Gianna
No podía salir de mi cuarto y si lo hacia era sólo para ir a la cocina o al baño, no podía ni salir al jardín. No tenía nada que hacer, sólo estar en la computadora.
Entré a un blog donde tengo escrito una historia, no está completa y decidí seguir escribiendo, es lo que me gusta y lo único que puede entreterneme.
Gracias al cielo el fin de semana pasó rápido, Tyler estaba pendiente de mi, se la pasaba entrando y saliendo de mi cuarto para ver que estaba haciendo, odio cuando me trata como una niña pequeña.
Edward no volvió a escribirme ni a visitarme, siempre me acercaba a la ventana esperanzada a que estaría allí, lo cual era en vano.Cuando llegamos al colegio fuimos directo a la biblioteca, fuimos a avanzar algunos trabajos que teníamos que hacer juntos. Cuando ya nos íbamos accidentalmente choqué con la señora que trabajaba ahí, sus libros, revistas y algunas cosas que traía en sus manos terminaron regadas por todo el suelo. La ayudé a recoger todo mientras le pedía disculpas pero una de sus cosas llamó mi atención, era el periódico del día de hoy y en la portada salía la imagen del anciano que asesinaron en la casa de la familia Houston. Los tres quedamos asombrados y algo asustados, la policía estaba investigando lo sucedido, lo cual puede perjudicarnos.
-Gracias por ayudarme, eres muy amable -Dijo la señora.
-No tiene porque agradecerme, la culpa es mía -Dije mientras le entregaba el periódico.
-Pobre hombre, no debía morir así, ojalá encuentren a los culpables y hagan justicia. Que en paz descanse -La señora veía el periódico con nostalgia y tristeza.
-¿Lo conocía? -Pregunté.
-Sí, era mi amigo de la infancia... recuerdo que él fue el padrino de mi boda y yo la madrina de la boda de él, viejos recuerdos -Dijo con lagrimas en los ojos, evitando llorar.
-Lo lamento mucho, señora -Dije mientras le acariciaba el hombro, tratando de no sentirme culpable.
Cuando llegué al salón no pude evitar pensar en ese pobre anciano, no debió morir de esa manera. La llegada del profesor me sacó de mis pensamientos, lamentablemente tengo que dar esta clase sin Luna y George, aunque la compartía con Alex, desgraciadamente.
Durante todo el día, Alex y sus amigas estuvieron muy serias, no traían esa "alegría" de siempre, todos estábamos asombrados, ellas nunca habían estado así.
Ya no se arreglaban tanto como antes, andaban más a lo natural y sus vestimentas se tornaron oscuras; también se convirtieron mas agresivas de lo normal, en pocas palabras, son las chicas malas del colegio. Incluso, los chicos populares se alejaron de ellas, no hablan con más nadie y andan juntas para todos lados; ya no se acerca tanto a George, aunque si lo hace, ya no con esa coquetería y alegría de antes.En la salida nos dirigimos al salón de empleados, es bastante grande porque ahí se encuentran los jardineros, conserjes, cocineras, trabajadores manuales, entre otros. Al llegar no tuvimos la necesidad de entrar porque ya nos estaban esperando afuera, en la pared se encontraban rastrillos, palas, coas y algunos instrumentos de jardinería.
Salimos al jardín que se encuentra en la parte de atrás del colegio, por lo menos hoy no seremos la burla de todos. Quedamos asombrados por el mal estado de este jardín, nos tocaba un gran trabajo.
George se encargó de cortar la grama con una máquina especial, Luna de recoger las hojas secas de los árboles que estaban regadas por todo el jardín y yo de regar y podar las plantas.
El jardín estaba bastante descuidado, al parecer no muchos visitaban esa parte del colegio. En la parte de atrás estaba un bosque oscuro y grande, éste separa el colegio y una elegante barriada de personas adineradas. Muchos alumnos corrían a través de este bosque para dar a la barriada y escapar del colegio, no les importaba arriesgar sus vidas.
Estuvimos un buen tiempo arreglando esa parte del colegio, la otra semana nos toca arreglar el jardín principal, tenemos toda esta semana para arreglar todo esto y dejarlo bello y hermoso.Al finalizar nuestra jornada de limpieza nos dirigimos a la parada de buses, estábamos exhaustos. El chófer del bus estaba hablando con otro señor sobre el asesinato del anciano, los tres escuchábamos con atención cada palabra que decían.
-Pobre hombre, no debió morir así -Decía el chofer.
-El periódico decía que lo encontraron a las orillas del río que abastece a la hidroeléctrica -Dijo el otro señor-. Lo encontraron ya en etapa de putrefacción, tenía múltiples disparos.
-También dice que lo mataron en la casa de los Houston y después lo echaron al río, la persona que lo hizo no tiene escrúpulos.
-Pero ¿cómo saben que fue en la casa de los Houston? -Inquirió el señor.
-Supuestamente encontraron unas huellas, algunos rastros de sangre y ¿una pulsera? Algo así, no me acuerdo muy bien. Las personas que viven en esa área escucharon ruidos extraños hace algunos días, te lo digo por que mi hermana vive por ahí y escuchó todas esas cosas.
Ya no podíamos escuchar mas nada porque ya nos tocaba bajar del bus, el señor tenía el periódico en la mano y pude volver a ver el cadáver de ese pobre anciano, ahora su imagen no sale de mi mente.
Nos despedimos y cada uno tomó su camino, iba caminando a casa cuando sentí la mirada de alguien. Miré para todos lados y no veía a nadie, la calle estaba solitaria porque estaba a punto de llover.
Escuché algunos pasos detrás de mi, miré sobre mi hombro y era un chico, no podía verle el rostro porque estaba cubierto por el gorro de su abrigo.
Aceleré el paso cada vez que me acercaba a mi casa, el chico también lo hacia, traté de no asustarme pero no pude evitarlo, salí corriendo hacia mi casa. Solo me quedaba una calle por doblar y listo pero de pronto alguien me tomó por el brazo y me llevó hasta una camioneta negra.
Traté de defenderme pero no pude, mordí su mano y grité lo mas fuerte que pude pero sentí un golpe en la nuca, lo cual hizo que todo se volviera negro.Desperté dentro de la camioneta, al parecer no nos habíamos movido nunca y todavía permanecíamos en el mismo lugar.
El chico estaba recostado en la ventana, tenía un pasamontañas y no pude verle su rostro, al parecer estaba dormido. Estaba intacta, no tenía cortadas, raspones ni nada, al parecer no me hizo nada hasta que sentí el cierre de mi pantalón y de mi sujetador abierto, mi camisa estaba ajada y mi cabello estaba hecho un desastre.
Pensé lo peor y comenzé a abrir la puerta, pero fue en vano porque estaba cerrada. Lágrimas comenzaron a recorrer mis mejillas, no podía salir y no tenía idea de que me había hecho este tipo.
Con los ruidos de mis sollozos y de mi llanto, el chico se levantó y pude ver sus ojos, me parecía haberlos vistos en alguna otra parte. Comenzó a acercarse a mí, estaba indefensa, no sabía que hacer. Comenzé a gritar y a golpearlo, de pronto se detuvo y en ese momento le quité el pasamontañas. Era él.-Cálmate, no te he hecho nada, cariño. Soy yo, no tengas miedo, no te haré daño. Soy yo... soy Edward.
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At The Wrong Time [En edición]
Teen FictionGianna es la típica chica nerd del colegio, la cual casi toda su vida ha sufrido bullying y no lleva una buena vida social. Ella sólo tiene dos amigos, los cuales la acompañaran durante toda esta aventura. La llegada de una nueva chica a el colegio...