación de soledad se desvanecía al estar con ella.

—Tú me haces desear vivir, no sobrevivir, sino vivir —dijo él, rompiendo el silencio que reinaba en la habitación.

Ella sonrió y escondió su rostro en el cuello del castaño, donde dejó un tierno beso.

Tobias no era una persona precisamente afectuosa, probablemente debido a que las personas que debían amarlo sólo lo habían herido de muchas maneras distintas. Y ahí estaba él; el pobre chico roto y desdichado permitiéndose amar de nuevo.

_______ pasó un dedo por aquella fina línea blanca que en un pasado tuvo que curar. Una cicatriz producto de la ira de un violento padre. Tobias se estremeció ante aqueo gesto.

—Te amo... —dijo con toda la sinceridad del mundo.

—Yo... —Tobias suspiró con pesadez y su su cuerpo se tensó de un momento a otro—. Yo no soy el tipo de chico que tú mereces.

________ se levantó y lo miró con el entrecejo fruncido.

—¿A qué te refieres?

Tobias evitó la mirada de la castaña, pero aun así, ella pudo notar que él se encontraba a punto de echarse a llorar.

—Estoy roto... —le contestó con voz apagada—. Soy un monstruo y seguramente terminaré lastimandote.

Ella apretó los labios en una fina línea. ¿Lastimarla? ¿A ella? La única forma de que ella saliera con el corazón destrozado era que volviese a dejarla. Y cielos, si eso pasaba, si él simplemente se iba de su lado estaba segura de que no podría soportarlo.

—¿Y tú crees que yo soy un gran partido? —cuestionó con un tono burlón para opacar el dolor en su pecho.

Tobias se encogió de hombros mientras murmuraba un .

—Soy un monstruo... mi familia...

—No eres un monstruo...

—Yo...

Unos suaves llamados a su puerta los interrumpieron. Se miraron entre sí por dos segundos para después vestirse tan rápido como podían.

________ se dirigió a la puerta y se encontró con su desagradable progenitora del otro lado.

—¿Qué sucede?

—Acabo de llegar del trabajo —le explicó su madre—. Pensé que tal vez podríamos salir a comer alguna y charlar.

—No me interesa salir contigo. Prefiero dormir.

No es que no agradeciera el hecho de que su madre se acordara de ella por primera vez en meses, pero realmente no le apetecía hablar con ella, y mucho menos en aquel momento.

—Pero...

—Me voy a dormir —le interrumpió cerrando la puerta.

Recorrió la habitación con la mirada, pero el castaño ya se había marchado y suplicaba a los cielos poder volver a verlo.

Broken [Ticci Toby Y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora