Capítulo 23 - Ella es como el viento - parte 2

1.6K 172 49
                                    


Hola a todos!

Como prometí, acá les dejo la segunda parte del capítulo. Es cortita, pero espero que les guste. Al final, van a saber el por qué del título ;)

Gracias por leerme.

Que tengan todos un feliz fin de semana!

Habíamos dejado a Finrod y Eva hablando en el techo del edificio.

*************

Eva asintió con la cabeza. Presentía que se trataba de algo relacionado con ella, aun así no quería agobiarlo con preguntas. No hablaron más, no hacía falta. Ahora era la mano fuerte y estilizada de él la que cubría la suya y así permanecieron inmóviles por un rato, mirando la ciudad lejana, sumergidos en sus propios pensamientos, pero acompañándose de todas formas. Abajo danzaban las luces de la ciudad, ajena a sus penas. Cuando las primeras gotas comenzaron a caer, decidieron que era hora de bajar. En lugar de volver por donde Eva había llegado, Finrod saltó por el borde, para consternación de la joven a quien le pareció que se arrojaba al vacío, cuando en realidad la azotea estaba allí, algo más abajo. Se asomó y vio al elfo tenderle los brazos para ayudarla. Esa imagen, como un déjà vu de un momento hermoso y lejano, la detuvo un breve instante hasta que se desvaneció. Dudó entre saltar a los brazos tentadores o...

—Prefiero estamparme contra el piso.

—No lo harás. Te atraparé... de nuevo. —Sonrió Finrod desde abajo.

—¿Y tú te ríes del ego de Aramís? —intentó sonar burlona, pero el salto la estaba preocupando.

Finalmente el destino decidió por ella, una parte de la pizarra se soltó y eso, sumado a que estaba mojado, la hizo resbalar sin que pudiera hacer nada por frenar una caída nada elegante.

—¡Wooow, cuidado abajo!

El elfo ya estaba listo para atajarla y cuando chocó contra su cuerpo la abrazó por la cintura apretándola contra él. Eva quedó con los pies en el aire y su primera reacción fue abrazarse a su cuello, luego lo miró intentando agradecerle, pero no le salieron las palabras. Sus ojos se clavaron en los de él. La sensación de sentir su cuerpo pegado al de ella estaba causando interferencias en su pensamiento racional. Finrod le habló, sin aflojar su abrazo.

—¿Siempre te arrojas así?

—Sí, porque como dice Buzz Lightyear: «Yo caigo con estilo». —La voz le salió entrecortada, quizás la estaba apretando muy fuerte.

—Ya veo... —Finrod sonrió seductoramente y hubo un silencio incómodo.

Eva forcejeó, aunque no mucho, para liberarse.

—Bájame. —le ordenó con poca convicción.

Lo vio negar lentamente con la cabeza con sus ojos clavados en los de ella. Eva gruño de frustración. Si él creía que lo iba a dejar hacer lo que quería estaba muy equivocado, de modo que, sin pensarlo, se inclinó un poco y le estampó sin previo aviso, un breve beso en la punta de su oreja. No esperaba la reacción de Finrod que se sobresaltó y la soltó, con los ojos muy abiertos. Eva cayó al suelo de pie, con una sonrisa triunfal. Vio su sorpresa y eso le resultó muy divertido. Pero la sonrisa fue diluyéndose cuando vio que él no se la devolvía, peor aún, la miraba con esos ojos felinos y penetrantes, como aquella vez en el night club y cuando notó que había olvidado respirar, decidió que lo mejor era emprender la huida. Comenzó a girar para alejarse cuando una mano en su mentón la detuvo y la hizo volverse. Antes de que pudiera reaccionar, los labios de Finrod se apoyaban en los suyos, cálidos y decididos. Ahora era él quien la había sorprendido. Luego de un segundo de duda, con sus labios apenas tocándose, Eva cerró los ojos y se dejó llevar.

El tiempo pareció detenerse y las gotas de lluvia quedaron suspendidas en el aire o quizás ellos ya no las sentían. Lo único que existía en ese momento eran sus propios labios besando los labios del otro. Así dejaron que sus bocas fueran como un bálsamo para aliviar sus penas. Eva sentía los dedos de Finrod entre su pelo y con cada presión de ellos, con cada movimiento de su lengua, su cuerpo temblaba como si vibrara, no sólo por las sensaciones que despertaban sino por algo más sutil, una calidez que la rodeaba igual a la que había sentido cuando soñó con el bosque, con flotar sobre la hierba, con la magia envolviéndola.

Lo escuchó soltar un tenue gemido contra su boca, como si luchara por controlarse y ella le respondía, pero también se controlaba. El temor tomaba definición y se estaba abriendo camino lentamente. Intentó no hacerle caso, ese no era un beso para desperdiciar. Por un breve instante se olvidaron de lo que pasaba a su alrededor, hasta que las gotas fueron demasiado insistentes como para ignorarlas. Se apartaron, intentando recuperar el aire y se miraron sin poder creer lo que había pasado. Porque él también estaba abrumado por las emociones o quizás porque no quería forzarla, Eva pudo escabullirse y comenzó a caminar hacia atrás. Finrod alcanzó su mano, haciendo que se detuviera, sus ojos le decían que no se fuera aún pero ella negó con la cabeza e intentó una sonrisa. En su cara se reflejaban tantas emociones juntas, que no supo bien qué expresión había resultado. Como si no quisiera hacerlo, se liberó despacio, dio media vuelta y caminó con paso apresurado, desapareciendo por la puerta de entrada al edificio.

Finrod se quedó un momento más, solo, bajo la lluvia. Había logrado lo que hacía tanto tiempo quería hacer, besarla, pero no se había imaginado que su corazón pudiera detenerse al hacerlo. Estaba como paralizado. A lo lejos alguien había subido el volumen de la radio y la estrofa de una vieja canción, flotó en la noche.

She's like the wind through my tree
She rides the night next to me
She leads me through moonlight
Only to burn me with the sun
She's taken my heart
But she doesn't know what she's done

Sacudiendo su letargo, fue tras ella.

*******************

Me imagino que todos vieron Dirty Dancing! :) yo amo esa película.

Hasta el próximo capítulo!!


El Elixir - Trilogía Arwendome #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora