Fuck you back to sleep, Lou.

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Los labios de aquellos dos chicos danzaban de la manera mas sensual y erótica posible para la vista de cualquier publico, las manos del ojiverde se paseaban de la manera más descarada por todo el pequeño cuerpo del menor quien ya se encontraba sentado en las piernas de su daddy a horcajas abrazando y acariciando el cuello de Harry haciéndolo sudar, excitar, pero sobre todas todas las cosas, gemir.

–Louis por su parte, comenzó a moverse de arriba a bajo sobre la erección de Harry, estaba necesitado, normalmente no lo estaba pero vamos por dios, ¿quien no estaría necesitado si tiene a Harry al lado? Era super super imposible permanecer tranquilo.– Oh, daddy...–Empezó a decir Tomlinson jadeoso.– Necesito de ti da..

No te he dado el permiso para hablar, gatito. Y sinceramente no me tienes nada contento. –Interrumpió Harry dando una nalgada al pequeño Lou con fuerza haciéndolo parar de moverse.– Cuando yo te diga algo, se hace, Lou, no se espera a que yo mismo venga, no se aplaza, no se reniega, ni mucho menos se rechaza, ¿entiendes? –Siguió hablando sobre los labios de su pequeño, incluyendo que comenzó a acariciar su trasero con fuerza, por primera vez, de forma guarra, sucia, y según el mismo Louis sin delicadeza.– ¿Sabes lo que tengo ganas de hacerte? –Cuestionó alzando el pequeño cuerpo, levantándose, y dejándolo en la cama boca abajo.– Tengo tantas, pero de verdad, de verdad, tantas ganas de azotarte tanto con uno de mis cinturones, de follarte hasta que no puedas más y me ruegues, me supliques y me implores que pare al tu ya no dar más. –Mencionó dando dos nalgadas con en efecto un cinturón en cada una de las grandes mejillas del trasero de su Lou.– Pero dado el hecho de que me has hecho esperar por una excelente causa, mi castigo no será tan bueno, porque mi amor, eso de follarte fuerte tu y yo sabemos que no es un castigo. No, voy a hacer algo que de verdad, te prometo, que va a doler. –Finalizó agachándose, colocándose a la altura de la cama, y comenzando a besar a Louis por encima de la camisa y de las sensuales bragas.–

–Louis por su parte se sentía en el paraíso, se encontraba gimiendo y jadeando por más, en efecto Harry su daddy lo tenía más que acostumbrado a sus manos, a esas caricias que solo el sabía perfectamente hacer y que lo hacían perder el juicio por completo, ¿donde había quedado el Lou inocente? Pues ahí seguía, sólo que había descubierto ciertos placeres de la vida que lo habían hecho más conocedor de su cuerpo y la fascinación que le causa el ser visto desnudo, el ser tocado tanto de forma delicada y suave como de forma guarra y sucia, lo que le causaba el ser morboseado por su daddy era sin duda de las mejores cosas, y eso nadie jamás lo iba a poder hacer sentir.– Oh daddy..Ahh. –Decía sintiendo como su chico besaba, mordía e incluso lamía su trasero tal cual paleta.–

–Harry sin dejar de brindarle placer a su bebé da un azote con el cinturón a un costado del cuerpo de Lou haciéndolo saltar y gemir aún más fuerte.– ¿Cuando he dicho que puedes hablar de nuevo, bebé? Comprende de una vez por todas que debes hacerme caso únicamente a mi, ¿entiendes cariño? ¿Entiendes? –Cuestionó dando dos azotas más logrando ya hacer sollozar a Louis.–

–Débilmente, Lou asintió y cerro sus cristalinos ojos debido a la fuerza de los golpes de Harry, aquello ya no lo estaba disfrutando, de verdad estaba doliéndole mucho.–

Y quiero que te quede muy claro, en verdad, a quien debes obedecer. –Volvió a hablar Harry dando un azote más a Louis, y después, volteando a su pequeño boca arriba, se colocó sobre el y lo comenzó a besar de la misma sucia y guarra forma que antes, recibiendo por parte de Louis una bofetada.–

¡Dejame en paz! Tu no me quieres, ¡tu solo quieres hacerme daño! –Dijo Louis con un tono alto de voz, luchando y pataleando para que Harry lo dejara libre.– Prometiste que no me ibas a hacer daño, ¡y lo hiciste Harry! Yo no quiero esto, no quiero que me pegues así, ¡duele muchísimo! Y si tu vuelves a hacer eso, te juro por mi padre que me salgo de esta extraña relación, de la universidad, y de tu vida. –Dijo una vez más sintiendo como de sus mejillas bajaban muchísimas lágrimas, se sentía tan pequeño, dolía, de verdad dolía, el jamás quizo sentir eso y ser lastimado así, él no lo quería.–

–Harry sorprendido y en lo que parecía shock, se levantó de Louis y se quedó inexpresivo en el lugar, observando con confusión a Louis.– Lou, cielo, yo..

Si estar contigo implica ser lastimado así, perdón, pero yo no soy tu chico. –Mencionó Lou levantándose de la cama, limpiando con las mismas mangas de la camisa sus lágrimas y caminando hasta la planta baja de la casa.–

Harry aún inexpresivo, se sentó en la cama y suspiró pensando, nadie jamás le había replicado por haberle pegado, nadie le había hablado así, ¿que era Louis y por qué no hacía lo mismo que las y los demás? ¿Por qué le estaba doliendo esto? A el eso jamás le había importado el dolor de los demás cuándo el sentía placer pero, ahora todo era malditamente diferente, se sentía mal, se sentía una mierda de persona por haber lastimado a su bebé, pero sobre todo por haberlo hecho llorar y sentir insuficiente, ¿quien era el para pegarle? ¿Quien era el para ordenarle? ¿Por que mierda le comenzaba a importar todo esto?

A las 04:00am...

Dios, no. –Susurró Harry maldiciendose al ver a su pequeño acurrucado en el sofá hecho bolita, abrazando sus piernas y con los ojos hinchados, se sentía fatal, y ya lo había pensado, se iba a disculpar con su bebé.– Nene, por favor ven.

–Louis lo único que hizo fue acurrucarse aún más en sus brazos y suspirar, como que medio escuchaba, pero a la vez sentía que soñaba.–

Mi amor...–Susurró de nuevo sentándose en el piso, mirando con atención a su pequeño.– Quiero disculparme contigo por lo de hace rato, de verdad cariño, yo...yo no quería lastimarte, sólo que estoy acostumbrado a ser así de animal, perdón, prometo cambiar por ti, pero no me dejes, por favor no te vallas mi amor...–Dijo sintiendo como sus lágrimas brotaban por sus mejillas, era la primera vez que lloraba por temor a que lo dejaran, y lejos de sentirse como en otros casos, poco hombre, se sintió vulnerable, y sensible.– Joder que soy un tarado.

Lo eres, pero te quiero demasiado como para dejarte. –Susurró Lou aún medio dormido con sus ojitos cerrados, brindandole la mayor paz posible a Harry.–





Never Enough.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora