De madre a hija

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Gianna

Pasó un mes después de lo sucedido con Luna, ahora está mejor pero ya nada es igual. Esa alegría y felicidad que transmitía desapareció por completo, no es la única que ha cambiado, todos lo han hecho.
Alex y sus amigas ya no nos hablan ni se nos acercan, Tyler sale de la casa más que antes, algo que tiene preocupados a mis padres y a mí.

Ryan y Edward se convirtieron en nuestros nuevos amigos, somos más cercanos que antes. Siento una pequeña atracción por Edward, aunque creo que él no siente lo mismo. Él estaba enamorado de mí pero ahora sale con Susan Miller, la amiga de Alex, una chica mimada y engreída la cual no me da una buena impresión.

He cambiado totalmente, desde mi manera de vestir hasta mi forma de ser. Ya no soy aquella chica callada, tímida, la cual sufría bullying desde pequeña; ahora soy diferente, soy una chica seria, fría pero no he perdido la educación que me dieron mis padres, aún sigo siendo una de las mejores estudiantes del colegio.

Hoy es el aniversario de mis padres, cumplen veinte años de casados; toda la familia y algunos de nuestros amigos vinieron a celebrar junto a nosotros, incluyendo a Edward y Ryan.

Mis padres se veían muy hermosos juntos, me encanta aquellos momentos donde todo es alegría y felicidad en la familia, aunque solo suceden, si acaso, cada vez que hay alguna fecha importante.
Nuestra casa no es tan grande ni tan pequeña, pero es lo suficientemente espaciosa para que todos estemos juntos. Mientras todos estaban en la sala, fui a la entrada de la casa junto a Luna, nos sentamos en el césped a mirar las estrellas.

-¿Sabes algo? A veces pienso que cada una de esas estrellas son las personas que ya han desaparecido, las que están en el más allá y que ahora nos protegen -Dijo Luna mirando fijamente el cielo.

Sonreí mientras miraba cada una de esas estrellas, pensando que cada una de ellas eran las personas que han desaparecido de mi vida y que ahora están descansando en paz.
Pensé en todas las cosas que me han pasado, no sé porque sucedieron pero todo pasa por un motivo, es nuestro deber descubrirlo.

-¿Puedo acompañarlas? -Preguntó mi madre, no me di cuenta cuando apareció.

-Claro, voy a buscar algo de tomar, ahora vuelvo -Respondió Luna mientras se levantaba y entraba a la casa, sé que lo hacía a propósito para dejarme a solas con mi madre.

-¿Porqué estás aquí? Pensé que querías estar junto a nosotros -Dijo mi madre con tono amable.

-Quería estar un poco sola, sólo eso.

-¿Sabes algo? Yo también fui adolescente y sé que me estas ocultando algo -Dijo mientras me miraba fijamente.

-No es nada, sólo que... ni yo misma sé que me pasa -Me tapé la cara con mis manos.

-No te preocupes, puedes contarme todo, todavía no han notado mi ausencia -Dijo mientras miraba la casa, en realidad nadie notaba la ausencia de ambas.

Recordé todas las cosas que pasé de pequeña, los momentos buenos y malos. Jamás pensé en que me convertiría en esto, nunca imaginé las cosas horribles que tuve que pasar. Hablé con mi madre un buen tiempo, le conté como me sentía por dentro: rota y vacía.

Dije algo que no pensé decirle, era necesario que lo hiciera ya que no podía llevarme este peso sobre mis hombros hasta la tumba.

-¿Tú estuviste...allí?¿esto es una broma? -Preguntó cuando le dije que yo estuve presente en el asesinato del tío Leonard.

-No es broma, la verdad es que yo jamás pensé en las cosas que iban a suceder allí antes de entrar, yo pensé que no había nadie -Respondí.

-¿Sabes quien lo hizo? Gianna, no me mientas y dime la verdad.

No sabía si decirle que fue Edward el culpable, no quería ocasionar otro problema. Sentí mucha presión en ese momento y no pude evitar romper en llanto, mi madre me abrazó y lloré más cuando estuve en sus hombros.

-Tranquila, ya pasó, no permitas que te vean así, debes ser fuerte -Dijo mi madre. Yo siempre he estado orgullosa de ella, sus consejos me han servido en muchas cosas.

-Lo siento, sé que no soy la hija perfecta que mi padre y tú esperaban -Dije mientras me separaba de ella.

-No eres perfecta, nadie lo es. No eres como las demás, eres diferente y eso es lo que nos gusta de ti -Dijo mientras me acariciaba la mejilla.

-¿Sabes? Nunca me gustó tu crema, es muy mala -Dije con cara de desagrado, en realidad esa crema sabe muy mal.

-¿En serio? Esa es una receta de tu abuela, antes de ir a la escuela ella siempre me daba un plato de esa deliciosa crema ¿como no puede gustarte? -Dice con cara de ofendida pero sé que lo hace de broma.

-Pregúntale a Tyler, él te dirá lo mismo -No pude evitar reír a carcajadas con la cara que puso mi madre, ella sabe que esa crema es espantosa.

-Lo sé, cambiando de tema ¿qué me dices de ese chico que te tiene tan distraída? -Preguntó con una sonrisa pícara.

-¿Cuál? Ninguno me tiene distraída, es otra de tus ideas locas -Mentí. Ella sabe o se dio cuenta de lo que siento por Edward.

-Te conozco muy bien, vi como mirabas a tu amigo Edward ¿es él? -Comencé a jugar con mis dedos y estaba sonrojada, nunca había hablado de este tipo de cosas y no estaba muy segura de hacerlo.

-Eh...yo...bueno, yo no te puedo mentir...si, es él -Sentí un gran alivio al decirle esto a mi madre, necesitaba hacerlo.

-Sé lo que sientes, yo también pasé por eso.

-Si, lo sé, pero él tiene novia y cuando estaba disponible, no supe aprovecharlo.

-No te preocupes, hay muchos mejores, él no me da una buena impresión, es mejor que te alejes de él -Me asombró lo que dijo mi madre ¿porqué desconfiaría de Edward?

Después de hablar un rato entramos a la casa, era hora de partir el pastel. Mientras comía mi trozo de dulce de chocolate, vi a mi padre hablar con George. Me asombró la manera en la que hablaban, parecían conocerse de toda la vida.

Cuando todos se habían ido me dirigí a mi cuarto, me quité mis zapatos y los tiré al suelo, cerré la puerta y me cambié. Cuando estaba lista para dormir vi algo entre las sábanas, era algo pequeño y delgado. Miré por la ventana pero no había nadie, cerré las cortinas y me senté en la cama.

Era un sobre.

Sólo decía mi nombre, lo abrí y tenía un mensaje escrito con letras de periódicos y revistas, al final había una mancha de sangre. Quedé impactada y asustada cuando terminé de leerlo, lo que decía no era nada bueno:

Tu amiga logró salvarse pero tú no podrás.
Despídete de tus seres queridos porque no los volverás a ver.

Jamás.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora