El Elixir - Trilogía Arwendome #1

Capítulo 14 - Bienvenida a la locura - parte 2

Hola a todos!

Como pasaron estas Navidades? Espero que muy bien!

Esta semana, les voy a dejar otro capítulo entero más, ya que me voy de viaje y no se si podré actualizar hasta la próxima semana

Recuerdan dónde habíamos quedado? Lucas (sí, el de la foto es él) estaba por contarle algo de su vida a Eva, pero además hay una revelación MUY importante en este capítulo.

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Así se enteró de que su madre era de Boston, se había casado con un argentino y vivían en una ciudad llamada Capilla del Monte; que él se había quedado en Buenos Aires para estudiar y finalmente había terminado en Limbo.

Eva había estado en muchos países con su abuelo, pero lo más al sur que habían llegado era la calurosa y húmeda ciudad de Manaos y no estaba segura de querer volver. Sin embargo, las ciudades que mencionaba Lucas parecían bastante diferentes.

—¿Hace mucho que trabajas aquí?

—Sí, casi cuatro años. Mi hermano me trajo con él. Por mucho tiempo estuve haciendo trabajo de escritorio hasta que Owens me vio en un entrenamiento y le habló a Alfson de mí. Entre nosotros, creo que el viejo no soporta a los humanos. Estoy convencido que tiene algunos acá para cumplir con alguna ley de minorías impuesta por O.N.O, el gobierno o la reina de Holanda, no sé. De todos modos, parece que accedió y ahora trabajo para un elfo. —Volvió a reír—. Para mí es como estar en una especie de Mansión X. Si hace cinco años alguien me decía que los elfos, hadas, demonios y otras variedades de seres mitológicos existían o incluso podían tener hijos con humanos, le hubiera dicho que estaba en pedo. Y acá estoy, reconociendo de a poco que los humanos no somos los únicos seres pensantes que tenemos la exclusividad del planeta. —Se detuvo, como considerando si seguir abriéndose ante esa joven que apenas conocía. Decidió que sí, no era fácil encontrar otro ser completamente humano en ese lugar.

—Lo que más quiero es viajar —prosiguió—, poder visitar alguno de esos mundos, sé que muchos van y vienen, por ahí yo también pueda hacerlo algún día. ¿Sabías que dicen que también hay portales entre mundos y no sólo con el mundo humano? Aunque parece que también es un mito, como el pelo de Cordelia.

—Lo harás, Lucas. Vas a poder viajar a esos lugares y lo comprobarás tú mismo. A todos les llega su oportunidad, ya lo verás.

Lucas continuó hablándole de sus proyectos y su vida, en forma tan animada que le contagió a Eva su propia buena energía. Era alguien lleno de vitalidad y en cierta forma refrescante. También hablaba sin parar, era como tener una radio encendida todo el tiempo y Eva comenzó a perder un poco el hilo de lo que relataba, sólo prestaba más atención cuando mencionaba a Finrod, casi con admiración. Después de todo, decía, gracias a él estaba haciendo lo que quería.

Así, entre anécdotas y alguna broma eventual, el tiempo pasó volando y cuando quiso darse cuenta ya era hora de ir a dormir.

—¿A ese lugar?

Aramís verificaba el reporte que confirmaba la dirección a la cual el caza recompensas debía llevar a Eva una vez que la tuviera. A Finrod cada vez le gustaba menos el curso que tomaban las cosas y lo confuso que estaba todo. Opinó pensativo:

—No creo que éste fuera el lugar final, lo más probable es que sea un punto intermedio donde está el contacto más importante y de ahí debían llevarla a otro lado, como para despistar. No es extraño ver entrar en un night club a una joven diferente cada noche.

Alfson estaba de acuerdo.

—Lo principal es averiguar quién es el contacto y cuál era el destino final. Pues algo me dice que ése ha sido también el destino de las personas desaparecidas.

—Yo estoy casi seguro de que sé quién es el contacto —agregó Aramís que se había mantenido en silencio hasta el momento—. El night club se llama Ionescu's, ¿verdad? Pues corríjanme si me equivoco, algo que muy rara vez ocurre, pero el dueño de ese antro de perdición, oh, no es que lo conozca demasiado, ¿eh? Es Zoltan Ionescu, nada más ni nada menos que el hermano de nuestro apreciadísimo Román, la mano derecha de Dante. Todo queda en la familia.

—Debemos ir y ver qué podemos sacarle. No perdamos tiempo. —Finrod se movió inquieto.

—Estoy de acuerdo, —Alfson no estaba menos intranquilo—. Tenemos que intentar adelantarnos a Dante y evitar que lleve a cabo su plan, sea lo que fuere. Y por ello hasta estoy dispuesto a agotar todos nuestros recursos. Hasta podría considerar consultar algún astrólogo también.

—Hablando de astrólogos, ¿se ha averiguado algo del abuelo de Evangeline? —Finrod recordaba lo poco que Eva le había contado de su abuelo.

—Me temo que poco y nada. —Alfson le extendió un reporte con una foto de hacía algunos años atrás, de un hombre de edad madura con el pelo ya cano y barba. Había otras fotos, pero no las llegaron a ver—. Hemos investigado a Percival Morgan y hace meses que nadie lo ha visto, ni el encargado del edificio donde vive, ni sus vecinos. En lo que a mí respecta, es otra de las personas desaparecidas. Envié a Angelina a investigar su apartamento y además de encontrarlo en perfecto estado, lo cual podría no significar nada, también descubrió estas cartas astrales, que tampoco podrían significar nada, dado que es astrólogo. Pero lo que más me intriga es esto.

Les acercó un papel en el cual estaba dibujado una especie de óvalo, con cuadrantes en su interior y varios símbolos y números en el extremo superior. Finrod lo tomó en sus manos y lo observó con detenimiento.

—No entiendo los símbolos, pero este dibujo parece la Tierra con sus paralelos y meridianos y los números podrían ser coordenadas...no estaría mal verificarlos. —Finrod sacudió la cabeza, cada vez que algo nuevo aparecía era para complicar el panorama—. Todo esto es como un acertijo, ahora dos personas de la misma familia...una desaparecida, otra que casi corre la misma suerte, es algo muy extraño.

—Es aún más extraño de lo que parece, créanme.

Ambos hombres miraron a Aramís con cautela, siempre era peor cuando se ponía serio. El joven se levantó y caminó por la oficina, con aire pensativo.

—Cada vez que miro a Evangeline, cada vez que pienso en su alias, me recuerda a alguien que conocí. Una mujer muy ligada a Dante, les aseguro que no querrían encontrársela. Fue la mujer más bella y poderosa de su época, no sólo con cerebro para el mal, que más de uno de nuestros enemigos envidiaría, sino con conocimientos y poderes que iban más allá de nuestra realidad tangible, ni siquiera yo ¡Yo! Pude comprenderlos. —Exclamó con aire compungido—. Y como era de esperar, Dante se enamoró de ella. Por el bien del mundo, nunca debió ocurrir eso. No sé por qué les cuento esto, es algo que pasó hace un siglo y medio. —Rio para sus adentros, aunque más parecía un lamento.

Alfson y Finrod se miraron, temiendo que hubiera perdido la poca cordura que tenía, pero él aún no había terminado

—Todo suena a locura y no sé cómo entra Evangeline en la historia, ni porqué Dante la quiere. Excepto por su gran parecido y su alias, que es el nombre mismo de su amada: Morgan le Fay.

Por unos instantes el silencio reinó en el despacho. Los dos hombres debían masticar ese trozo de historia al cual le faltaba muchísimo por agregar. Finrod apenas creía lo que había oído.

—Aramís, no te estarás refiriendo a Morgan le Fay, la...

—A ella misma... sí, Morgana o Morgaine como se la conoce también; la medio hermana del Rey Arturo. Dejó que los dos hombres asimilaran sus palabras—. Suena a delirio etílico propio de mí, ¿verdad? Pues no lo es. Eva es como una versión más...suavizada de ella. No sabría cómo decirlo: más apagada, sí, eso, más apagada, gracias a los astros.

—Según la leyenda, Morgan le Fay desapareció hace siglos sin dejar rastros. —dijo el elfo.

Aramís rio incómodo.

—Al parecer siempre estuvo entre nosotros.

—En algún momento necesitarás contarnos el resto de esta historia o llenar algunos agujeros —dijo Alfson mientras anotaba mentalmente todo lo escuchado— ¿Qué pasó con esa mujer?

—Ejem, yo...la maté.

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Espero que les haya gustado!

gracias por leerme, votarme, seguirme y comentar! :)