Never Enough.

Bae, I'm perfect for you.

Harry, no tenías que cargarme hasta acá. –Susurro Louis medio adormilado.–

–Harry negó caminando hasta la cama,dejando con cuidado a su bebé sobre ésta.– A dormir mi amor.

–Louis negó un par de veces y se sentó frotando sus ojitos.– Cuentame un cuento Harry.

Bueno..–Susurró el ojiesmeralda pensando, sentándose en la orilla de la cama.– Erase una vez un príncipe que se llamaba Lou, hum, el vivía con cuatro princesas a las cuales cuidaba con su vida, pero por hacer eso el se descuidaba a si mismo de una terrible forma, eso hasta que el sensual y hermoso profesor de psicología del reino conoció al precioso rey Lou y se fascinó de sobre manera con el. Entonces, el sensual profesor comenzó a asechar al pequeño rey Lou en el reino, incluso iba en vano hasta el reino solo para poder admirar de lejos a su pequeñito, entonces, el rey Lou se dio cuenta y pensó "Carajo, que miedo con ese sensual chico." y uh, entonces decidió ir hasta la casa del sensual y hablar con el para pedirle que dejara de asecharlo, pero, ¿que crees? El sensual profesor comenzó a coquetear con Lou a tal grando de besarse mucho y follar como conejos, fin. -Finalizó levantándose de la cama y caminando hasta la puerta.– Buenas noches, bebé.

–Louis riendo, se recostó y abrazó una de las almohadas lanzándole besos a Harry y cerrando sus ojitos.– Buenas noches mi amor. –Susurró cayendo rendido en la cama, haciendo sonreír a Harry de sobre manera con emoción.–

A la mañana siguiente.

Mi amor, mi amor, mi amor. –Susurró Harry moviendo el hombro de su pequeño para intentar levantarlo.– Es hora de desayunar nene.

Mhmm...cinco minutos más. –Musitó Lou acurrucandose aún mas a la almohada cambiando de posición, dejándole ver a Harry sus bragas de nuevo, y ahí fue cuando el se dio cuenta de que Lou permanecía con el vestuario de ayer.–

–Harry comenzando a incomodarse, tomó una de las sábanas de la cama y cubrió el pequeño cuerpecito de su bebé evitando decir incoherencias o hacer algo grosero.–/Amor, los panqueques se enfriaran, por favor despierta, ya son las dos de la tarde.

Y como si de magia se tratata Lou se sentó rápidamente he ignorando a Harry se levantó de la cama bajando corriendo las escaleras.

Harry por último bajó también pero tranquilamente, riendo victorioso.

Dos, no, moriré, que irresponsable soy. –Se dijo a si mismo Lou lavándose las manos y sentándose en la mesa.– ¿Donde está la miel de maple?

Oye, tranquilo. –Dijo Harry riendo aún, llegando hasta la refrigeradora y tomando la miel.– Son las ocho y media de la mañana mi amor. –Caminó hasta la mesa y se sentó en su lugar dejando la miel en medio.–

Pero...–Susurró haciendo un pequeño puchero.– ¡Me asustaste!

–Harry comenzó a reír a carcajadas y se levanta de su lugar flexionandose para poder besar de manera corta a Lou.– Es que te necesitaba despierto, bebé.

Ugh. –Dijo Lou sobre los labios de Harry y asintió tomando la miel, poniéndole a sus panqueques.– ¿Que haremos? –Musita comiendo un poco.–

Me acompañarás. –Dijo Harry bebiendo de su taza de café.– Hoy es el cumpleaños de mi madre y debo comprar algo para ella, y quiero que me ayudes a escoger algo bonito para ella, ya que tu tienes gustos muy bonitos.

Ouh. –Susurró Lou bebiendo de un vaso de leche.– ¿Como es tu mamá? Necesito saber sus rasgos, y también si lo sabes, su color favorito y esas cositas bonitas.

Pues. –Musitó el ojiverde mordiendo una manzana verde.– Mira, se que su color favorito es el azúl, y ella es. –Saca su móvil, lo desbloquea y se lo pasa a Lou.– Ve a la carpeta de family photos and tres puntos, no, no dice tres puntos pero tiene los tres puntos, tengo fotos con ella y otra chica rubia. –Finalizó comiendo de nuevo de su manzana.–

–Por su parte, Lou sintió un dolor en el corazón por la chica rubia, quizá y era alguna novia o amante y eso lo hacia sentir raro, pero dolido. Tomó el celular y fue a galería encontrandose con fotos de el por los pasillos del colegio, otras fotos más de piernas con faldas, y unas más un tanto más subidas de tono que lo hicieron sonrojarse con fuerza.– ¿Y si mejor usted me coloca la foto y ya profesor? –Susurró con la mirada baja mordiendo su labio inferior.–

Bueno. –Harry voltea sus ojos y toma de nuevo el celular entrando a la carpeta adecuada, y así mostrando estas fotos a su Lou:









Ella es Anne Styles, y la rubia es Gemma Styles, mi madre y mi hermana. –Susurró Harry lleno de orgullo mirando las fotos por alguna razón emocionado.– ¿Que sugieres, amor?

–Louis mirando a Harry con una sonrisa de bobito, suspiró y pensó.– Opino que....¡Necesitamos vestidos bonitos! Y zapatos, ¡tacones! ¿Penso en regalarle también un tratamiento de cabello a Gemma? Se ve preciosa pero esas raices son HO-RRE- N- DAS. -Dijo haciendo una mueca, y reír a Harry.–

Vamos a comprar, mi amor. -–Harry se levantó y rápidamente subió cambiándose.–

Unas horas después ya en el centro comercial.

Lou, no quiero comprarle eso a Gemma. –Negó por décima quinta vez Harry al blusón de seda que Lou sugería para la hermana de Styles.–

¡Oh vamos mi amor! Esto es precioso, y por el bonito tono blanquisco de tu hermanita se verá preciosa en color pastel, este verde aqua le va a sentar muy lindo. –Dice Lou haciendo un puchero.–

Es demasiado corto, ugh, si de por si los hombres somos unos animales. –Niega de nuevo mirando la ropa, tomando una falda larga y café.– Mira, esto si es digno de Gemm.

–Lou mira la falda y enarca sus cejas.– ¿Es enserio? Perdón pero esto es horrendo Harry, ¡tu hermana tiene derecho a ser sensual como una mujer bonita, y mira que ella es bonita.

–Harry enarca sus cejas mirando a Lou.– Mi hermana es horrenda, es tan fea Lou.

Harry...–Susurra Louis dejando el blusón de seda en una mesita y toma el cuello de la camisa de su Harry acercándolo a el.–

–Harry como buen hormonal muerde su labio inferior abrazando a Lou de la cintura.– ¿Si, amor?

–Louis se levanta en puntitas haciendo rozar sus labios con los del mayor.– Tu hermana es igual a ti, cariño.