Oh no.

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Nada de despedidas de soltero..–Susurró Lou a su prometido, quien ahora escribía en un pequeño cuadernillo todo lo que su chico no quería para su boda.– No quiero peligros para las chicas o chicos, sean niños, adultos o quien sea, tampoco quiero bailes muy raros, extremos o algo que se le parezca.

Y yo que quería bailar ese tal "caballo dorado" y "payaso de rodeo" que vi en un vídeo el otro día. –Musitó Harry haciendo un puchero, bajando la mirada al cuadernillo para seguir anotando.–

–Louis lo miró rápidamente y negó soltando una risa, dejándose caer sobre la cama.– Creo que es todo lo que no quiero en nuestra boda, ahora, discutamos el menú.

Debe haber dos menús, uno puede ser con comida libanesa, me encanta. –Murmuró Harry asintiendo, mirando a su novio para recostarse a su lado.–

Me parece, el otro puede ser un menú vegano, porque Lele es vegana y tengo algunos conocidos, además, tu hermana. –El menor soltó un suspiro y miró de reojo a su prometido, abrazándose a su cuerpo.– Por cierto, olvidaba que no quiero alcohol.

Pero. –Susurró ahora haciendo una mueca el ojiesmeralda.– Bueno, ¿es realmente necesario sacar todo el alcohol? Habremos personas de edad ahí.

Sí, es necesario por los que no son de edad y por los niños. –Lou rodó sus ojos y mordió sus labios, cerrando sus ojos por unos segundos.– Aunque si tanto interesa el alcohol, puede haber pero estará controlado por un bar-man que no les dé vino a los menores.

Olvida al bar-man. –Harry negó rápidamente, mirando a Lou.– Esos hijos de puta coquetean con cada cosa que se les acerca.

Entonces..–Musitó Lou mirándolo con una de sus cejas enarcadas, riendo levemente.–

Entonces no alcohol. –Finalizó con eso Harry, tomando a Lou del brazo para levantarlo y caminar fuera de la habitación.–

¿A dónde vamos? –Preguntó con curiosidad, caminando a la par de su prometido.–

Vamos a comprar unos lindos trajes de boda. –Respondió alzando ambas cejas, mostrando sus hoyuelos al sonreír de forma ladina.–

Una vez en la tienda...

¿Qué tal? –Cuestionó el menor mientras se miraba al espejo con un brillo especial en sus ojos.–

Lou se había probado ya diez trajes y ninguno le había convencido, eso sin contar que a Harry tampoco le convencían.

Esta vez, había elegido un traje negro apretado que hacía lucir sus preciosas curvas y su pequeña cintura, una camisa negra y no usar moño o corbatín, además de unos zapatos que hacían juego con el traje.

Dios mío. –Susurró Harry mientras fijaba su vista en el pequeño, sencillamente lucía sensual y bonito, sin contar caliente y provocador.– Ese te queda hermoso, Lou.

¿Seguro? No lo sé, cielo. –El ojiazul hizo un puchero debido a la inseguridad, transformándolo en una sonrisa al sentir unos brazos fuertes rodearle la cintura.–

Estás realmente atractivo, amor. –Animó Harry mientras acariciaba delicadamente su cintura, dirigiendo a su pequeño al espejo.– Mira esas cortas y lindas piernas, mira esa cintura tan pequeña y hermosa, mírate. –Susurró ésto último en su oído, dejando un corto y casto beso en su lóbulo.– Realmente perfecto del ángulo en que te veas.

–Louis mordisqueó su labio inferior y acarició los brazos de su prometido con las gemas de sus dedos.– Eres un bobo.

Lo soy, pero por ti. –Murmuró el ruloso en un tono bajo, separándose para tirar del brazo de su novio.– Anda, ese está perfecto.

De acuerdo, ahora déjame ver un traje en ti. –Susurró Lou caminando hasta el vestidor, regresando al su novio tirar de su mano.– ¿Qué pasa?

Déjame tomar una foto. –Harry soltó una risa y sacó su teléfono móvil, soltando a su novio para tomarle una foto.– Vamos amor, sonríe.

Ay Lou, saliste como toda una diva

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Ay Lou, saliste como toda una diva. –Musitó Harry riendo con fuerza, mirando con atención la foto para dejarle su móvil a su novio y entrar al probador, ya había escogido su opción, y realmente esperaba que fuera linda en él. –

–Lou se sentó en donde estaba anteriormente su prometido, mirando al rededor con algo de ansia.– Uh, si no fuera porque soy hombre pensaría que estoy embarazado. –Rodó sus ojos, respirando ondo.– Vamos Lou, estás bien.

Muy bien, diría yo. –Exclamó el chico de cabellera rubia en el oído del menor.–

–Aquella voz hizo que Lou saltara en su lugar, y si de por si su estómago estaba revuelto, se revolvió aún más. –

Hola, niño bonito. –Musitó nuevamente, colocándose frente a Lou con una sonrisa ladina.– ¿Me recuerdas?

¿Podrías irte? No quiero realmente problemas con mi prometido..–Susurró el ojiazul haciendo una mueca, mirando al probador para ver si salía su chico.–

No vengo en busca de problemas. –El rubio se encogió de hombros y se colocó de rodillas, tomando una de las manos de Lou, dejando un beso corto en el dorso.– ¿Aún trabajas en la dulcería? Oh, espera, tu y tú novio se fueron como maricas después de que los descubrieran.

–Lou rápidamente quitó su mano y la estampó contra la mejilla del rubio, levantándose.–

Oh vamos Louis. –Musitó el chico colocándose de pie, tomando a Louis de la muñeca para tirar de él con fuerza.–

Déjame. –Exclamó Louis en un tono serio, tirando de su mano.–

Dejas a mi prometido ahora mismo, si no quieres que te rompa la cara una vez más. –Dijo Harry, acercándose a paso rápido hasta donde ambos para empujar al rubio y tomar a su novio de la mano.– De verdad que tu eres masoquista, ¿verdad, niño? Parece que no fue suficiente la primera vez.

Déjame recordarte quién salió corriendo asustado. –El rubio empujó ahora a Harry, soltando una carcajada.– Y no solo eso, encima, quién estuvo en la cárcel por pedofilia y por faltar a la ética.

Déjame recordarte quién fue el estúpido mariquita que no se aguantó lo ardido de que le pusieran la golpiza de su vida, y que por eso fue a acusarme con su papá. –El ojiesmeralda dejó la mano de su prometido y se acercó hasta el rubio, dándole un empujón más.– Y como ya no hay nada que me detenga a romperte hasta el espíritu, tú decides.

Vamos profesor, muéstrame lo que tienes. –El rubio enarco sus cejas y soltó un puñetazo a la mejilla del más alto.–

–Harry tan solo ladeó su rostro y se sacó el saco, lo dejó sobre una de las sillas y devolvió el golpe al chico, armando enseguida y como era de esperarse, una pelea.–

¡¿Qué está pasando?! –Gritó la señorita que les atendía, mirando a ambos chicos golpeándose frenéticamente en el piso.–

...–Louis la miró y miró a Harry con preocupación, inclinándose para intentar separarlos.– ¡Llame a la policía! Y...–Susurró al escuchar el traje de su prometido rasgarse, negando.– Nos llevamos los trajes.















Never Enough.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora