Mi Día Especial

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Gianna

Después de enterarme que el anciano que mataron en la casa de los Houston era el padrino de mi madre, sentí un gran remordimiento y una gran culpa, no puedo creer que estuve ahí y no hice nada para impedirlo. El tío Leonard yo nunca lo conocí, mi madre me decía lo importante que era para ella. Él vivía en las afueras del país, la última vez que lo vi fue cuando era muy pequeña, según mi madre, yo apenas tenía cuatro meses de nacida.
En cambio Tyler si lo conoció, se llevaban muy bien y eran muy unidos. Luego de aquella vez que lo vi, no lo volví a ver, mis padres se mudaron de ese lugar para que Tyler y yo tuviéramos un buen futuro. Después, él ahorró y se mudó para la ciudad, tenía una pequeña tienda, donde mi madre lo veía seguido. La tienda era de una amiga, ella se la vendió y él pudo obtener algunas ganancias las cuales utilizaba para sus medicamentos, él sufría de diabetes y no podía vivir sin éstos.
Tenía algunos meses de estar en la ciudad, cuando Tía Lina nos visitó, ella también lo veía en la tienda y lo ayudaba algunas veces, ya sé porque se demoraba tanto mientras estaba fuera de casa.
Mi madre tenía planeado invitarlo a mi cumpleaños, él me apreciaba mucho y como yo no lo veía desde aquella vez, sería muy lindo que nos viéramos en ese día tan especial para mi. Lamentablemente, eso no pasó.
En el día del entierro, mi madre estaba muy triste, lloraba y lloraba como nunca, estaba muy dolida, él había sido esa figura paterna que nunca tuvo. No me atreví a despedirme del Tío Leonard, no tuve el suficiente valor para hacerlo.

Pasó un mes después de todo eso, mi madre ya no me volvió a castigar, desde ese día todo cambió. Mi madre le dijo a mi Tía Martha, que le hiciera el favor de prestarle su casa para celebrar mi cumpleaños, ella tiene un gran patio y una gran piscina. Siempre en mis cumpleaños, mi madre hace un pequeño brindis con la familia y mis dos únicos amigos, aunque algunas veces vienen amigos de Tyler. Mi madre quiso celebrar mi cumpleaños aunque no ha pasado mucho tiempo desde la muerte del Tío Leonard, estar de luto por mucho tiempo no es bueno y decidió hacerlo ya que a él le hubiera gustado.

Ahora me encuentro frente una casa enorme, llena de hermosas flores y un césped muy cuidado. La casa de mi Tía Martha es como una mansión, digamos que es la que más dinero tiene en la familia.
El día de mi cumpleaños es muy especial para mí, mi padre siempre me envía un video felicitandome, para esta fecha él esta en el ejército y por esto nunca está presente. Por eso es muy importante este día, solo hoy podré saber el estado de mi padre, lo cual me pone muy feliz.

Vienen algunos amigos de Tyler, mis únicos compañeros del crimen y algunos familiares. La fiesta comenzaba al atardecer, mi momento favorito del día.
Música a un volumen moderado, comida y un pequeño pero hermoso pastel era lo que se encontraba en el patio trasero de la casa.
Todos bailaban y disfrutaban del ambiente, menos la cumpleañera. Me gusta estar con mis seres queridos pero no soy muy fiestera, soy muy tranquila y el baile no es lo mío.

De pronto sonó el timbre y abrí la puerta de la casa, eran Luna y George, llegaron en el auto de un amigo de Tyler ya que ninguno de los dos tiene auto y el que tiene la familia de Luna, se dañó hace unos días.
George me miró de arriba a abajo, tenía sus mejillas sonrojadas y noté como comenzaron a sudar sus manos. Saludé a ambos como de costumbre y los guié al patio, el cual estaba iluminado y decorado de acuerdo al tema de la "fiesta", las flores.
Me gustan mucho las flores y decidí este tema tanto como para la celebración como para mi vestido, el cual era corto y con escote de corazón.

Me preguntaba si en realidad estaba muy fea, la impresión que tuvo George al verme no me gustó y me puso algo insegura. La fiesta transcurrió normal y alegre, no éramos muchos y eso me gustaba. A la hora de cantar el dulce no sabía que hacer, la mirada de todos me ponía muy nerviosa, no estoy acostumbrada a hacer el centro de atención.

Luego de comer una gran rebanada de pastel de fresa, todos nos pusimos a bailar.
Un chico algo apuesto le preguntó a Luna si quería bailar con él, ella no supo que decir y, como buena amiga que soy, le dí un pequeño empujón para que aceptara; él es amigo de Tyler y yo lo conozco, es una buena persona para ella.
Luego, quedamos George y yo solos en la terraza que está a lado de la piscina, había un silencio incómodo y sentí las miradas de Tyler y mi madre en nosotros, en vez de tener unos rostros de enojados y vigilantes, tenían rostros alegres y orgullosos, no entiendo el por qué.
De pronto George me hizo una pregunta, la cual no esperaba de él, estuve pensando un buen tiempo pero al final terminé accediendo.

-No soy la mejor en esto -Dije cuando nos encontrábamos junto a los demás que estaban bailando.

-Yo menos, pero nada perdemos en intentarlo -Dijo con una gran sonrisa que me dejó embobada por un buen tiempo.

Colocó su manos en mi cintura y  yo coloqué las mías en su hombro, la música se tornó lenta y suave, mi madre bailaba junto a mi tío y Tyler se encarga de colocar y cambiar la música, era el DJ.
Sus ojos miraban un punto fijo en el suelo mientras que los míos hacían lo mismo, por un momento me hizo olvidar a Edward, él nunca mas volvió a buscarme, tal y como se lo pedí. Me sentí triste por no volverlo a ver, algo en mí me decía que lo necesitaba más que nunca, sin importar todas las cosas que haya hecho. De pronto la música se tornó más movida, en ese momento nos separamos ya que ese tipo de musica no teníamos idea de como bailarla. Ambos reímos y nos dirigimos a la sala, todos se encontraban en el patio así que ese momento de paz me encantaba.

De pronto alguien tocó el timbre y quedé sorprendida con lo que vi, jamás me lo esperé. Era mi padre y tenía un gran oso de peluche en sus brazos.

-¡¡Feliz Cumpleaños, hija!! -Dijo colocando ese enorme oso en el suelo y dándome un gran abrazo.

Definitivamente hoy fue mi mejor cumpleaños.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora