Desgracias

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Gianna

Al despertar, encontré el sobre en el suelo, pensé que todo había sido un sueño. Me arreglé lo más rápido posible, me dirigí a la cocina donde me preparé el desayuno ya que no había nadie en casa; fui a la parada de buses donde me encontré con George y Luna, decidí no mostrarles la carta hasta llegar al colegio.

En la hora del receso nos sentamos en una mesa que estaba distante a las otras, les mostré el sobre procurando que nadie mas lo viera.

-¿No sabes quien lo envió? Esto es muy peligroso -Dijo George.

-No lo sé, solamente entré a mi cuarto y estaba allí, ¿creen que fue alguien que estaba en la fiesta? -Pregunté.

-No lo creo, nadie fue a tu habitación, todos permanecimos en la sala ¿crees que fue él? -Preguntó Luna refiriéndose a Edward.

-No creo, él nunca salió de la sala, siempre se mantuvo allí -Tomé la carta y la guardé-. Esto me tiene muy preocupada, ¿porque alguien quiere matarme?

-¿Quién haría algo así? Tú no has hecho nada malo, no le encuentro la lógica -Dijo George.

En la hora de la salida fui a mi casillero, necesitaba buscar unos libros que estaban allí. Cuando estaba a punto de cerrarlo, una nota de color rojo cayó al suelo, era algo raro ya que yo no uso notas de colores para hacer mis apuntes.
Recogí la carta pero inmediatamente la dejé caer al suelo, George la recogió, la vio y luego me miró.

Luna agarró la nota y su cara palideció cuando terminó de verla, la cual decía:

Tus días están contados
Te estoy vigilando
Todo aquel que trate de salvarte, morirá.

No podrás escapar de mí

Tomé la nota y la guardé en mi bolso, se acercaba la profesora de Historia y no quería dar explicaciones. Nos dirigimos a el parque que está cerca del colegio, queríamos tomar un poco de aire y analizar todo para averiguar quien es la persona que envía estas notas. El lugar estaba muy lleno, habían muchos niños corriendo por todas partes, algunas personas paseaban a sus mascotas y otras preferían hacer algo deportivo.
Nos sentamos en unas bancas que estaban en el centro del parque, debajo de un gran árbol que era el centro de atención del lugar.
Muchas personas venían a sentarse debajo de este árbol a leer algún libro o sólo a disfrutar del buen ambiente, recuerdo cuando venía junto a mis padres cuando era pequeña, pasé gran parte de mi infancia en este lugar.

Saqué la nota que encontré en el casillero y en mi cama, el material de ambas hojas era el mismo pero tenían colores diferentes, una estaba escrita a mano y la otra con letras de periódicos y revistas. No tenían nada en común, eran muy diferentes pero aún no logro entender algo: ¿porqué me las enviaron a mi?

-Debe ser alguien cercano, alguien que te conoce muy bien ¿tienes alguna sospecha? -Preguntó Luna mientras miraba a los niños correr.

-No le he hecho nada malo a nadie, no entiendo porque quieren matarme -Respondí mientras veía unas aves volar encima de nosotros.

-Tú no eres como las demás, eres diferente, no entiendo porque quieren hacerte daño -Dijo George mientras miraba algunas plantas que estaban cerca de nosotros.

Estuvimos un buen tiempo tratando de atar cabos, buscando pistas que nos lleve a la persona que está haciendo esto. Cuando ya nos íbamos, una niña tropezó con una piedra mientras corría, George la cargó hasta una banca que estaba cerca y Luna se encargó de ponerle una crema en uno de sus raspones, ella siempre tiene un kit de emergencias en su mochila.

-Tranquila, no pasa nada sólo fueron unos raspones. ¿dónde están tus padres? -Preguntó George.

-No lo sé, iba a buscarlos -Respondió la niña entre sollozos.

La pequeña nos dio la descripción de sus padres, no quería estar sola así que ellos se quedaron junto a ella y yo fui a buscar a sus padres.
Caminé por todo el parque en busca de los padres de la pequeña, había mucha gente en el parque, al parecer estaban celebrando el cumpleaños de algún niño. Pregunté a varias personas si conocían a esos señores pero nadie los conocía, parecía que hubieran desaparecido. Llegué hasta la entrada del parque, me recosté en un árbol para tomar algo de aire, estaba agotada ya que no sé cuantas vueltas le di a todo el parque. Miré por todos lados, no los encontraba por ninguna parte ¿que haría con la niña si no encuentro a sus padres?

Volví a caminar por todo el parque, pregunté a varias personas sobre su paradero pero era en vano, llegué al árbol donde estaban los chicos junto a la pequeña pero quedé asustada con lo que vi, había una carta.
Los chicos no estaban ni la niña, sólo estaba mi mochila y mi celular, tomé la carta y la guardé. Caminé por todo el lugar nuevamente pero esta vez buscando a los chicos, miré el área de diversiones y allí se encontraba la niña junto a sus padres ¿dónde estaban George y Luna? Traté de no entrar en pánico y me acerqué a ellos.

-Hola amiguita, ¿sabes donde están los chicos que encontraron a tus padres? -Pregunté pero la niña me miró como si no me conociera, sus padres me miraban confundidos.

-¡Tú eres la chica que estaba con ellos! -Dijo la pequeña alegremente cuando se acordó de mí- Ellos encontraron a mis padres, pensé que tú los estabas buscando.

-Sí pero no los encontraba, ¿sabes a donde fueron? -Volví a preguntar, estaba muy asustada, no quería que les sucediera algo malo.

-Ellos fueron a buscarte, dijeron que tú nos estabas buscando, gracias por preocuparte por nuestra pequeña -Dijo la madre de la niña.

-¿Sabe a que parte fueron? -Le pregunté.

-No lo sé, fueron por esa dirección -Señala la entrada del parque-, no te preocupes, son bastantes y ellos te estaban buscando, pronto los encontrarás.

¿Bastantes? Sólo son dos personas -Pensé.

Le agradecí y me despedí de la pequeña, fui a la entrada del parque y comencé a buscarlos por las calles cercanas. Estaba pasando cerca de un callejón oscuro cuando escuché unos gritos, era Luna. Corrí hacia ese lugar y los encontré, quedé sorprendida al verlos.

Luna tenía un moretón en su ojo, George tenía múltiples golpes y lo habían apuñalado en el abdomen, estaba sangrando mucho.

-¿Qué les sucedió? ¿Quien les hizo esto? -Pregunté pero ellos no respondieron.

Tomamos un taxi y nos dirigimos al hospital, al llegar se llevaron a George a la sala de urgencias y Luna tuvo que ir junto a unas enfermeras a un consultorio para revisar el moretón que tenía en el ojo izquierdo.

Me senté en una de las sillas de la sala de espera, después de unos segundos pasaron a una mujer en una camilla hacia la sala de urgencia, detrás de ella iba mi padre y Tyler.

-¿Qué sucedió? -Pregunté pero ninguno me respondió.

Tyler no aguantó más y me abrazó mientras rompía en llanto, no pudo más y me contó lo que pasaba.

Otra desgracia ocurría frente a mí y no podía hacer nada para impedirlo.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora