El chico de los tatuajes

132 2 1
                                    

Gianna

De pronto alguien encendió la chimenea y algunas lámparas, todo volvió a iluminarse. Un hombre grande, alto, muy musculoso, con aspecto de luchador se acercó y nos agarró por los brazos fuertemente. Nos lanzó al suelo como si fuéramos algo despreciable, estábamos a centímetros del cadáver del anciano. Luego hizo lo mismo con George, cayendo éste encima de mí lastimandome fuertemente la espalda.

-Con que tenemos intrusos, ¿Se puede saber quiénes son ustedes? ¿Qué hacen aquí? -Dijo el hombre musculoso, casi idéntico a Hulk, sólo que su piel no es verde.

Los tres logramos ponernos de pie pero inmediatamente todos formaron un círculo alrededor de nosotros. Un chico llamó mi atención, era alto con cabello castaño hasta los hombros, era musculoso pero no tanto como el otro tipo, tenía muchos tatuajes y unos increíbles ojos verdes, para que voy a mentir, se veía muy sexy.

-Nosotras los conocemos, estamos en el mismo colegio. Como les cortaron la lengua y no pueden presentarse, yo lo haré -Dijo Alex acercándose a nosotros-. Él es George, ella es Luna y... ella es Gianna -A medida que nos presentaba nos señalaba pero como era de esperarse, mencionó mi nombre como algo despreciable.

Él chico que me intrigaba no paraba de mirarme, me sentía intimidada y muy incómoda. Se fue acercando poco a poco hasta estar muy cerca de mi, sólo un par de centímetros nos separaban.

-¿Tu eres la del libro interesante? -Preguntó.

No tenía idea sobre lo que preguntaba, jamás lo había visto. Mi corazón latía muy rápido y mis manos comenzaban a sudar.

-Eh... no sé de que estás hablando -Respondí.

-¿No te acuerdas de mí? Esta bien, te haré recordar.

De pronto me agarró por el brazo y me estrelló contra la pared, Luna y George intentaron defenderme pero el tipo que se parece a Hulk, los detuvo. Me cubrió la boca con su mano y me golpeó en el abdomen, ya no me parecía sexy. Él era un imbécil y un estúpido, a una mujer no se le pega ni con el pétalo de una rosa. Con eso pude recordar quien era, él era el chico del incidente de la Secretaría.
Luego me dejó caer y en ese momento George y Luna me ayudaron a levantarme de nuevo.

-¿Qué piensas hacer? -Dijo Susan, la amiga de Alex.

Todas las amigas de Alex se encontraban allí, más el tipo al que apodaré como Hulk, otros hombres con varios tatuajes y él, el imbécil y idiota que me golpeó.

-Estos intrusos se unirán con nosotros, ellos van a estar en nuestro plan, al parecer van a hacer mas útiles que ustedes -Dijo.

-¡¿Qué?! -Dijo Alex y sus amigas al mismo tiempo.

-Oh, que mal educado soy, mi nombre es Edward. Espero que ya te hayas acordado de mi, Gianna. Algún día podremos leer juntos ese libro interesante que olvidaste en el salón de clases -Dijo y en ese instante recordé cuando olvidé mi libro en el salón y lo encontré en otro asiento, él lo había leído.

De pronto entró un chico de baja estatura, rubio y con el labio roto. Estaba muy asustado y acalorado, parecía que hubiera corrido una maratón.

-Edward, la policía se acerca, tenemos que irnos ahora mismo -Dijo intentando recuperar el aliento.

Apagaron las luces y todos comenzaron a tratar de que las cosas permanecieran igual que antes, en algunos muebles habían manchas de la sangre del anciano el cual todavía seguía tirado en el suelo.

-Cada uno se va en el auto que le corresponde pero alguien tiene que llevarse a los intrusos ¿algún voluntario? -Preguntó Edward.

-Yo me encargo de George, no sé que harán con las otras -Dijo Alex.

-Ryan se va junto a la satélite y yo me voy junto a la nerd -Vi como Luna estaba enfurecida, ella odia que la molesten por su nombre.

-¿Que dijiste? Eres un idiota -Dijo Luna mientras lo golpeaba en el rostro.

Inmediatamente George y yo nos colocamos entre Edward y ella, él estaba a punto de hacerle lo mismo que me hizo a mi. Luego, Ryan tomó a Luna por la cintura y la llevó con él hasta salir de la casa, después Alex tomó a George por el brazo y lo llevó con ella hasta salir y encontrarse con Ryan.
Edward ayudó Hulk a cargar el cadáver del anciano hasta un auto mientras yo buscaba a Luna y a George, ambos estaban en carros diferentes. Al salir ambos autos arrancaron y se perdieron de mi vista, habían muchos carros en ambos lados de la calle. Luego, Edward cerró la puerta de la casa dejándola intacta, como si no hubiera pasado nada.
Me llevó hasta una camioneta y me abrió la puerta del asiento del copiloto, no confiaba en él pero no tenia otra opción. Antes de arrancar me preguntó mi dirección, dudé en dársela pero si no lo hacia, quien sabe a que hora llegaría a mi casa. No tenía ánimos de hablar con ese idiota pero el silencio que había era muy incómodo y no tuve opción que buscar un tema de conversación.

-Y... ¿cuál es el plan al que ahora pertenecemos? -Pregunté tratando de no tener contacto visual con él.

-El plan comienza a partir del lunes, ustedes me serán muy útiles, son mas inteligentes que esas p*tas -Respondió.

-¿No me piensas decir? Se supone que debemos saber lo que tenemos que hacer ¿no? Para poder hacerlo bien.

-Sólo te puedo decir que es sobre una persona, el cual era el que estaba buscando ese día en la Secretaría. Esa persona hizo algo muy malo y debe pagar por ello.

Luego de que él terminara de hablar, decidí no volver a entablar alguna conversación con él, ya sabía lo que quería saber.

-Me imagino que piensas porqué tus amigos y tu se fueron en autos separados ¿no? -Preguntó.

-¿Porqué me traes a mí y no dejaste que otra persona lo hiciera?

-Todos los que estaban en la casa son peligrosos, incluyéndome. Verás ese pequeño golpe que te di no es nada comparado a las cosas que le han pasado a las otras personas cuando se mete con alguno de nosotros, así que ni pienses en traicionarnos. Si te ibas con otro, quien sabe que te hubieran hecho, por eso preferí que vinieras conmigo. Aunque tenga una apariencia peligrosa, no soy tan malo. Si me caes bien, te trato bien. Tu no eres como las otras, eres diferente y eso me agrada.

At The Wrong Time [En edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora