Hope.

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Dos días después...

¡Ahí! –Harry le señaló a su novio el avión que desde hacia algunas horas estaban escuchando, comenzando a buscar madera para hacer fuego y crear una señal de humo.–

–Louis subió su vista hasta encontrar el avión y sus manos comenzaron a moverse rápidamente comenzando a gritar.– ¡Acá! ¡Por Dios acá estamos!

¡Harry, Louis! Encontré esto. –Mencionó la pequeña llevando en sus manos una bengala, seguramente era esa que algunos aviones tenían para este tipo de emergencias.–

–Harry tomó la bengala y sin pensarlo dos veces la accionó, haciendo que esta hiciera un tipo de explosión con bastante humo, uniéndose a los gritos de su novio al igual que la señora rubia y la pequeña, puesto que el señor por obvias razones había presentado una hemorragia y había fallecido al día después de la "operación".– ¡Aquí! ¡Estamos acá! ¡Ayúdennos! ¡Por favor!

Los piloto y copiloto notaron esa explosión y comenzaron a bajar un poco, logrando también escuchar aquellos desgarradores gritos, por lo que siguieron bajando, buscando algún buen lugar para poder aterrizar.

Dios, estamos salvados. –Tomando una bocanada de aire, el pequeño Lou abrazó con fuerza a su novio, sintiendo como de sus ojos comenzaban a salir millares de lágrimas al igual que de su boca suspiros y sollozos.–

Estamos salvados..–Susurró de la misma forma Harry abrazando con muchísima fuerza a su novio, así como nunca lo había abrazado sintiendo su cuerpo llenarse de serenidad completa.–

¿Ustedes son los sobrevivientes del vuelo a México? –Cuestionó trotando al lado de otro chico un señor con uniforme aereo, dirigiéndose enseguida a la niña y señora, mientras que el otro se dirigía a Lou y Harry.–

Sí, sí, sí somos. –Asintió débilmente Lou sin dejar de llorar, caminando con la ayuda de su novio y este con la ayuda del chico fuera de ahí, fuera de ese tormentoso periodo de tiempo en el que ninguno jamás en su vida habría pensado que iban a estar.–

Ya en el avión..

Mientras Lou se encontraba dormido en sus piernas, Harry se encontraba sólo con los ojos cerrados, desde que habían subido al avión un dolor horrible inundó abdomen por su ombligo, así que tampoco eran raras aquellas muecas de dolor en el sucio rostro del ojiesmeralda.

Oye Harry.. –Susurró la pequeña niña desde su lugar con su madre que también estaba dormida.– Quiero agradecerte por ser el mejor doctor del mundo, sin ti, seguro y no hubiera encontrado a mamá, ni a Lou, ni el señor se hubiera ido a su casita en la cima del cielo, fuiste muy muy valiente.

–Harry rápidamente sintió sus mejillas teñirse de rojo carmesí, formulando una sonrisa enternecida gracias a las bonitas palabras que la nena había formulado.– Nena, gracias a ti tuve ese bendito valor, así que agradecete a ti misma por haber hecho esto posible, por mantenernos con vida, pero sobre todo por no dejar que perdiera la cabeza, estuve tan cerca de hacerlo que Jesús, todo es gracias a ti, te debo una.

Ay, Harry. –Pronunció ahora la nena colocándose tal cual tomate rojo, negando ante lo que Harry le había dicho.– Aunque...me conformo con un chocolate.

De acuerdo. –Asintió Harry divertido, cerrando nuevamente sus ojos ante el mismo dolor en su abdomen.– Diablos.

¿Sucede algo? –Cuestionó la pequeña intentando levantarse, fallando en el intento ya que su madre estaba recargada en ella.–

No, no nena. –Mintió, era obvio que no le iba a decir que si le dolía y en grande el abdomen, lo que menos necesitaba en ese tipo de situaciones era algo que lo agravara todo aún más de lo que ya estaba, y eso definitivamente iba a joder más el asunto.–

Podría llamar al señor piloto...–Susurró la nena algo aterrada, Harry para ella se había convertido en un héroe tan pero tan rápido, que temía que el fin de su súper chico llegara rápido.–

No amor, no. –Repitió Harry manteniéndose en su sitio, removiéndose en su lugar.–

Debido a la falta de plática, ambos se durmieron rápidamente y perdieron la noción del trayecto, despertando hasta que los pilotos los movían para poder bajarles.

¡Camillas! –Mencionó en un alto tono un residente del hospital Mercy West, viendo el estado de cada uno de los que sorprendentemente bajaban a pie del avión.–

Con ayuda de diversos enfermeros, tanto Louis como Harry, la nena y la señora rubia subieron cada uno a una camilla y cada quien fue llevado por un equipo distinto a un departamento distinto conforme a la gravedad de las lesiones que presentaban.

¿Qué tenemos? –Musitó el residente a cargo de Harry, quien no hacía ya más que jadear de dolor y retorcerse.– Paciente con dolor intenso en el abdomen, parece ser un objeto tragado o enterrado, un par de costillas rotas y hemorragia interna.

Ordene una ecografía, estudios de todo lo posible, y ahora, fibrilación, este hombre no puede morir ahora. –Ordenó el residente corriendo con su equipo.–

¿Harry? –Preguntó Lou medio inconsciente por los sedantes que le habían dado para el dolor, sintiendo sus ojos cristalizarse al ver al personal con Harry tan movilizado.–

Todo estará bien. –Respondió la nena al pasar en su camilla al lado de Louis, mostrando una de las sonrisas más puras y llenas de inocencia.– Harry es un súper héroe, y estará bien Lou.










Never Enough.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora