Capítulo 5 - Condenada - parte 1

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Hola a todos!

Nuevo capítulo. Espero que lo disfruten!

Esta es la Suzuki V Strom 1000, la moto de Finrod, me encanta!

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Horas más tarde, en una oficina vacía, Eva miraba nerviosamente su teléfono móvil. Debía hacer esa llamada que no sabía a dónde conduciría. Finrod decidió salir y dejarla sola para no alterarla más. Se quedó cerca de la puerta, aguardando su aviso. Sabía que no intentaría sacar provecho de la situación, al menos hasta que terminara lo que tenía que hacer. Era demasiado orgullosa como para sumar otro fracaso y por la forma en que habían discutido el plan, supo que lo iba a llevar a cabo hasta el fin. Sin embargo, eso también lo preocupaba un poco. Para ella, aunque se negara a reconocerlo, era como una aventura, una oportunidad de hacer algo diferente. A pesar de su prontuario delictivo, era inocente en muchas cosas. Una combinación encantadora, si se detenía a pensar. Casi lamentaba haberla encontrado y metido en este asunto que, por instinto, sabía que no desembocaría en nada bueno. Después de todo, las cosas nunca eran simples. Se concentró e intentó escuchar.

—Sí, lo tengo conmigo. —Eva sonó segura de sí misma, escuchó la respuesta al otro lado de la línea y volvió a hablar—...yo le diré dónde nos encontraremos, tengo algo importante que discutir con usted.

Cuando salió de la sala su expresión no era más aliviada, le contó a Finrod con el tono más calmo que pudo:

—Nos encontraremos en el café Anubi's, en el centro, tal como querías, es el que está frente a la fuente, ¿verdad? En una hora.

—¡Pero estará atestado de gente!

—Precisamente, entre tanta gente, ¿quién va a prestar atención a dos simples personas?

Finrod sonrió con aprobación.

—Bien, entonces ya sé cómo llegaremos al lugar más rápido. Ven, buscaremos el medio de transporte adecuado.

—¿Montaremos un caballo?

A excepción de un suspiro de fastidio, no hubo más comentarios hasta que entraron al garaje.

Eva había tenido una moto en otra época de su vida, pero nunca algo del tamaño del vehículo que tenía delante. La admiró, era negra y roja, de una forma estilizada que parecía amalgamarse con la esencia de su compañero, algo que hasta ese momento no habría ni imaginado, jamás hubiera utilizado elfo y moto en la misma frase.

—¿El coche no era más discreto?

La única respuesta que tuvo fue el choque de un casco contra su estómago. Eva se lo colocó y siguió contemplando la V-Strom 1000, sin percatarse de que Finrod ya la había encendido y la estaba esperando.

—Vamos, sube a mi corcel. —La apuró.

Se encaramó detrás de él. El comentario mordaz que iba a hacer murió en su boca, distraída con lo que tenía delante. Agarrarse de esa ancha espalda envuelta en una chaqueta de cuero bien podría ser toda una experiencia religiosa pero se negó a hacerlo y sólo se aferró de los hombros para no desnucarse al salir disparados. Una vez en camino, logró soltarse y tomarse de la agarradera trasera donde reposaba una caja negra. Mejor evitar el contacto físico tanto como fuera posible.

Se detuvieron a un par de calles para que Eva pudiera dirigirse sola al lugar de encuentro y no levantar sospechas con un acompañante. Las circunstancias no les fueron tan favorables. Por ese mismo camino, entro tantos otros que podía haber elegido, su contacto circulaba lentamente en un sedán negro y estaba por pasar al lado de ellos girando distraído la cabeza en su dirección. Ya no había tiempo para esconderse. Eva se asomó escudándose en Finrod, para volver a enderezarse, pálida y con balbuceos, le contó lo que estaba pasando. El joven también estaba mirando al hombre con expresión preocupada.

El Elixir - Trilogía Arwendome #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora