Estuvimos así por un minuto entero, aunque a mi me pareció un siglo, el rostro de Lay era simplemente perfecto, sus ojos llenos de inocencia, su piel tan bien cuidada y sus labios... no sabía si podría aguantar mucho más, además lo sentía cada vez más cerca, no nos dimos ni cuenta cuando ya nuestras narices se rozaban, fue entonces cuando Lay sonrió y se alejó de mi lentamente.
–Listo, favor cumplido –dijo esto y se fue a su habitación, dejándome con el corazón a punto de explotar.
–Este conchesumadre me deja sola aquí con taquicardia después de haberme asechado así, maldito hijo de ... -comencé a desahogarme en mi idioma natal, cuando salió nuevamente Lay y me miró extrañado.
–Qué estás hablando? –preguntó.
–Nada, tu entra a tu habitación y déjame aquí sola –dije son mirarlo a los ojos por la vergüenza.
–Estás enojada? –sentí su voz mas cerca.
–No
–Estas enojada.
–No –fingí una risa.
–Si lo estas –sentí como ponía su dedo rápidamente en mi cintura, lo que me provocó un saltito.
–No hagas eso idiota –dije poniéndome de pie.
–Idiota? –dio un paso hacia mí acortando la distancia.
–N..no, bueno si! No me gusta que me toquen así –dije.
–Y cómo te gusta que te toquen? –estiró su mano para tomar la mía y tirar provocando que nuestros cuerpos se apegaran.
Quede completamente muda, a este paso tendría millones de pre infartos en menos de una hora, aún no soltaba mi mano, y con la otra acarició mi cabello, bajando lentamente hasta rodear mi cintura, provocando mayor apego.
–L...Lay –dije en un hilo de voz.
–Ya no estas enojada cierto? Era obvio que se te quitaría si me acercaba a ti de este modo, desde aquí siento tu corazón latir –sonreía de manera triunfante, a mi ya se me acababa la paciencia.
Me solté de su agarre y posé ambas mano en la parte trasera de su cuello, me puse de puntas y rápidamente pose mis labios sobre los suyos un húmedo y fuerte beso nos unió por diez segundos, moví mis labios con delicadeza, para finalizar con un pequeño mordisco en su labio inferior, al separarme de él noté como su rostro se tornaba rojo, tenía los ojos abiertos como plato, solo me miraba sorprendido.
–Ahora a quien se le escucha el corazón a kilómetros? –sonreí triunfante y luego me fui a mi habitación, al entrar me apoyé en la puerta y dí un gran suspiro, luego me tiré en la cama, quería gritar pero no podía, mis sentimientos estaban revolucionados, aún sentía los labio húmedos y algo hinchados, me los toqué suevamente y reí al recordar el beso, lo recordaré una y otra vez, quiero repetirlo, deseo repetirlo, lo anhelo, incluso si Lay casi no los movió debido a su sorpresa, fue exquisito, cerré los ojos y volví a sonreír como una estúpida, no quería abrir los ojos, con ellos cerrados podía repetir el momento en mi mente con mayor facilidad, me acosté de espalda y miré el techo, volví a sonreír, me imagino lo estúpida que me veo, volví a cerrar los ojos, sin embargo los abrí de golpe debido al ruido que provocó mi puerta al abrir y cerrar fuertemente, Lay acababa de entrar a mi habitación, me senté en la cama sorprendida, sin embargo me volví a apoyar en mi almohada luego de que Lay se me viniera encima, sus manos estaban una a cada lado de mi cara, su cuerpo completamente sobre el mío, iba a decir algo pero sus labios me impidieron hablar, me besó apasionadamente, le correspondí de inmediato, su cuerpo sobre el mío, moviéndose lentamente, sus manos en mi cintura y cabello, mis manos en su espalda, nuestras lenguas en una guerra a muerte, nos separamos un instante para tomar aire, se levantó y se quitó la polera, no pude evitar sonreír lujuriosamente, me tomó en brazo y ahora yo estaba encima de él, ahora me besaba el cuello, mientras acariciaba mi espalda, yo pasaba mis manos por sus abs, en que momento este hombre se volvió así, lo deseaba, era algo incontrolable, comenzó a subir mi polera lentamente, cuando oímos la puerta, nos quedamos petrificados.
–Hermanita! Lay! Llegue a casa –era la voz de Chen, santísima mierda.
Salí de encima de Lay y el se puso de pie rápidamente, en eso sentimos que tocan la puerta de mi habitación.
–Puedo pasar? –Mierda.
Lay estaba terminando de ponerse la polera, y yo le indicó desesperadamente que se meta debajo de la cama, me hizo caso, seguido de esto me acosté entre las sabanas.
–Pasa –dije algo agitada.
–Hola –entró sonriente mi hermano –Llegué antes que los demás porque yo no tenía que ir al ultimo programa.
–Que bueno, podrás descansar –aún me costaba respirar.
–Estabas haciendo ejercicio? –me preguntó –Tienes algo de sudor, y estas agitada –tocó mi frente.
–Si! Estaba haciendo abdominales, ya sabes, no quiero engordar –dije sonriendo como idiota.
–Muy bien, pero no te sobre exijas tanto –dijo.
–Tranquilo –respondí sonriendo.
–Bien yo me voy a duchar, donde esta Lay? No lo ví por ahí –preguntó antes de salir de la habitación.
–N...no está? Quizás salió a alguna parte, no se –respondí nerviosa.
Chen me sonrió y salió de la habitación, seguido de esto me senté en la cama, mi corazón latía a mil, Lay salió debajo de la cama y se sentó frente a mi.
–Ejercicio? –dijo riendo.
–Cállate! Nos puede oír –susurré asustada.
–Quien empezó?
–Quien entró a mi habitación?
–Quien me robó el beso?
–Quien se me acercaba todo galán, y se burló de mi corazón acelerado?!
Tomó mi rostro y me besó nuevamente, fue tierno y suave, se separó un poco de mí, sonrió y luego me besó en la frente.
–Me sorprendiste, nunca una chica me había besado así, ni había provocado que mi corazón latiera –tomó mi mano y la posó sobre su pecho –así.
Pude sentir el latido de su corazón, me mordí el labio y lo miré, luego sonreí, estaba feliz, se que es una locura, se que lo conozco hace muy poco, pero... hace que mi corazón se acelere, hace a mis labios totalmente dependientes de los suyos, su sabor, su aroma, su cuerpo, no podía dejar de desearlo, aunque estuviera a mi lado ahora mismo.
AHSGAHSDGASHG :') LA INSPIRACIÓN NOCTURNA ME ENCANTA