Hola a todos!
Perdonen que ayer no publiqué mi parte! Tuve que viajar y no tenía la computadora conmigo.
Pero ya está aquí! La segunda y última parte del capítulo 5. Espero que les guste!
la imagen es la de un edificio muy similar a Industrias Sphynx
Y si comentan y votan me pondrían muy contenta :D
**********************
Desde su mesa, Finrod volvió a verla en acción a pesar de la gente que ya llenaba el lugar y se interponía entre ellos.
Eva caminaba como en cámara lenta. Parecía ir flotando. No tocaba a nadie y nadie parecía notar que le pasaba junto a ellos. Era como un gato entre la porcelana, ágil y sinuosa. Se acercó por detrás al hombre que aún hablaba por teléfono, de una manera tan delicada que parecía vaporosa. Extendió su mano hacia la cabeza que estaba inclinada a un lado y la sostuvo sobre ella. Sus ojos estaban enfocados pero su rostro estaba relajado, así era cuando estaba muy concentrada. Con la delicadeza de una pluma cayendo al suelo, la fue bajando hasta casi tocarlo, el hombre seguía sin darse cuenta de lo que pasaba sobre él. Luego presionó un instante el cable en sus cabellos por la punta de la masilla para que el calor activara el pegamento. Mientras lo hacía, observó unas extrañas marcas en el borde de las orejas del hombre que no podían verse de frente sino justo desde su posición. No supo qué podían ser, de todas formas no podía detenerse a estudiarlas por lo que decidió olvidarse de eso. Abrió los dedos, que bailaron mientras retrocedían. Listo, salvo por la diminuta esfera que se perdía entre los mechones, no se notaba nada extraño. El transmisor estaba en su lugar y cuando el hombre se fuera, los llevaría hasta su jefe. Mejor dicho, lo llevaría a su vigilante, ella ya daba por concluida su tarea.
Con expresión indiferente, se sentó frente a él. Lo interrogó con la mirada.
—Tendrá que venir conmigo.
Oh, oh, eso no estaba en los planes.
—¿No prefiere acordar un lugar y otro momento así puede reunir el dinero? —Trató de sonar segura; no creyó haberlo logrado. Quedarse con la caja había sido un de las peores decisiones de su vida.
—El dinero no es problema para él, pero quiere verla ahora mismo porque debe irse de viaje. Si no tiene vehículo, la llevaré. Si no quiere venir, puede entregarme la caja y le pagaremos tal como habíamos acordado al principio.
Eva recorrió con la vista su alrededor, la gente que los rodeaba le daría la protección perfecta para escabullirse y lograr salir del lugar; una vez fuera, lo perdería. Desaparecería, se escondería en algún lugar seguro y luego vería la manera de contactar al elfo.
La voz seca interrumpió su elaboradísimo plan con algo que no se esperaba:
—Y si no quiere venir ni entregarme la caja, tendré que convencerla de otra manera.
Mientras el hombre hablaba con un tono deliberadamente pausado, sus ojos se dirigieron al borde de la mesa por donde se asomaba enfrente suyo y apenas visible, el cañón de una pequeña pistola plateada.
—Podría intentar huir, lo sé. —continuó—. En ese caso le demostraré que puedo ser muy rápido y no queremos hacer un escándalo, ¿no?
Eva se tensó ante la visión del arma, luego se levantó de su asiento, sabiendo que ya no tenía escapatoria. Sabía que podría escapar del hombre fácilmente, pero temía que comenzara a disparar y lastimara gente inocente. Sólo esperaba que Finrod se hubiera percatado de lo que pasaba. Tarde se dio cuenta del error de tener la caja con ella. Salieron del café y se dirigieron al automóvil, que estaba estacionado en una calle solitaria. Podría haberse escabullido en algún momento pero por alguna razón temió no poder lograrlo.
ESTÁS LEYENDO
El Elixir - Trilogía Arwendome #1
Fantasy¿Qué harías si tuvieras en tus manos un objeto misterioso que todos codician? ¿Qué harías si descubres que tu relación con ese objeto es más estrecha de lo que te imaginas? ¿Qué harías si supieras que hay algo más allá de lo que perciben tus ojos? ¿...