Entre los árboles y la noche

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Gianna

Le escribí una carta a mi padre junto a una foto que tengo a lado de George, él va a estar muy feliz cuando se entere de nuestra relación. Hemos hecho cosas increíbles, me trata mucho mejor que Edward.

Fuimos a la librería porque mi escritor favorito estaba firmando sus obras allí. Nosotros no pudimos venir aquella vez que él estuvo aquí pero la vida nos dio una segunda oportunidad.
El señor firmó el libro a nombre de los dos, conversamos un buen rato con él y me pareció una persona muy agradable. Al parecer le agradé tanto que, al decirle que mis pocos libros los había perdido en el incendio, decidió regalarme las últimas ediciones de sus historias con su firma.

Ambos le agradecimos y dijo que nos ofrecerá su ayuda cada vez que lo necesitemos.
Después hicimos varias actividades como tirarnos de un helicóptero con paracaídas, ir a la playa, aprender a patinar, comer en restaurantes de diferentes países, jugar fútbol con Matt y sus amigos, ver una pelicula en el cine, tomar clases de baile, entre otras cosas. Como en lo último no somos expertos, quisimos aprender bailando diferentes ritmos y nos fue muy bien.

Un día fui a cenar en su casa, era algo incómodo porque no le agrado a ningún miembro de su familia.
Al final logré llevarme bien con sus padres y con su hermano, sé que no tengo toda su confianza pero estoy segura de que las cosas mejoraran.

Luego de varios días maravillosos, tuvimos que ir a la casa de campo de mi tío Albert junto a mi familia. Luna también fue con nosotros porque Tyler la quería presentar frente a nuestros primos y familiares que estaban allí.
Como la casa está frente a un lago, decidimos llevar a mi tío ahí para que aprendiera a nadar; en realidad fue muy gracioso pero al final, entre miedo y valentía, logró lo que quería.
Jugamos en el césped como unos niños pequeños, nos bañamos en el lago y algunos se tiraban desde una gran roca que estaba en el lugar. Por suerte nadie terminó con un cuello roto o con la pierna quebrada.
Cuando el cansancio nos ganó, entramos a la casa para darnos una ducha y comer en la terraza. Antes de que la cena estuviera lista, me senté a orilla del lago junto a mi tío.

-Tu tía y yo la extrañamos demasiado, era una gran persona -Dijo mirando el atardecer.

-Mi madre está en un lugar mejor, nunca lo olvide -Dije lanzando rocas pequeñas al agua.

-Ella le escribió una carta a Angelina diciendo lo mucho que la quiere, pero a mi no me dejó nada. Nuestra relación no fue la mejor, pero aún así la quería -Admitió.

-No se preocupe, ella siempre va a estar con usted aunque no le escribió ninguna carta. Quizás sabía que no le gusta nada de eso y por eso no hizo nada para usted.

-Quizás... pero la extraño mucho.

-Yo leo su carta cuando estoy mal, Tyler también lo hace... ¡Como quisiera que estuviera con nosotros nuevamente!

-Tus padres están orgullosos de ti y sé que están felices por tu relación con ese chico. Es muy bueno, le agradó a toda la familia, creo que encontraste al indicado -Sonrió.

-Lo sé -Me abrazó y me dio un beso en la frente para luego entrar a la casa.

Todos estaban felices durante la cena, ahora George y Luna pertenecen a la familia. Pudieron conocer a mi prima menor Ruby, hija de mi tía Lina. Es tierna pero habla demasiado y tiene una voz chillona; al principio es agradable pero cuando toma confianza se vuelve insoportable.

-¿Por qué lees libros de magia? ¿eres una bruja? -Le preguntó a Luna.

-Quisiera serlo, los leo para poder aprender hechizos, pociones y encantamientos -Aclaró dejando a la niña impactada, nosotros no parábamos de reír.

-¿Tú también quieres ser brujo? -Miró a George asustada, no le gustan esas cosas.

-No, prefiero ser un cazador de sombras o un narniano -La niña arqueó una ceja, no tenía la menor idea de lo que hablaba. Esta vez todos en la mesa se reían por las clases de preguntas que ella hacía, lo que la hizo enojar.

-¿Y cuando traerán a mis nuevos primos? Yo sé que no los trae la cigüeña, quiero que sean dos niñas para poder jugar a las muñecas con ellas -En ese momento, todos reían menos nosotros.

Después de una larga e incómoda cena, todos se fueron a dormir menos nosotros. Busqué unas sábanas, almohadas y una linterna para ver las estrellas desde el bosque. Tyler y Luna se quedaron, pero sé que también harán algo para olvidar el mal rato que pasamos mientras comíamos.

Cuando encontramos un buen lugar entre los árboles y el lago, colocamos las sábanas y las almohadas en el suelo para acostarnos encima de ellas. La luna era hermosa junto a las estrellas, sus reflejos brillaban en el agua dándole un toque hermoso al ambiente.

-¿Qué piensas sobre el futuro? ¿qué crees que pasará? -Pregunté rompiendo el silencio incómodo que había en nuestro alrededor.

-No lo sé, pueda que haya más bosques y menos construcciones, pero también pueda que la capa de ozono se deteriore y que el cambio climático nos termine destruyendo a todos.

-¿No te aterra? Algún día tendremos que morir, habrá que renunciar a nuestros sueños, nuestras esperanzas, dejar a aquellas personas que estuvieron con nosotros todo el tiempo...

-No hay que temerle a la muerte, simplemente es otra parte de nuestra vida que algún día tendremos que descubrir, ¿por qué me preguntas esto? -Frunció el ceño.

-Tengo un mal presentimiento. Siento que lo peor se acerca y va a acabar con todo lo que queremos y... tengo mucho miedo.

-¡Hey, no te preocupes! Nada malo te va a pasar si yo estoy contigo. No vamos a morir hasta que estemos casados, tengamos muchos hijos y nuestra piel esté cubierta de arrugas, ¿entendido? -Asentí.

Se acercó a mi y me besó, envolví mis brazos a su alrededor sin separarnos. De repente pequeñas luces se movían a nuestro alrededor, eran luciérnagas. Me aparté y miré como volaban por el bosque haciendo que la noche fuera fantástica.

-Te amo -Susurró George acariciando mi mejilla.

-Te amo -Me acerqué y besé sus labios suavemente.

Nunca pensé estar así con mi amigo de la infancia; definitivamente es el indicado. Poco a poco el beso fue tomando intensidad y las cosas fueron cambiando.

Con cada beso sentía volar millones de mariposas en el estómago; olvidé todo lo malo y me entregué igual que él.

La naturaleza, la luna y las estrellas fueron testigos de la pasión y amor entre dos almas gemelas que decidieron unirse en un solo ser.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora