Hola a todos!
El domingo no pude actualizar, asi que antes del próximo domingo les voy a dejar este capítulo completo.
Les presento a un nuevo personaje que en realidad ya conocieron en el capítulo anterior.
Y las cosas se empiezan a poner raras...
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—Viéndola así, parece de lo más inofensiva.
Devdan hablaba mientras observaba a la muchacha que aún dormía atada a la cama, detrás de la pared de vidrio. La habían ubicado en una habitación especial, construida con la intención de contener «huéspedes» potencialmente peligrosos, cuya magia sin control podría ocasionar daños considerables. Estaba separada de la sala sólo por una pared de vidrio. Varias personas habían trabajado en ella, el mismo Devdan entre otros, aplicando diversas clases de blindaje mágico que la convertirían en la única habitación inexpugnable de la base de Limbo. Aramís había aportado también sus conocimientos instalando equipos para monitorear o para reforzar el control en caso de que la magia no alcanzara. Al ser algo tan maleable e impredecible nunca se podía saber exactamente por cuál lado iría a estallar. Eso Devdan lo sabía muy bien, sólo una vez la habían utilizado y había sido con él mismo. Por poco no había dejado el edificio reducido a escombros. Rogaba que las cosas no se volvieran a salir de control como aquella vez.
—Créeme, puede destrozar todo en cuestión de segundos, lo he visto con mis propios ojos.
Aramís sostenía una taza de café y deambulaba alrededor de los paneles de control, medidores de signos vitales y otros aparatos que emitían una sucesión de bips monótonos, signo de que por el momento todo estaba en orden. Finrod, con los brazos cruzados, mudó su mirada de la joven dormida a Eva que, con cierto aire ausente, también la observaba. Estaba tan cerca que parecía tener la nariz pegada al vidrio. Lo que había pasado entre ellos estaba fresco en su mente y se preguntaba qué estaría pensando ella ahora que parecía haber recobrado por completo la sobriedad. Quizás podrían hablar más tarde. Volvió su atención hacia Aramís.
—Es sólo una pobre víctima más de Dante. Lo que no entiendo es cómo lograste dominarla.
—Soy un hombre de muchos recursos, ya lo saben. Usé una técnica antigua, pero no por eso menos efectiva: un botellazo en la cabeza. —Todos se dieron vuelta a mirarlo—. Está bien, está bien, me corrijo: varios botellazos en la cabeza.
Finrod prefirió no haber oído aquello.
—Perfecto, ahora esa pobre muchacha no sólo despertará con un espíritu extraño dentro de ella sino también con un traumatismo de cráneo. Seremos afortunados si no nos demanda. De todas formas sigo sin entender, al anterior le clavé más de cuatro flechas y no pude detenerlo.
—Quizás fue porque el proceso recién comenzaba. —Eva volvió a mirar a la joven con el ceño fruncido—. Por unos instantes me habló como una persona normal y estaba sufriendo, lo sentí en su voz.
A su memoria le vinieron todos los recuerdos de aquella noche en el edificio de Dante y volvió a sentir pena por esas personas, por lo que debían haber pasado, por la forma en que murieron. Ellos las habían matado, al menos una en defensa propia, la otra no había sido su intención. Miró al elfo que le devolvió una mirada sombría. ¿Pensaría él de la misma forma? ¿O quizás ya había matado y su corazón estaba endurecido? ¿Se animaría a preguntarle eso algún día? No en un futuro cercano, eso seguro. De pronto se sintió cansada, como si toda la energía de esa noche la estuviera abandonando. Sólo esperaba poder llegar a su habitación, cambiarse la ropa y evitar a Finrod tanto como fuera posible en los días sucesivos. No quería enfrentarlo luego de lo que había ocurrido, no estaba segura de cuál sería su propia reacción ni de lo que sentía al respecto.
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El Elixir - Trilogía Arwendome #1
Fantastik¿Qué harías si tuvieras en tus manos un objeto misterioso que todos codician? ¿Qué harías si descubres que tu relación con ese objeto es más estrecha de lo que te imaginas? ¿Qué harías si supieras que hay algo más allá de lo que perciben tus ojos? ¿...