Peleas y Descubrimientos

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Gianna

En el receso tuvimos que buscar otra mesa, la nuestra ya la habían tomado. Estuvimos caminando en toda la cafetería, todas las mesas estaban llenas.

-Y ¿Ahora que hacemos? -Preguntó Luna.

Una de las últimas mesas se desocupó, nos sentamos allí y comenzamos a hablar sobre como nos fue en las primeras clases. Cuando sonó el timbre del final del receso nos dirigimos hacia el salón de Matemática, de pronto apareció Alex a mitad del pasillo hablando con sus "amigas". Ignoramos su presencia y seguimos nuestro camino, cosa que no le agradó.

-¡George! -Gritó Alex- ¿Acaso no me piensas saludar? Todavía tenemos una conversación pendiente.

Los tres nos detuvimos, estábamos un poco apresurados ya que íbamos a llegar tarde a la clase y esa profesora es estricta, llegar tarde no es recomendable con ella.

-Eh... en este momento no, Alex. No quiero llegar tarde a la clase, hablamos después -Respondió George.

-Esa profesora es aburrida, fue mi primera clase hoy, te puedo prestar la tarea y así hablamos tranquilamente -Dijo acercándose a él mientras que sus súbditas lo miraban de arriba a abajo.

-No, yo si voy a mis clases aunque llegue tarde y cumplo con mis deberes, no necesito de tu ayuda -Dijo George mientras se alejaba de ella.

Nos dirigimos al salón de Matemática pero oí mi nombre, era ella. Caminó hasta donde me encontraba y me susurró algo en el oído.

-No olvides lo que te dije, te estoy viendo -Dijo agarrando mi brazo fuertemente.

-Déjame, me estás lastimando -Dije intentando solatarme de su agarre.

De pronto me llevó hacia el baño más cercano, no entendía lo que esta loca quería hacerme. George y Luna corrían detrás de nosotras, pero las amigas de Alex intentaban alejarlos de mi.
Entramos al baño y me estrelló contra la pared, las chicas que estaban dentro salieron corriendo mientras que sus amigas prohibían la entrada.

-¿Acaso olvidaste lo que te dije? -Murmuró sujetándome por el cabello.   

-¡Suéltala! -Gritó Luna pero inmediatamente la agarró Susan, una de las súbditas de Alex.

Me acordé de las clases de defensa personal que me dio Tyler, no es un luchador profesional pero por lo menos sabe defenderse ante un robo. Con mi rodilla golpeé su abdomen haciendo que me soltara y con todas las fuerzas que tenía, deposité un gran puño en su mejilla. Luna me agarró y salimos de ahí, ya no podíamos ir a la clase de Matemática. Al salir, las amigas de Alex sujetaban a George, sabían que iba a buscar ayuda. Luna agarró a una y yo a la otra y las estrellamos contra los casilleros, estábamos a punto de depositar un gran puño en su rostro pero George nos detuvo. Venía una de las amigas de Alex junto al director, otra vez en problemas.

-Ustedes tres -Nos señala-, vengan conmigo. La señorita Woods nos alcanzará mas tarde.

No puedo creer que solamente con un golpe en su rostro ya fuera a buscar al director, se nota que es una niña mimada. Llegamos a la dirección y al rato llegó Alex, Susan, Lisa, Megan y Joanna, sus "amigas".
Alex tenía un moretón en su mejilla, nunca me sentí tan orgullosa por haber golpeado a alguien, en verdad se lo merecía por ridícula. 

-Señorita Woods, ¿Me puede decir lo sucedido? -Dijo el director. 

-Yo estaba hablando con mis amigas en el pasillo y de pronto aparecieron ellos y comenzaron a insultarnos -Dijo casi a punto de llorar. Sus amigas asintieron casi llorando.

-Pero ¿porqué terminaron en el baño? -Preguntó.

-Ella -Me señala-, me agarró por el brazo fuertemente y me llevó al baño más cercano, me estrelló contra la pared y me lanzó al suelo... luego, no le bastó el impacto que recibí en mi espalda al caer en el suelo y me pegó en la mejilla con su puño. Puede ver mi moretón, no es maquillaje, es real.

El director se acercó y le tocó el área donde estaba el moretón, la muy idiota fingía que le dolía. Nosotros estábamos asombrados por la gran mentira que Alex le dijo al director, el cual le creyó.
Al final el director me colocó un castigo: ayudar en la limpieza de los jardines que están alrededor del colegio durante dos semanas, como Luna y George también estaban en el momento de lo sucedido, les colocó el mismo castigo por "complices".
Al menos se compadeció de nosotros al no colocar este "incidente" en nuestro expediente, como somos graduandos eso nos perjudica en el momento de entrar a la universidad, eso es lo único que le agradezco.  

En la salida nos dirigimos a una pequeña cafetería que esta cerca del colegio, era viernes y esta es nuestra manera de festejarlo. Muchos se van a fiestas, beben, fuman, etc., pero nosotros nos conformamos con una taza de café y un buen libro.

-Y ¿creen que vuelva a hacernos algo? -Preguntó Luna.

-No lo sé, creo que no va a estar tranquila hasta vengarse por ese pequeño golpe -Dije en tono burlon.

Luna se fue a pedir nuestros capuchinos y en ese momento decidí contarle a George las cosas que Alex me dijo, era el momento correcto. Al terminar de contarle abrió los ojos como platos, no podía creer lo que le decía.

-Esto... ¿es en serio? -Preguntó

-Pues... si, es algo loco ¿verdad? -Respondí.

-Ya llegué, ¿me extrañaron, verdad? -Dijo Luna con la bandeja donde se encontraban los tres capuchinos.

Después de pasar un rato agradable y de una lectura muy interesante, decidimos irnos a pie hasta nuestras casas. Estábamos caminando frente a una casa muy vieja cuando escuchamos un sonido extraño, era el sonido de cuando se quiebra un trozo de madera. La casa era grande, de dos pisos y un pequeño jardín, la verja de la entrada estaba entreabierta y las flores estaban marchitas y secas, al parecer nadie ha entrado ahí en años; la madera era vieja y algunas ventanas permanecían abiertas, en la verja había un letrero que decía:

Familia Houston
casa 2378
Bienvenidos

Desde afuera se podían escuchar voces, algo raro ya que parecía estar abandonada. Nunca habíamos visto esta casa, son pocas las veces que pasamos por aquí ya que siempre vamos al colegio por otro camino. No había nadie en la calle porque estaba oscureciendo, sólo se oían las voces provenientes de la vieja casa.
Estuvimos un buen rato observando cada detalle de esa casa, no sabíamos si entrar o no, podíamos estar poniendo nuestras vidas en peligro. Después de pensar en que haríamos decidimos entrar, uno de los mayores errores de nuestras vidas.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora