Hola!
Espero que no me hayan olvidado! Perdón por todo el tiempo que estuve ausente. Problemas familiares, trabajo, viajes. No voy a aburrirlos con la historia. Espero que aun sigan ahí :)
Y como forma de pedirles disculpas, les dejo un capítulo completo. Van a conocer algo de la historia de Eva.
Espero que les guste. Saludos a todos!
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—Se acerca el día y aún nos falta lo más importante —dijo Percy Morgan.
Dante caminaba de un lado a otro. No quería responderle al anciano, admitir que tenía razón sólo aumentaría la furia que crecía en su interior. ¿Había notado un dejo de sarcasmo en su voz? Confesarle que había perdido a Evangeline y al medallón había sido como admitir su propia derrota y eso era algo que no iba a permitir que ocurriera nuevamente.
—Lo tendremos a tiempo para llevar a cabo las transmutaciones. Siempre y cuando todo esto que supones acerca de la Casa 8 y los portales funcione como tú dices, altrimenti...
—Tú sabrás de alquimia, pero el conocimiento de astrología lo tengo yo; sin eso, las anotaciones que dices que son tuyas no habrían servido de nada. Por lo tanto, te agradecería que no me amenaces.
La tensa conversación se interrumpió cuando la estática de la radio dejó pasar la voz que estaba esperando escuchar. Román.
—Jefe, el plan está en marcha, tendrá a la chica y a la joya cuanto antes.
—No vengas sin ellas.
Sin decir más, cortó la radio y salió del salón.
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Sólo el bramido de su estómago pudo despertarla. Miró el reloj. ¡Mediodía! Quién sabía hasta qué hora hubiera dormido si sus tripas no pedían comida a gritos. Se levantó algo atontada, aún no se recuperaba de lo ocurrido la noche anterior. Debía pensar más detenidamente qué haría con respecto al relato de Aramís, o peor aún, con respecto a Finrod, por lo que decidió que mejor iría a llenar su estómago primero. Se bañó, se vistió y al salir se llevó el medallón con ella. Ya sabía lo que haría con él.
Caminó por los pasillos hacia el comedor. Le pareció raro encontrarse con muy poca gente, pero luego recordó que era domingo y se preguntó si estarían con sus familias, de este lado de los portales o del otro. O si estarían solos, escondiéndose de miradas curiosas, intentando adaptarse al mundo humano. Se preguntó cuántos de los que allí trabajaban llevaban una vida normal y se respondió que quizás no muchos. Al pasar por al lado de una ventana se detuvo en seco, a través de ella pudo ver la sala de una enfermería y sobre una cama, dormida, la joven que habían traído consigo la noche anterior. Parecía dormir plácidamente y por eso aprovechó Eva para observarla mejor. Era bonita, el cabello despeinado se desparramaba por la almohada. ¿Se encontrarían con que había perdido la razón al despertar? ¿Despertaría como si nada? ¿Recordaría lo que había ocurrido? Por las correas en sus muñecas, intuyó que no pensaban arriesgarse. Siguió su camino.
No esperaba encontrar a nadie en el laboratorio, pero se llevó una sorpresa. Allí estaba el doctor Suresh con su rostro afable, sonriendo al verla como si nada hubiera pasado la noche anterior. Con él estaba Finrod, con aspecto cansado. Estaban conversando e hicieron silencio cuando Eva se acercó.
—Oh, no se detengan por mí, —trató de hablar lo más casual que pudo y sin mirar directamente al elfo. —Sólo vine a dejarle esto a Devdan. —Le tendió el medallón, ante la mirada sorprendida de ambos hombres. —Pensé que te gustaría examinarlo...sé que lo cuidarás, que no lo cortarás o derretirás o harás algún experimento dañino con él, y luego me lo devolverás.
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El Elixir - Trilogía Arwendome #1
Fantasy¿Qué harías si tuvieras en tus manos un objeto misterioso que todos codician? ¿Qué harías si descubres que tu relación con ese objeto es más estrecha de lo que te imaginas? ¿Qué harías si supieras que hay algo más allá de lo que perciben tus ojos? ¿...